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Argentina

Los familiares de la tripulación del submarino desaparecido pierden la esperanza: "No van a volver nunca más"

  • Los allegados de los 44 tripulantes del ARA San Juan cargan contra la Armada
  • Afirman que el submarino no era seguro y que se les ha ocultado información
  • "Esos hijos de puta lo sabían antes", afirma la esposa de uno de los marineros
  • La Armada evita pronunciarse sobre estado en que pueden estar los submarinistas

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Los familiares de los tripulantes del submarino argentino pierden la esperanza

La confirmación de que el submarino argentino ARA San Juan, desaparecido desde hace más de una semana en aguas del Atlántico sur, sufrió una explosión el mismo día en que se registró la última comunicación con la embarcación ha sumido en la desesperanza a los familiares de los 44 tripulantes, que dan por muertos a sus allegados y cargan contra la Armada por la falta de información y por las deficiencias de la nave.

¡Se roban la plata los jefes, por eso son unos hijos de mil putas! !Mataron a mi hermano, porque los sacan con alambre a navegar!

"No nos quedó santo por rezar ni a nadie por pedir. No sé si hay un destino marcado para cada uno. Hay gente que no cree en eso, no volvieron y no van a volver nunca más", ha declarado a la prensa entre lágrimas Jessica Gopar, esposa del cabo principal Fernando Gabriel Santilli. Otros familiares desgranaban su indignación entre gritos: "¡Se roban la plata los jefes, por eso son unos hijos de mil putas!", decía el hermano de uno de los tripulantes: "¡Mataron a mi hermano, porque los sacan con alambre a navegar!".

Todos ellos se han congregado en la Base Naval de Mar del Plata, adonde debería haber arribado el ARA San Juan el pasado domingo tras finalizar su misión en el Atlántico sur; sin embargo, la Armada ha explicado que hubo un "evento anómalo singular corto, violento y no nuclear consistente con una explosión" en la zona en la que el submarino argentino desapareció.

Jessica Gopar, la esposa del cabo Fernando Santilli, con el cartel de apoyo que pensaba colgar en la base naval de Mar del Plata

Jessica Gopar, la esposa del cabo Fernando Santilli, con el cartel de apoyo que pensaba colgar en la base naval de Mar del Plata. AFP

"Yo llegué [a la base] de casualidad a dejar el cartel, porque me había negado a venir por la angustia. Y cuando llegamos y alguien hizo así con la cara [negando], listo, lo primero que dije: 'Se murieron todos'", ha explicado Jessica Gopar, inconsolable.

Críticas contra la Armada

Los mandos de la Armada han pedido "prudencia" y han asegurado que "hasta no tener certezas u otros indicios" sobre la suerte de la nave se mantendrá el operativo de búsqueda. Sin embargo, las familias han dejado de creer en la supervivencia de sus allegados: "No nos dicen que estén muertos, sino que están a 3.000 metros de profundidad. Pero es una asunción lógica con lo que sabemos", explicaba Itatí Leguizamón, esposa de Germán Suarez, el radarista del submarino.

Leguizamón ha resumido el sentir de los familiares, que sospechan que las autoridades les han ocultado información: "Estoy segura de que esos hijos de puta lo sabían antes". Y ha confirmado que la tensión llegó a estallar durante la reunión en la que las autoridades castrenses comunicaron a las familias la explosión: según los medios argentinos, algunos de ellos se han abalanzado contra los portavoces de la Armada, que no han podido terminar su explicación.

Nos tuvieron aquí una semana. ¿Por qué no nos lo dijeron? Ya no me queda esperanza, se ha acabado

"Nos tuvieron aquí una semana. ¿Por qué no nos lo dijeron? Ya no me queda esperanza, se ha acabado", decía resignada, recalcando su frustración para con los mandos: "Para mí, son unos perversos que nos manipularon".

Los submarinos como el siniestrado en Argentina tienen múltiples sistemas de seguridad

Leguizamón, además, ha dejado ver su enfado con las autoridades militares por la falta de seguridad de la nave: "Inauguraron un submarino en 2014 pintado por fuera y con una bandera, que por dentro no funcionaba", ha denunciado. "Mandaron una mierda a navegar", ha insistido, al tiempo que revelaba que, ya en 2014, el submarino, de fabricación alemana e incorporado a la Armada en 1985, sufrió otro incidente grave "y no pudieron emerger".

Un dolor inconsolable

"No viene de ahora, viene de hace 15 años atrás", de los "15 años de abandono que tiene la Armada", ha subrayado Leguizamón, para quien la responsabilidad "es de todos", tanto del Gobierno anterior como del actual, ya que a su juicio, desde los años 70 "nadie invierte un peso" en la fuerza naval.

"No saben nada. Si hay una explosión en un coche, vuela. El submarino está debajo del agua, voló. ¿A quién van a buscar?", criticaba por su parte María Rosa, madre de otro tripulante, sin esconder la indignación y la desilusión. "Me voy a mi casa a esperar si mi hijo vuelve", ha apostillado.

Yo lo único que quería era a mi hijo vivo

El dolor era palpable en muchos de los familiares: "Alrededor de las once de la mañana me llamó el jefe de mi hijo desde la base de Mar del Plata confirmando la explosión y que están todos muertos", contaba sin contener la emoción Luis Tagliapietra, padre de Alejandro Damián, teniente de corbeta de 27 años. "Yo lo único que quería era a mi hijo vivo. No puedo entender que en el comunicado oficial no digan la verdad, es increíble", añadía.

El submarino argentino desaparecido sufrió una explosión

"Son momentos muy difíciles para toda la familia", narraba por su parte, con la voz entrecortada, la prima de Javier Gallardo, de 47 años y suboficial principal en el ARA San Juan, una profesión que vivió desde siempre por ser hijo de un exsubmarinista y excombatiente de la Guerra de las Malvinas, que enfrentó a Argentina y Reino Unido en 1982.

Hacer justicia

También Jessica Gopar ha sido crítica con la Armada por la "falta de información", si bien se ha dicho agradecida a todos los países que están colaborando en la búsqueda del submarino: "En este momento se olvidó Inglaterra de que habíamos tenido un conflicto con las Malvinas. Vinieron de todos los lados y lo agradezco de corazón".

Los allegados de la tripulación se duelen tras conocer la explosión que sufrió el submarino 'ARA San Juan'

Los allegados de la tripulación se duelen tras conocer la explosión que sufrió el submarino 'ARA San Juan'. AFP

"Eso me da confianza, que lo salieron a buscar, pero bueno, el mar es traicionero y no se sabe que puede haber pasado", ha comentado, añadiendo que desconocía si el submarino tenía una avería cuando salió a la mar.

Gopar, madre de un niño que cumplió hace unos días un año, ha recordado cómo la última vez que vio a su marido se dijeron que se encontrarían "pronto" y festejarían el cumpleaños del pequeño. A pesar de tener vasta experiencia en buques y otros submarinos, esta era la primera vez que Santilli navegaba en el ARA San Juan.

"Acabo de perder a mi esposo y necesito contener a mi hijo", ha concluido Gopar, que confía en que "todas las mujeres e hijos que se han quedado sin su papá" puedan unirse para hacer "justicia".

El estado en que pueden estar los submarinistas

Mientras, la Armada Argentina ha evitado este jueves, en su último informe del día sobre la búsqueda del submarino ARA San Juan en su octava jornada desaparecido, pronunciarse sobre el estado en que pueden encontrarse sus 44 tripulantes.

"Hasta que no tengamos una evidencia certera de dónde está el submarino, no podemos concluir con una afirmación contundente. No dejamos nada ligado al azar", ha remarcado el capitán de navío Enrique Balbi en una conferencia de prensa en Buenos Aires.

Rezos y carteles de homenaje

La desaparición del ARA San Juan no solo ha tocado a los familiares de los 44 tripulantes, sino que ha conmocionado a gran parte de la sociedad argentina.

Este jueves, en medio del dolor, una treintena de personas ha acudido a la base naval de Mar del Plata para rendir homenaje a los marineros con oraciones -han rezado el rosario- y carteles de apoyo a los familiares.

"La marina mercante y pesquera solidarizadas con el ARA San Juan", "Submarinistas, estamos con ustedes, esperamos su regreso" o "Todos los queremos vivos, que Dios esté con ustedes" son algunos de los mensajes, que ocupan ya alrededor de 200 metros de valla.

En los últimos días, decenas de personas han colgado pancartas a la entrada de la base naval con mensajes de solidaridad y de agradecimiento hacia los países que ayudan en la búsqueda.