El sistema de pensiones español, entre los más generosos de la OCDE
- Ese organismo alerta de los riesgos para la sostenibilidad del modelo actual
- En 2050, será el segundo país más envejecido de la organización
- Ese año prevé que haya 76 personas con más de 65 años por cada 100 entre 20 y 64
El sistema de pensiones español seguirá siendo, en términos relativos, uno de los más generosos de los países de la OCDE si no se modifica el actual modelo, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que también alerta del desafío para su sostenibilidad financiera que supone el rápido envejecimiento de la población española. En 2050, España será el segundo país más envejecido de los 30 miembros de ese organismo, sólo por detrás de Japón.
Ésas son las conclusiones del informe sobre pensiones que la OCDE publica cada dos años, donde integra en sus proyecciones las reformas realizadas en los Estados miembros hasta septiembre de 2017. (Ver documento en pdf)
Una de los procentajes más altos de pensión sobre salario
Con el sistema actual, la tasa de reemplazo de las pensiones en España (el porcentaje de pensión sobre el salario) será del 82% para un joven de 20 años que haya empezado su vida activa en 2016 y que cubra el período completo de cotización para jubilarse. Esa proporción está muy por encima del 63% de la media de la OCDE e, incluso, del 71% en la Unión Europea.
Según las proyecciones del organismo internacional, habrá tasas de reemplazo más altas en Turquía (102%), Holanda (ligeramente por encima del 100%), Portugal o Italia.
Sin embargo, España adelanta por mucho a Francia (74%), Alemania, EE.UU. (menos del 60% en ambos casos) y, sobre todo, México (30%) y Reino Unido (29%).
En la presentación del estudio, el especialista en pensiones de la OCDE Hervé Boulhol ha explicado que esa cifra de España ya integra la reforma que se hizo en 2013 y que, desde 2019, vinculará esa tasa de reemplazo a la evolución de la esperanza de vida.
De acuerdo con los últimos datos comparables disponibles de 2014, los ingresos de los mayores de 65 años en España son de los más elevados de los países miembros, casi el 100% de los ingresos medios de la población total. Esto sólo se ve superado por lo que sucede en Israel, Luxemburgo y, sobre todo, Francia.
La OCDE no incluye en su estudio indicadores sobre la sostenibilidad económica de los sistemas de pensiones debido -argumenta- a la extrema complejidad de los cálculos y porque la financiación es muy diferente en cada país, con cotizaciones sociales, pero también con aportaciones de distintos impuestos.
El paro y la elevada temporalidad reducen las pensiones
En cualquier caso, la organización advierte de que el paro persistente en España y la alta tasa de temporalidad reducen los derechos de pensión para una parte significativa de la población en edad de trabajar.
Otro problema para la viabilidad financiera del sistema español de pensiones es la baja tasa de empleo de las personas de más de 55 años, muy por debajo de la media, en particular el grupo de 65 a 69 años, donde es la más baja de los países de la OCDE.
De hecho, la edad media efectiva de salida del mercado laboral, que había subido antes de la crisis, se ha estancado en 62 años para hombres y mujeres, cuando la media en la OCDE es de 65 años para los primeros y 62 para las segundas.
Eso contrasta con la edad legal de jubilación, que se sitúa en la actualidad en 65,3 años, y que se incrementará progresivamente en España para llegar a 67 años en el año 2027.
Sin embargo, esa edad tampoco será real, ya que los que hayan cubierto por completo el período de cotización en 2027 (38,5 años frente a los 36,5 actuales) podrán continuar jubilándose a los 65, que está por debajo de los 65,8 años de media en la OCDE.
En 2050, habrá 76 mayores de 65 años por cada 100 entre 20 y 64 años
Este sistema difiere mucho del fijado en algunos países que han vinculado automáticamente esa edad de jubilación al esperado incremento de la esperanza de vida (Dinamarca hasta los 74 años, Italia y Holanda hasta los 71).
Los autores del documento de la OCDE subrayan que España afronta un rápido envejecimiento, hasta el punto de que, según la ONU, en 2050 habrá 76 personas de más de 65 años por cada 100 entre 20 y 64. Ésa es la segunda tasa de dependencia más alta, sólo por detrás de Japón, cuando en 2015 España se colocaba, con menos del 35%, en décimo tercera posición, más cerca de la media del 27,9% en la OCDE.
Sin embargo, esa tasa es inferior a la proyectada por la Fundación Mapfre, que pronostica que ese mismo año, 2050, la proporción será de 1,3 personas mayores de 65 años por cada una entre 20 y 64 años.
También es diferente a la tasa de dependencia calculada por la agencia estadística europea Eurostat, y limita al 69% la cifra para España a mediados de siglo.