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Jerusalén, una ciudad sin Estado para la comunidad internacional

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Jerusalén, una ciudad sin Estado para la comunidad internacional

Jerusalén, sagrada para el Cristianismo, el Judaísmo y el Islam, es una ciudad disputada en la que la comunidad internacional no reconoce desde hace 70 años soberanía ni a israelíes ni a palestinos hasta que estos lleguen a un acuerdo de paz. Ciudad santa -conquistada, destruida y reconstruida una y otra vez- es el disputado corazón del conflicto palestino israelí.

Por ello, la decisión del pasado diciembre de Donald Trump de reconocer Jerusalén como capital de Israel rompió un consenso internacional de décadas que ha culminado este lunes con la apertura de la embajada estadounidense en plena Línea Verde, esa tierra de nadie símbolo del armisticio de 1948. Una decisión que pasa por alto toda una serie de resoluciones de Naciones Unidas sobre la ciudad y, advierten los países árabes, amenaza la seguridad de toda la región.

De momento, el coste de que la bandera de rayas y estrellas ondee en la ciudad santa es de al menos 37 palestinos muertos y 1.700 heridos en las protestas en la Franja de Gaza.

Una mujer camina junto a un graffiti del presidente de EE.UU., Donald Trump, en el muro de separación israelí de la ciudad cisjordana de Belén EFE/Abed Al Hashlamoun

¿Por qué es importante el statuo quo de Jerusalén?

Desde 1947, cuando la Asamblea General de la ONU aprobó el Plan de Partición de Palestina entre un Estado árabe y otro judío con la resolución 181, el estatuto de Jerusalén está por determinar.

El plan establecía que la ciudad y sus alrededores (incluido Belén) quedarían bajo control internacional durante una década y preveía la celebración de un plebiscito para decidir su condición.

Así, se creaba lo que se denominó "corpus separatum", una entidad aparte administrada por Naciones Unidas con un régimen internacional especial. Pero el estallido de la guerra árabe-israelí truncó la posibilidad de que Jerusalén fuese gobernada a través de un estatuto particular, que nunca se llegó a desarrollar.

Jordania controla la parte oriental e Israel, la occidental

Con el armisticio de 1949, la ciudad santa quedó dividida: la parte oriental -con la Ciudad Vieja y los lugares sagrados- quedó bajo control de Jordania y la zona occidental bajo gobierno de Israel. La ciudad quedó partida en dos con barricadas, alambradas, vallas, puestos de control y torres de vigilancia militares.

Donald Trump, prevé anunciar su reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel y ordenar que se traslade allí la embajada estadounidense EFE/ Atef Safadi

Un año más tarde, la Knéset (Parlamento) aprobó una Ley Fundamental que declaró la parte oeste como capital de Israel.

En 1967, con la Guerra de los Seis Días, Israel ocupó el este de Jerusalén (así como Cisjordania, Gaza y los Altos del Golán), un avance al que la ONU reaccionó con la resolución 2253, que declaró ilegales todas las actividades de Israel en la parte oriental y reclamó que cesaran de inmediato.

Poco después, la Asamblea General aprobó la resolución 2254, que condenó el incumplimiento israelí de la resolución anterior, reiteró que debía dejar de actuar en Jerusalén Oriental e insistió en que no podía modificar el "statu quo" de la ciudad.

A estos textos internacionales se añadió en 1968 la resolución 252 del Consejo de Seguridad, que instó de nuevo a Israel a cesar todas sus actividades en la parte este, las calificó de ilegales y condenó la ocupación por las armas de cualquier territorio.

Mientras las condenas internacionales se iban sucediendo, la Knéset aprobó una ley para proteger los monumentos sagrados de la Ciudad Vieja, pero la contienda legal para el control de la ciudad estaba servida.

Desde 1980, Israel considera a Jerusalén como su capital

En los siguientes años, Israel mantuvo Jerusalén Este bajo su control y en 1980 se anexionó unilateralmente esa parte, creó una sola entidad administrativa y amplió sus fronteras a los suburbios. A través de una enmienda de la Ley Fundamental de 1950, pasó a considerar Jerusalén "completa y unida", como su capital.

Ese mismo año, la comunidad internacional rechazó las pretensiones israelíes con la resolución del Consejo de Seguridad 476, que certificó que las medidas tomadas por Israel carecían de validez jurídica.

Poco después, ratificó esa condena y aprobó una nueva decisión, la 478, en la que exhortó a todos los países de la comunidad internacional a retirar sus embajadas de la ciudad santa.

Llegó a tener 16 embajadas

Tras el nacimiento de Israel en 1948, varios países establecieron sus embajadas en Jerusalén, que llegó a tener 16 de estas legaciones en los años 50, once de ellas de países latinoamericanos, recordaba hoy el diario "Haaretz".

Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Panamá, Uruguay, Venezuela, Costa de Marfil, el entonces Zaire, Kenia, Holanda y Haití tenían en la ciudad su representación oficial.

Los tres países africanos las retiraron en 1973, tras instar a ello el Movimiento de Países No Alineados, y el resto siguió este camino tras la petición de la ONU en 1980, excepto El Salvador y Costa Rica, que fueron los últimos en retirarlas, en 2006.

En la actualidad, aunque hay consulados generales, ningún país mantiene su embajada en la ciudad y, hasta ahora, el consenso internacional para condicionar la capitalidad de Jerusalén a un acuerdo de paz entre israelíes y palestinos era absoluto.

El presidente de EE.UU., Donald Trump, prevé anunciar hoy su reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel EFE/ Atef Safadi

Gobernada por una Alcaldía bajo jurisdicción israelí

Pese a la falta de reconocimiento, la ciudad es de facto gobernada como una sola entidad a través de la Alcaldía bajo jurisdicción israelí.

Un tercio de sus habitantes -la mayoría de ellos residentes en el este- son palestinos, la mayoría de los cuales niega la soberanía israelí sobre la urbe y tiene un estatus de residente permanente, no de ciudadano.

Jerusalén alberga a cristianos, musulmanes y judíos. Los cristianos tienen dos barrios y en ellos están los tres lugares más sagrados del mundo. Uno de ellos es la Iglesia del Santo Sepulcro. Está ubicada en un lugar importante para la historia de Jesús. Allí murió, fue crucificado y resucitó.

El barrio musulmán es el más grande de los cuatro y contiene la Cúpula de la Roca, donde está roca donde se subió Mahoma para subir a los cielos y la Mezquita de Al Aqsa.

El barrio judío incluye el popular Muro de las Lamentaciones. Los judíos creen que allí se puso la primera piedra donde se construyó el mundo. Dentro estaba el templo del Santo de los Santos, el lugar más sagrado para el Judaísmo. Muchos judíos creen que es la Cúpula de la Roca. El Muro de las Lamentaciones es el lugar de rezo más cercano a Santo de los Santos donde cada año van a visitar millones de visitantes.