Bangladés y Birmania acuerdan el regreso de los refugiados rohinyá dentro de dos meses

• El principio de acuerdo afecta a más de 600.000 refugiados
• Los refugiados han de registrarse primero antes de volver

Fotografía de archivo de refugiados ronhinyá en Bangladés, tras cruzar el río Naf desde Birmania

Los gobiernos de Myanmar (la antigua Birmania) y Bangladés han firmado un principio de acuerdo de entendimiento para el retorno de más de 600.000 rohinyá que han huido del estado birmano de Rakáin desde la última ola de violencia.

El memorándum de intenciones, firmado en la capital birmana, Napipyidó, abre el camino para la repatriación de 623.000 refugiados. Según los medios locales citados por Efe, el ministro de Asuntos Exteriores de Bangladesh, Mahmud Ali, y el ministro Kyaw Tint Swe, de la Oficina de la Asesora del Estado, han firmado el documento.

"El acuerdo estipula que el retorno comenzará en un periodo de dos meses. Se establecerá un Grupo de Trabajo Conjunto en tres semanas desde la firma del 'pacto' y se creará un instrumento bilateral específico para la repatriación de forma rápida", ha anunciado el Ministerio de Asuntos Exteriores bangladesí en un comunicado.

Los refugiados tendrán que registrarse

"Estamos listos para traerlos de vuelta tan pronto como sea posible después de que Bangladés nos remita los documentos", ha explicado por su parte a Reuters el secretario permanente del Ministerio birmano de Trabajo, Inmigración y Población, Myint Kyaing, en referencia a los formularios de registro que los rohinyá tienen que completar con sus datos antes de ser repatriados.

Desde que comenzó la ola última ola de violencia en el estado birmano de Rakáin, más de 600.000 musulmanes rohinyá han huido al vecino Bangladés. La cifra de rohinyás refugiados en Bangladés tras esta y otras escaladas de violencia se acerca al millón de personas.

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha denunciado que la campaña militar llevada a cabo por las autoridades birmanas en Rakáin contra los rohinyá supone "una limpieza étnica de manual".

El Gobierno de EE.UU. declaró este miércoles que, tras un "análisis cuidadoso y exhaustivo" de los hechos, "está claro" que la violencia y abusos contra los rohinyás "constituye una limpieza étnica".