Slobodan Praljak, el general que ordenó destruir el puente de Mostar
- Praljak se ha suicidado ante el Tribunal Penal de la Haya para la Antigua Yugoslavia
- Se le ha condenado por deportaciones, tortura, violación y asesinatos de civiles
- Fue uno de los militares croatas más destacados en la guerra de Bosnia
- El puente de Mostar fue un símbolo de la convivencia entre musulmanes y cristianos
El general bosniocroata Slobodan Praljak, que se ha suicidado este miércoles en el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) en La Haya, fue uno de los militares croatas más destacados en la guerra de Bosnia (1992-1995) y, durante la contienda, ordenó destruir el emblemático puente de Mostar.
En plena sesión judicial, Praljak se ha suicidado con veneno, en protesta por la confirmación de la sentencia que le condenaba a veinte años de prisión por crímenes de guerra y de lesa humanidad contra civiles musulmanes. "El general Praljak no es criminal de guerra y rechazo con desprecio ese veredicto", dijo tras escuchar la sentencia y, acto seguido, tomó el veneno.
Praljak era uno de los seis lideres militares y políticos bosniocroatas a los que el TPIY ha confirmado este miércoles la pena. Los seis fueron condenados por haber participado en una "empresa criminal conjunta", que se inició en noviembre de 1991 con la creación de la "Comunidad Croata de Herzeg-Bosnia" que duró hasta marzo de 1994, cuando el Acuerdo de Washington puso fin al conflicto entre croatas y musulmanes en Bosnia.
Crímenes de guerra en el caos de los Balcanes
Este ente territorial, cuya capital era Mostar, nunca fue reconocido a escala internacional y Praljak comandó su Consejo de Defensa de julio a noviembre de 1993.
Cuando estalló la guerra, los habitantes de Mostar, en su gran mayoría bosniomusulmanes y bosniocroatas, unieron sus fuerzas contra los serbobosnios, pero cuando estos se retiraron comenzaron las hostilidades entre ellos.
Los crímenes que se le achacan incluyen, entre otros, la deportación de bosniosmusulmanes de Mostar y la tortura, violación y muerte de unos 40 civiles de la aldea de Stupni Do, en Bosnia central.
Ingeniero, filósofo y artista
Nacido en Capljina, en el sur de Bosnia-Herzegovina, en 1945, estudió en Zagreb y pasó la vida entre Croacia y Bosnia.
Antes de la guerra, Praljak se graduó en ingeniería eléctrica, filosofía y en la Academia de Teatro y Cine de Zagreb y durante un tiempo fue profesor de distintas materias en centros de enseñanza superior. Dirigió obras de teatro, series de televisión, telefilmes y documentales en los años 80.
Junto con Franjo Tudjman, quien luego sería el primer presidente de la Croacia independiente, se convirtió en 1990 en uno de los fundadores del partido conservador-nacionalista Unión Democrática Croata (HDZ) y su secretario general.
En la guerra de Croacia (1991-1995) ascendió rápidamente de comandante a general y en 1992 fue viceministro de Defensa. En 1992 marchó a Bosnia-Herzegovina, donde fue comandante de la zona de operaciones de Herzegovina sudoriental y en 1993 fue durante un tiempo comandante del Consejo Croata de Defensa.
La destrucción del puente de Mostar
Durante su mandato ordenó a su artillería destruir el puente de Mostar, llamado "Stari most" (puente viejo) y levantado en el siglo XVI por ingenieros otomanos.
El puente sobre el río Neretva era considerado un símbolo de la convivencia entre musulmanes y cristianos en la ciudad y su destrucción por la artillería croata en noviembre de 1993 fue una de las imágenes más emblemáticas de la guerra de Bosnia.
El nuevo puente de Mostar, culminado en 2004, es una réplica exacta del anterior y desde 2005 forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
En 1995 Praljak participó en la operación "Tempestad" del Ejercito de Croacia contra la autoproclamada República Serbia de Krajina y luego se retiró.
En 2004 se entregó al TPIY para defender su inocencia de los cargos que se le imputaban. Hasta 2006 estuvo en arresto domiciliario y, desde entonces, en la cárcel. Los medios croatas aseguran que podría haber salido a la calle en tres años, al cumplir dos tercios de sus veinte años de condena.