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Desarrollan un nuevo biocombustible con cultivo de algas en aguas residuales

  • El proyecto, denominado "All-gas", está financiado en un 60 % por la Unión Europea
  • Cuadruplica el rendimiento de otros biocombustibles convencionales

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El Comisario Europeo de Acción por el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete recarga un coche durante su visita a las instalaciones de la depuradora El Torno, en Chiclana de la Frontera (Cádiz).
El Comisario Europeo de Acción por el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete recarga un coche durante su visita a las instalaciones de la depuradora El Torno, en Chiclana de la Frontera (Cádiz).

Un cultivo de algas en las aguas residuales de Chiclana de la Frontera ha permitido desarrollar un nuevo biocombustible para automóviles, que acaba de entrar en su fase de demostración a escala industrial.

El proyecto, denominado "All-gas" y financiado en un 60 % por la Unión Europea con siete millones de euros, ha superado con éxito sus diferentes pasos desde que se iniciara hace siete años.

El comisario europeo de Acción por el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete, ha participado este viernes en la inauguración de esta nueva fase y ha surtido en una "gasinera" a uno de los cuarenta vehículos que probarán la eficacia de este nuevo biogás producido en la planta depuradora de El Torno de Chiclana.

"El abandono de los combustibles fósiles va a ser una realidad. En el 2050 vamos a ver la descarbonizacion total de la economía y proyectos como este ponen su granito de arena en ese proceso", ha señalado el comisario europeo.

Cuadruplica el rendimiento de otros biocombustibles convencionales

Dos hectáreas de cultivo de algas (el equivalente a dos campos de fútbol) sobre las aguas residuales de la población de Chiclana de la Frontera servirán para dotar de biogás a cuarenta coches que recorrerán 30.000 kilómetros al año.

Este nuevo producto cuadruplica el rendimiento de otros biocombustibles convencionales.

"Es una revolución", asegura Frank Rogalla, coordinador de este proyecto que lleva a cabo un consorcio de empresas y entidades de seis países liderados por Aqualia.

Esta empresa, que gestiona cerca de cuatrocientas Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales en todo el mundo, ve claro el potencial de futuro de este proceso, llamado a convertirse en el paradigma de la llamada "economía circular".

El proceso se basa en que las aguas residuales, por el nitrógeno y fósforo que desprenden, son un nutriente para las microalgas.

El sol y el aire son dos elementos esenciales para favorecer este crecimiento. De hecho han sido dos de los condicionantes por los que Chiclana de la Frontera fue elegida para llevar a cabo esta investigación.

En unos circuitos exteriores, las microalgas crecen unos tres días, para después entrar en unos sistemas con los que la biomasa se espesa cien veces.

Para el 2050 el transporte de personas podría incrementarse en un 40%

La sencillez del proceso no se ha correspondido con la complicación administrativa del proyecto, según ha explicado el alcalde de Chiclana, José María Román.

"Se abre una capacidad brutal de posibilidades, pero esto no estaba en el guión y se necesita una reestructuración legislativa porque ¿que normativa aplicamos aquí la de depuración de aguas o la de cultivo de algas?", ha ironizado.

Arias Cañete ha destacado la importancia de esta investigación para buscar "combustibles menos nocivos" en un momento en el que se necesita reducir en un 40 por ciento las emisiones de gases de efecto invernadero.

"El sector del transporte es clave en el proceso de descarbonización", ha insistido el comisario europeo, que ha explicado que, mientras que las emisiones de otros ámbitos se han reducido en un 33 por ciento entre 1990 y el 2016,  las del transporte se han incrementado en ese periodo un 33 por ciento.

Las predicciones señalan, según ha dicho, que para el 2050 el transporte de personas incrementará en un 40 por ciento y el de mercancías en un 60 por ciento.