La Fiscalía holandesa confirma que Slobodan Praljak ingirió veneno ante el Tribunal de La Haya

• El criminal bosniocroata bebió "un producto químico que puede llevar a la muerte"
• El Instituto Forense no ha aclardo de qué sustancia se trata
• Holanda investiga, a petición del Tribunal, un delito de asistencia al suicidio

Investigan cómo el criminal de guerra bosniocroata Praljak pudo conseguir el veneno

El criminal de guerra bosnio-croata Slobodan Praljak ingirió veneno ante el Tribunal Penal para la Antigua Yugoslavia (TPIY). Así lo ha confirmado la Fiscalía holandesa, que investiga el suicidio de Praljak tras escuchar su sentencia a 20 años de cárcel por crímenes de guerra cometidos durante la guerra de Bosnia (1993-1995).

El frasco que el general croata tenía en la mano y del que bebió nada más escuchar la sentencia contenía "un producto químico que puede llevar a la muerte", según ha asegurado la Fiscalía e informa Efe.

El Instituto Forense holandés no ha aclarado la naturaleza de la sustancia. La autopsia determinará las causas exactas del fallecimiento.

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Delito de asistencia al suicidio

Las autoridades holandesas, que se han hecho cargo de las pesquisas a petición del TPIY, investigan dos delitos: la asistencia al suicidio y "la violación de la Ley de Medicamentos.

Los investigadores intentan determinar cómo pudo Praljak hacerse con el veneno, a pesar de la fuerte custodia en prisión y la seguridad dentro del tribunal.

El abogado Erik Kok, que trabajó como asistente legal en el TPIY durante seis años, ha explicado a la televisión holandesa RTL Nieuws que es muy difícil evitar que un recluso obtenga "drogas o teléfonos móviles" dentro de prisión. Además, los sospechosos pueden salir a la calle bajo ciertas condiciones y durante los traslados caminan por los pasillos solos y están en contacto con muchas personas, desde guardias y limpiadores hasta abogados y familiares.

El ala de la prisión holandesa de Scheveningen donde se encarcela a los sospechosos y condenados del TPIY está dirigida por la ONU y los guardias son sus funcionarios, lo que evita cualquier responsabilidad de los Países Bajos en este suceso.

Praljak llevaba desde 2004 bajo arresto y era muy probable que saliese de prisión dentro de unos meses, al cumplir los dos tercios de su condena necesarios para obtener la libertad.