Junqueras, el soberanista de izquierdas que reflotó a ERC y que aspira a ganar desde la cárcel
- Tras la debacle de ERC en 2010, consiguió doblar los escaños en 2012
- Ha transformado al partido de bisagra a centro de la política catalana
- Se afilió en 2010 y en 2011 era elegido líder de los republicanos
- Catedrático en Historia Moderna, fue alcalde de Sant Vicenç del Horts
Oriol Junqueras (Barcelona, 1969) fue el artífice del renacimiento de ERC tras la debacle electoral del partido en 2010 y quien ha conseguido en los últimos años que la formación pase de ser mera bisagra de gobiernos a partido esencial en la vida política de Cataluña. Parte en estas anómalas elecciones como el líder mejor valorado y como el favorito para hacerse con el triunfo electoral, y lo hace desde la cárcel y como cesado vicepresident de la Generalitat y exconseller de Economía. Su papel en el 'procés' ha sido esencial en los últimos años y fue uno de los promotores en 2015 de la coalición soberanista Junts pel Sí, que arrastró a CDC a su independentismo más puro.
Este soberanista de izquierdas empezó tarde en la política pero ascendió rápido. Su carrera se inicia en 2009 cuando, como candidato independiente, concurrió a las elecciones europeas bajo una coalición de partidos soberanistas, consiguiendo un escaño. Un año después se afilió a ERC y se hizo con la Alcaldía de Sant Vicenç del Horts (Barcelona). En 2011 pasó de reciente afiliado a convertirse en líder de ERC, en sustitución de Joan Puigcercos.
El salto absoluto de ERC llega en las elecciones autonómicas de 2012 donde, como cabeza de lista, desbanca al PSC de su histórica condición de segunda fuerza en Cataluña y consigue más del doble de los escaños que tenía, pasando de 10 a 21. Año tras año, los números avalan a Junqueras y en 2015 es ratificado como presidente de ERC y decide formar tándem soberanista con CDC. Ahora, aupado por las encuestas, concurre en solitario, aunque dice que su candidato "también es el presidente legítimo, Puigdemont".
Su mano derecha en el partido es Marta Rovira, precisamente a quien Junqueras apunta como posible presidenta de la Generalitat, si él sigue en la cárcel. Hombre de pactos, de tono tranquilo y de calculada ambigüedad, fue el interlocutor directo de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Saénz de Santamaría, en las ahora rotas relaciones Gobierno-Govern. Es catedrático en Historia Moderna y Contemporánea en la Universidad Autónoma de Barcelona, y ha trabajado como profesor en esa misma universidad. También ha sido asesor y guionista y es autor de varios libros.
"Antes que independentista, soy demócrata, y antes que demócrata, buena persona". Así se autodefinió Junqueras, en un mitin reciente. También se destaca a sí mismo como católico practicante, de misa semanal, y utilizó su fe como argumento de defensa ante el juez en su causa por rebelión: "Soy creyente, la violencia me parece fuera de lugar". Ha sabido llegar al corazón soberanista de muchos catalanes. En 2014 casi rompía a llorar en una entrevista en defensa de la independencia y este septiembre llegaba también al borde de las lágrimas tras las actuaciones del Estado por el referéndum del 1-O.
Junqueras, en cinco frases
"Queremos convencer a una mayoría cada vez más grande de nuestra sociedad de que nuestro proyecto vale la pena, de que es una aventura extraordinaria, la aventura de la libertad".
"Hagámoslo, hagámoslo de una vez, por favor. Lo pido con esperanza y al mismo tiempo con la angustia de aquel que sabe que perder el tiempo no es bueno". Así pedía en 2014 al president Artur Mas avanzar hacia la independencia.
"El PP, con la absoluta complicidad del PSOE, ha entrado en Cataluña con la decidida voluntad de intervenir el modelo educativo, de controlar los medios de comunicación, de poner nuestro cuerpo policial a su servicio, de descapitalizar el país, de convertirlo en una provincia más de una España uniforme que no tolera la pluralidad nacional, de aplastar toda disidencia por democrática que sea y de liquidar toda esperanza de diálogo. Y eso no lo podemos permitir, no quedaremos impasibles".
"Vaticinios de este tipo los oímos desde hace muchos años y aún no han sucedido. Estamos en una economía global basada en internet. Creo que no va a haber huida empresarial". Negaba así a principios de octubre la fuga de empresas de Cataluña. Posteriormente, llegó a decir: "Se van a los Países Catalanes, no a Madrid".
"Va siendo hora de que en este país una mujer esté al frente, una mujer que no se rinde". Se refería así, en una carta desde la cárcel, a la posibilidad de que su número dos, Marta Rovira, sea investida como presidenta de la Generalitat.
Expectativa electoral
Aunque en la mayoría de encuestas dan como candidato favorito a Junqueras, en el último sondeo del CIS empata en escaños con Ciudadanos, que incluso supera a los republicanos en votos. Eso sí, Junqueras es el único de los candidatos que aprueba con la valoración más alta- 5,12-.
Se rodea en su lista de todos sus exconsellers encarcelados o huidos, de la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, y de algunos independientes en una lista que se caracteriza, según los republicanos, por su "transversalidad, diversidad y apertura".