Cuba, un año sin Fidel Castro cuando la isla encara una transición generacional
- La era de los Castro acabará en febrero con la elección del nuevo presidente
- Algunos cubanos critican la visión idealizada y mesiánica de Fidel Castro
Cuba conmemora este sábado el primer aniversario de la muerte de Fidel Castro mientras la isla está a punto de embarcarse en un ciclo político que pondrá fin a sesenta años de mandato de los hermanos Castro, que arranca este domingo con las elecciones municipales y concluye en febrero con la elección del nuevo presidente.
Hace un año, visiblemente emocionado, Raúl Castro anunció en la televisión la muerte de su hermano mayor, a los 90 años y tras una década apartado del poder. Las cenizas del "comandante en jefe de la Revolución" recorrieron el país hasta el cementerio de Santa Ifigenia en Santiago de Cuba, donde descansan sus restos.
Antes de morir, el expresidente cubano expresó su deseo de que su nombre no se usara en calles o plazas ni se erigieran monumentos en su honor, una última voluntad que sólo se ha respetado a medias ya que estos días su imagen inunda los medios, todos controlados por el Partido Comunista, y sus retratos perduran en muchas instituciones oficiales. No obstante, algunos cubanos han empezado a criticar esa visión idealizada y mesiánica del comandante.
"Yo diría que la Revolución cubana sin Fidel Castro no existe", ha afirmado el historiador cubano Enrique López Oliva, quien estudió en el colegio Belén de los jesuitas con Fidel en los años 40 y luchó en la clandestinidad contra el régimen de Fulgencio Batista. "Él fue el centro de ese proceso político, quizá demasiado autoritario, demasiado mesiánico", ha señalado a Efe.
López Oliva ha advertido de los peligros de seguir amarrados a su discurso marxista y antiimperialista, que fue "genial" en su momento histórico, pero ahora el momento es otro. "Se está creando una apología de Fidel Castro, como una religión, lo que da una visión distorsionada. Indiscutiblemente fue un revolucionario que cambió todo, pero no fue un dios".
Según López Oliva, los grandes logros de la Revolución, como la salud y la educación gratuitas o los ideales de solidaridad e internacionalismo se mantienen, aunque debilitados, porque "el tiempo ha ido creando nuevas necesidades y retos, nuevas generaciones con otras aspiraciones", que se encuentran hoy ante un vacío de liderazgo.
Sin embargo, para otros intelectuales de la izquierda militante, como Graziella Pogolotti, el legado de Fidel "está más vigente que nunca", en especial su pensamiento "humanista y anticolonial", que supo ajustar a las demandas de cada momento histórico.
"No solamente atendió a esa batalla por la liberación y la emancipación de los pueblos, sino que desde una fecha temprana advirtió con insistencia sobre los peligros que amenazan la supervivencia de la especie humana", ha dicho esta periodista y ensayista, que preside la Fundación Alejo Carpentier de La Habana.
Frente a las numerosas menciones al "pensamiento de Fidel" en los medios oficiales, el disidente cubano Manuel Cuesta Morúa ha puntualizado que "más que un hombre de pensamiento, fue un hombre de acción, muy pragmático, con cuatro ideas concretas y una presencia abrumadora en la sociedad cubana".
"Cuando uno lee su obra, y sobre todo sus discursos, se da cuenta de que hay muchas contradicciones en las diferentes etapas, que responden no sólo a los cambios del momento, sino que son contradicciones de su propio pensamiento", ha dicho este opositor que promueve la iniciativa #Otro18 para un cambio democrático en Cuba.
Raúl Castro ya ha dicho que dejará el cargo al término de sus dos mandatos pero la transición se antoja gradual porque Rául seguirá siendo el primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC).
Las dificultades que afronta Cuba no son pocas ya que la coyuntura económica no es propicia en la actualidad al registrar un descenso de las exportaciones, que está provocando problemas de liquidez precisamente cuando hay un declive en la ayuda que recibe de su aliado Venezuela.
Los cubanos miran al futuro con escepticismo
Por todo ello, algunos cubanos miran al futuro con escepticismo, como Ariadna Valdivia, quien no ve la manera de mejorar las cosas. "Los sueldos son los mismos, la comida sigue encareciéndose y ahora tenemos a Trump endureciendo el embargo", ha dicho a Reuters esta profesora de instituto de 45 años. "Ni siquiera nosotros sabemos cuál va a ser nuestro futuro".
En lo que respecta a los procesos electorales que tendrán lugar en los próximos meses, los cubanos tan solo podrán participar en las elecciones municipales de este domingo. A continuación habrá elecciones provinciales y elecciones a la Asamblea Nacional, que será la encargada de elegir al sucesor de Raúl Castro, que será casi con toda seguridad el primer vicepresidente Miguel Diaz-Canel.
El director de la Biblioteca Nacional de Cuba, Eduardo Torres, ha dicho que, aunque hay varios políticos bien posicionados para ser presidentes, nunca habrá otro Fidel y el país encara una transición generacional. "Raúl tiene el peso de la generación histórica", ha dicho. "Cuando se marche, será otra generación y otra historia la que empezaremos a construir".
Menos apegados al activismo político que sus padres, los cubanos que ahora tienen entre 20 y 40 años advierten una falta de liderazgo entre las nuevas generaciones en el poder, frente al guía omnipresente que fue Fidel Castro.
Para José Jasán Nieves, un periodista independiente de 31 años, el lugar de Fidel Castro en la historia de Cuba es "incuestionable" y fue la "personalidad cubana más importante del siglo XX que colocó la isla en el mapa mundial".
"Creo que mi generación lo ve como un líder indiscutible, un hombre con grandes aspiraciones humanistas y un gran estadista que dirigió una pésima política económica", ha dicho Nieves.