La Organización de Estados Americanos se niega a respaldar la victoria de Hernández en Honduras
- Pide un nuevo recuento de un tercio de los votos por "irregularidades y errores"
- Cientos de policías antidisturbios hacen huelga de "brazos caídos" y rechazan aplicar el toque de queda
La Organización de Estados Americanos (OEA) se ha negado a respaldar la reelección proclamada por el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, como consecuencia -ha explicado- de las irregularidades y errores producidos durante el proceso electoral. El organismo de cooperación regional -que ha actuado como uno de los observadores internacionales de las elecciones presidenciales del pasado día 26- ha pedido un nuevo recuento de casi un tercio de los votos, con lo que apoya las denuncias de la oposición del país centroamericano.
Las autoridades electorales hondureñas dieron por concluido este lunes el recuento especial de un millar de actas declaradas inconsistentes, mientras que la oposición solicitaba la revisión de casi 6.000 actas.
Pese a terminar ese recuento, el Tribunal Supremo Electoral rechazó proclamar un vencedor, argumentando que podían presentarse nuevos recursos. Los resultados provisionales dan al actual presidente, el conservador Hernández, un 42,98% de los votos, frente al 41,39% de los sufragios obtenidos por el líder de la oposición, el izquierdista y periodista Salvador Nasralla.
"El estrecho margen, junto con las irregularidades, errores y problemas sistemáticos que han rodeado estas elecciones no permiten a la misión estar segura sobre los resultados", ha señalado el expresidente boliviano Jorge Quiroga, jefe de la misión de observadores de la OEA en Honduras.
Además, en la noche del lunes, varios centenares de policías del grupo especial Cobra se han declarado en huelga de brazos caídos y se han negado a aplicar el estado de emergencia decretado el fin de semana pasado por el Gobierno de Tegucigalpa y a reprimir las manifestaciones de la oposición, que denuncia el "fraude" electoral.
Los agentes antidisturbios han protestado en las calles, apoyados por policías de otras unidades y en medio de los aplausos de muchos ciudadanos, algunos de los cuales han llevado pancartas con lemas como "Quiero a la Policía".
"La verdad es que nosotros no queremos luchar contra el pueblo", ha reconocido a la agencia France Presse uno de los agentes, que ha añadido: "Lo que exigimos es que la paz se instale, que este problema se resuelva y que no haya más muerte ni más sangre".
Ante el plante de los policías, el Gobierno ha retrasado dos horas la entrada en vigor del toque de queda (de las seis a las ocho de la tarde, hora local) y ha achacado la protesta a un supuesto retraso en el pago de salarios.