Takata vende todos sus activos y operaciones a la chino-estadounidense KSS por 1.340 millones de euros
- La empresa seguirá fabricando airbags para sustituir dispositivos defectuosos
- La compañía japonesa se declaró en quiebra el pasado junio
- Sus 3.000 millones de deuda pueden triplicarse por la revisión de 42 millones de vehículos
- Los fallos de sus dispositivos están ligados a una quincena de muertes en varios países
El fabricante japonés de airbag Takata -declarado en quiebra como consecuencia de las pérdidas causadas por sus dispositivos defectuosos- ha cerrado la venta de todos sus activos y operaciones a la compañía chino-estadounidense Key Safety Systems (KSS) por 1.580 millones de dólares (unos 1.340 millones de euros).
Takata y KSS han sellado los términos de la operación, que ya fue adelantada a finales del pasado junio, cuando la empresa japonesa con sede en Tokio se declaró en bancarrota en Japón y también en Estados Unidos, para acogerse a la normativa de protección ante acreedores en este país.
La operación que se completará durante el primer trimestre de 2018, según ha explicado a Efe un portavoz de Takata.
Seguirá fabricando dispositivos para sustituir los defectuosos
Takata continuará produciendo los dispositivos que deben ser reemplazados en millones de coches en todo el mundo, y conservará una parte de la manufactura y venta de infladores de airbag hasta que termine dicho proceso.
La compañía nipona afronta obligaciones de pago de 380.000 millones yenes (unos 3.040 millones de euros o 3.400 millones de dólares), aunque estima que su deuda real triplique esa cantidad al incluir el coste de la llamada a revisión de más de 42 millones de vehículos en todo el mundo debido a sus airbag defectuosos.
El defecto de fabricación detectado en los dispositivos -afecta a vehículos de 19 de fabricantes de todo el mundo- puede causar que el airbag se abra con demasiada fuerza y proyecte fragmentos hacia los ocupantes, lo que se ha ligado al menos a una quincena de muertes en varios países.
El presidente y consejero delegado de Takata, Shigehisa Takada, ha destacado en un comunicado la importancia de la venta para "continuar proveyendo un suministro estable" de sus productos, para conservar a sus empleados y para que la empresa conjunta "se posicione para lograr éxito a largo plazo en la industria global del automotor".
Medio centenar de fábricas y 46.000 empleados
La empresa ha solicitado protección legal en un tribunal de Tokio -así como en Estados Unidos para su filial TK Holdings- y ha emprendido un proceso de reestructuración bajo la tutela de KSS.
Fundada como empresa textil en 1933, Takata comenzó a fabricar airbag en 1987 y llegó a erigirse como uno de los líderes mundiales del sector; la compañía cuenta con 56 plantas de fabricación en 20 países y una plantilla de 46.000 empleados.
Por su parte, Key Safety Systems es un proveedor de componentes de automóvil con sede en Michigan que pertenece a la china Ningbo Joyson Electronic Corporation, y cuenta con una red global de 13.000 empleados.