Óscar Naranjo: "El proceso de paz en Colombia es irreversible"
- El vicepresidente de Colombia ha defendido el Acuerdo con las FARC en RNE
- "Acabar por la fuerza hasta con el último alzado en armas es una utopía"
El 24 de noviembre de 2017 no ha sido un día cualquiera en Colombia. No lo fue tampoco el del año pasado. Entonces se firmó el Acuerdo Final entre el Gobierno y la guerrilla de las FARC. Aquel texto estaba llamado a ser el que iba a cambiar medio siglo de violencia con la mayor organización armada al margen de la ley.
El país ahora analiza los progresos que desde entonces se han logrado. El vicepresidente de la República, el general Óscar Naranjo, ha asegurado en el programa Cinco continentes de Radio Nacional de España que "el acuerdo y la Paz son un asunto irreversible".
La polémica política de la Justicia Especial de Paz
Este histórico policía -reconvertido en político en el último año- no se esconde ante la polémica actual en el Congreso donde no acaban de aprobarse los textos de la ley que defina el sistema de Justicia Especial de Paz. Tras muchos bloqueos y retrasos, la última maniobra de los que no lo tienen claro ha sido la prohibición de participar en los tribunales de paz a aquellos que hayan ejercido como defensores de Derechos Humanos.
"Íbamos muy bien hasta que se introdujeron dos artículos que no hacen parte del texto acordado", sentencia Naranjo. "Expertos juristas tienen claro que eso es inconstitucional, y no estaba eso pactado en el texto original", señala.
Precisamente sobre este tema, se pronunciaba el otrora líder guerrillero Rodrigo Londoño, hoy candidato presidencial del partido FARC. En el acto organizado en el Teatro Colón de Bogotá, donde para firmar la Paz hace un año empleó el 'balígrafo', un antiguo cartucho reciclado que pasó de matar a escribir.
"Aliento a una gigantesca movilización de colombianos y colombianas por que se cumpla, sin burlas, lo pactado", decía el también conocido como Timochenko. A pesar del ácido clima actual en la política, Naranjo se ha mostrado convencido en RNE de que se aprobará antes de que se disuelva el Congreso para las elecciones del mes de marzo.
La violencia sigue viva en Colombia
A pesar del acuerdo, el vicepresidente ha destacado la situación preocupante que se vive por el asesinato de decenas de líderes sociales. "Es una contradicción con el acuerdo y con el momento actual porque el país experimenta la tasa de homicidios más baja de los últimos 42 años. La Fuerza pública tiene que dedicar todos sus esfuerzos en evitar estas muertes, porque ahora, sin la máquina de guerra de las FARC, la capacidad institucional tienen que estar volcada al control y gestión del territorio", dice como si estuviera dando una orden.
Porque la violencia persiste en Colombia. Ya se demostró en Tumaco (Nariño) a primeros del mes de octubre, donde murieron siete campesinos en unas protestas. Primero se acusó a rengados 'farianos' y después a miembros de la fuerza pública. "Allí había una especie de tormenta perfecta. Hay cultivos ilícitos, convergencia de crimen organizado, disidencias de las FARC, problemas sociales", reconoce sin medias tintas.
"Ese es el reflejo del territorio que nos deja un conflicto de 53 años de existencia". El vicepresidente colombiano considera prioritario actuar en los espacios donde el Gobierno ha estado desaparecido durante décadas. Lo mismo ocurre en el departamento del Chocó, donde comprende que sus habitantes digan que la Paz por allí no ha llegado la Paz. No niega el problema y dice que hoy está en una categoría de prioridad máxima para el Gobierno porque persisten el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las 'bandas criminales' (neo-término para hablar de paramilitares).
"Esperamos que el cese al fuego temporal pactado en Quito con el ELN sirva para aliviar a las comunidades. Y en el plano social, esperamos poder lanzar una mayor inversión con el 'Plan Pacífico', porque esta zona de Colombia ocupa el primer puesto en materia de inequidad. Tiene razón ese campesino que dice que no le ha llegado la Paz", concede Naranjo.
El narcotráfico, origen y causa
En el origen de todo esto siempre está la producción de cocaína. Óscar Naranjo fue uno de los policías clave que, desde el sector de la Inteligencia, formó parte de los operativos que desmantelaron en los 90 a los cárteles de Medellín, Cali y Norte del Valle, auténticos emperadores del tráfico mundial. Los hoy de moda hermanos Rodríguez Orejuela o Pablo Escobar, se las vieron con Naranjo, aunque él no salga en las series. No obstante, un libro sobre su vida se llama 'El cazador de la mafia'.
Juicio a todos los actores del conflicto
El que fue director de la Policía Nacional y único general de cuatro estrellas del cuerpo es toda una referencia de la seguridad en el país, pero no tiene problemas en apoyar la inclusión de los agentes del Estado en la Jurisdicción Especial de Paz (JEP) por la que pasarán los guerrilleros.
"Es corregir un error histórico en Colombia porque los desmovilizados tenían un tratamiento especial, pero los agentes del Estado iban a la Justicia ordinaria y tenían menos beneficios". Si finalmente se aprueba la 'JEP' analizará si un guerrillero, paramilitar, soldado o policía, ha hecho algo malo en el conflicto.
Sobre lo que sí dice arrepentirse el hoy vicepresidente de Colombia, es en "no haber sabido antes desde la Policía Nacional entender que una vía política de solución negociada es el camino idóneo para cerrar estos conflictos. Pensar en avanzar militar y policialmente hasta acabar con el último alzado en armas es una utopía".