Los cinco acusados de la violación en Sanfermines se declaran inocentes y piden justicia en su última palabra
- Las defensas piden su absolución en el juicio que queda visto para sentencia
- Los cinco utilizan la última palabra : "Me declaro inocente, confío en la justicia"
- La Fiscalía mantiene su petición de 22 años y 10 meses de cárcel
Las defensas de los cinco acusados de violar en grupo a una joven madrileña de 18 años durante los sanfermines de 2016 han negado que se produjera "una agresión sexual" contra la denunciante y han rechazado en la última sesión del juicio los delitos que se les imputan, de agresión sexual, contra la intimidad y robo con fuerza, unos cargos que el letrado de tres de ellos considera sustentados en pruebas "viciadas de origen".
En el turno de última palabra, una vez terminada la exposición de las conclusiones por parte de las defensas y antes de que el juicio quedara visto para sentencia, los cinco acusados se han declarado inocentes y han asegurado en términos muy similares, que confían en la justicia.
Así se han pronunciado sucesivamente ante el tribunal: "Me declaro y inocente y confío en la justicia"; "me declaro totalmente inocente, confío totalmente en la justicia y espero que esto termine cuanto antes"; "me declaro inocente, confío plenamente en la justicia", y "me declaro inocente, confío en la sala y espero que se haga justicia".
El acusado que reconoció la sustracción del móvil de la joven denunciante ha señalado: "Me arrepiento del hurto del móvil, pido perdón, y de los demás delitos soy inocente y confío en la sala".
"No son modelo de nada, incluso imbéciles"
En la exposición de sus conclusiones, el abogado de tres de los acusados, Agustín Martínez Becerra, ha puesto de relieve que sus clientes no son los autores los vídeos grabados, ya que estaban en los móviles de los otros dos imputados, un militar y un guardia civil.
El letrado ha presentado a sus clientes como personas que "no son modelo de nada", incluso "imbéciles" en algunos aspectos, "simples" y "primarios" con el fútbol o las relaciones sexuales, "cuantas más mejor", pero ha puntualizado que se trata de "buenos hijos" a los que se "está destruyendo sin que hayan cometido el delito".
Para él, policías forales y municipales "renunciaron a actuar" en defensa de la legalidad y la verdad y entraron en contradicciones con "marcas" que unos agentes situaban en una parte de la cara de la chica, otros en otra y otros no vieron; o su actitud "abatida" o "en 10 minutos tranquila" a juicio de otros.
El letrado ha sostenido que el 7 de julio de 2016 "no hubo ninguna agresión sexual" y para sostener esta tesis ha retomado frases que pronunció la denunciante el día que compareció ante el tribunal y que difieren de lo aportados en la denuncia y en instrucción.
Entre ellas ha subrayado "no le taparon la boca", se "estaba besando" y "cogida de la mano" con uno de los acusados cuando comenzaron el resto a entrar en el portal donde tuvo lugar la presunta violación, pensó que "iban a fumar un porro", "no sitió intimidación", "no gritó" y "no se despertó desnuda y sola".
Una declaración "influenciada por terceros"
Mientras, Jesús Pérez, el abogado del guardia civil acusado, suspendido en funciones a raíz de la denuncia, ha afirmado en la exposición de su informe final que la declaración de la denunciante estuvo "influenciada por terceros" y también "instrumentalizada".
Durante una hora y media de exposición ante la sección Segunda de la Audiencia de Navarra, el letrado ha pedido la absolución para su cliente y el principio jurídico 'in dubio pro reo', que quiere decir que, en caso de duda, se favorezca al acusado en la sentencia final.
Por tanto, ha puesto en duda la objetividad del informe de las Policía Foral sobre los vídeos grabados por los acusados y también el realizado por las psicólogas del juzgado sobre la existencia de estrés postraumático en la joven.
La joven "se vio obligada" a denunciar
El último de los letrados en exponer su informe final ha sido Juan Canales, abogado de uno de los acusados que ha afirmado que la joven "no quería denunciar y por las circunstancias se vio obligada" y que si nadie se hubiera acercado a prestarle ayuda, ha asegurado, "no hubiera denunciado".
Canales ha pedido la absolución de su cliente y ha señalado, en una intervención de unos 40 minutos, que "no ha quedado acreditada" la agresión sexual a la joven madrileña y que "no se han encontrado lesiones de ningún tipo".
El abogado se ha sumado a las conclusiones presentadas por los dos abogados de los acusados que le han precedido en la palabra y ha señalado que los procesados "nunca supieron que ella no quería hacer nada".
Tanto esta última sesión como la celebrada este lunes han sido las dos únicas que el tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia ha permitido abrir al público y a los medios de comunicación en las dos semanas que ha durado el juicio.
La Fiscalía ha mantenido su petición de 22 años y 10 meses de cárcel para cada uno de los procesados por un delito continuado de agresión sexual en todas sus formas, delito contra la intimidad y robo con fuerza.
Mientras, la acusación particular ha elevado su petición de condena hasta 24 años y 9 meses, y las populares, ejercidas por el Gobierno de Navarra y el Ayuntamiento de Pamplona, hasta casi 26 años.