Puigdemont declara ante la Justicia belga el día en el que el Supremo decide si pone en libertad a los exconsellers
- Los exmiembros del Govern esperan quedar en libertad provisional
- Lo mismo ocurre con los líderes de ANC y Òmnium, los 'Jordis'
- El expresident, citado por el juez que dictará sobre las euroórdenes
A pocas horas de que empiece la campaña electoral en Cataluña el lunes por la noche, los miembros del exGovern y los líderes de ANC y Òmnium Cultural están a expensas de la Justicia belga y española. En Bruselas, el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont y los cuatro miembros de su Gobierno que le acompañan allí comparecen ante el tribunal de primera instancia que debe tomar la decisión de si les entrega a España. Mientras, en Madrid, al mismo tiempo, el resto del Ejecutivo cesado y los Jordis esperan conocer si siguen en prisión o no.
El juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena se pronunciará al respecto este lunes tras la comparecencia a petición propia ante el magistrado el pasado viernes, cuando pidieron su puesta en libertad. En su declaración, todos los investigados acataron ante el juez la Carta Magna y la legalidad vigente, así como la aplicación del artículo 155, con el que sin embargo no se mostraron de acuerdo, y se comprometieron a actuar por el cauce legal a partir de ahora.
La Fiscalía solicitó al magistrado que mantenga la prisión preventiva como media cautelar para todos ellos al entender que no se dan las circunstancias para salir de prisión "ante la gravedad de los hechos investigados" y porque considera que en estos momentos persisten los riesgos de fuga, destrucción de pruebas y de reiteración delictiva. La acusación particular, que ejerce VOX, también solicitó lo mismo.
Este lunes, Llarena les comunicará si les mantiene en prisión incondicional o, en cambio, les exige el pago de una fianza para abandonar la cárcel, tal y como decretó para la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, y el resto de la Mesa. El tercer escenario posible implica la libertad provisional con medidas cautelares como la retirada del pasaporte, la prohibición de salir de España y las comparecencias ante el juzgado, recoge Efe.
Oriol Junqueras y los otros siete exconsellers del Govern -Raül Romeva, Carles Mundó, Dolors Bassa, Joaquin Forn, Meritxell Borrás, Jordi Rull, Josep Turull- están en prisión preventiva desde el 2 de noviembre por orden de la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela. Los líderes de ANC y Ómnium -Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, respectivamente- ingresaron en la cárcel el pasado 16 de octubre, también por orden de Lamela, en otra causa por rebelión diferente a la anterior y que ha sido acumulada a la que ahora se instruye en el Supremo.
Todos, salvo Meritxell Borrás y Jordi Cuixart, se presentan a las elecciones del 21D, bien en la lista de Junts per Catalunya, bien en la de ERC, siendo este uno de los motivos por los que pidieron su puesta en libertad: poder participar en la campaña electoral que empieza la noche del lunes 4 de diciembre al martes 5 de diciembre en igualdad de condiciones.
Puigdemont, mientras, declara en Bruselas
También concurren a los comicios del 21D los cinco miembros cesados del Govern que se encuentran en Bélgica. Carles Puigdemont, Clara Ponsatí, Toni Comín, Meritxell Serret y Lluís Puig declaran este lunes a partir de las 09:00 horas ante el juez de primera instancia que examina las euroórdenes españolas que pesan contra ellos. El Ministerio Público belga ha avisado de que "no es posible determinar la duración" de la audiencia, que podría alargarse todo el día. Al término, decidirá la fecha en la que emitirá su decisión, que podría aplazar, "si procede".
El magistrado belga citó a los miembros cesados del Gobierno catalán para que hagan sus alegatos, que deben presentar por escrito. Esta comparecencia es la continuación de una primera vista el pasado 17 de noviembre que apenas duró una hora en el Palacio de Justicia de Bruselas, en la que el Ministerio Público belga pidió ejecutar las euroórdenes que pesan sobre todos. Entonces no intervinieron las defensas de los reclamados por España, sino que el juez neerlandés -idioma escogido por los acusados para el proceso- optó por aplazar la audiencia tres semanas, para dar tiempo a preparar las argumentaciones.
Entre tanto, las partes han tenido que presentar sus argumentos escritos y han podido "intercambiar documentos" para preparar la vista, según varias fuentes consultadas por Europa Press. La defensa cuenta con alegatos "muy extensos" que van desde cuestionar que los delitos que se les imputa en España tengan su encaje en el ordenamiento jurídico belga (doble incriminación) hasta sostener que si son entregados se enfrentarán a un juicio "político" y "falto de garantías", han añadido fuentes de la defensa consultadas por Europa Press.
No hay plazos estrictos para una decisión en casos de personas que no se encuentran en prisión, pero fuentes de la defensa de Puigdemont consultadas por Europa Press estiman que el Tribunal podría tardar "entre ocho y diez días" en tomar una decisión. Con todo, la decisión de la Cámara del Consejo de Bruselas (tribunal de primera instancia) es apelable en el plazo de 24 horas por cualquiera de las partes, en cuyo caso el recurso pasaría al Tribunal de Apelación. Las partes podrían recurrir finalmente al Tribunal de Casación, aunque no constituye una tercera instancia ya que la corte no examina los hechos del asunto, sino que controla el cumplimiento de la legalidad durante el proceso.
Así las cosas, el proceso para que la Justicia belga tome una decisión definitiva puede durar hasta un máximo de 90 días, de acuerdo a las reglas de la Unión Europea que rigen en las euroórdenes, con lo que lo más probable es que no se resuelva el caso hasta pasadas las elecciones del 21 de diciembre si se agotan todos los plazos. De esta forma, Puigdemont -cabeza de lista de Junts per Catalunya- estará en Bélgica durante la campaña electoral, motivo por el que el expresidente de la Generalitat realizará actos desde Bruselas.