'Doom VFR', el infierno desde dentro
- Bethesda vuelve a trasladar un clásico de los videojuegos a la realidad virtual
- El infierno de 'Doom' vivido desde dentro pero con una menor duración
- El título se puede jugar con 'Dualshock', los 'Move' o el 'Aim Controller'
Bethesda le ha cogido el gustillo a esto de la realidad virtual y si hace algo menos de un mes se atrevía con la versión VR de 'Skyrim', uno de los mejores videojuegos de los últimos años, ahora presenta otro clásico, pero esta vez del 'shooter' Doom para las VR .
Las siglas que suceden a Doom VFR, sí, significan lo que parece: "Virtual Fucking Reality", pero ¿tan extrema es la experiencia de vivir el título desde dentro? La primera diferencia respecto al FPS estrenado el año pasado es la historia.
Ahora ya no nos metemos en la piel de un soldado, sino que encarnaremos en un robot con la mente de un científico. Y aunque el protagonista y la historia son diferentes, el escenario es el mismo, la base científica de Marte asediada por los demonios. El objetivo es matar a tantos como puedas y averiguar qué ha pasado.
Doom se caracteriza por ser un juego muy frenético y de movimientos rapidísimos, algo que parece poco compatible con la realidad virtual y los mareos. Por eso, Bethesda ha tenido que bajar revoluciones a esta versión y la acción, aunque no deja de ser apabullante, pierde ritmo respecto al juego estrenado en 2016. También la duración baja considerablemente, hasta poco más de cuatro horas.
Los gráficos no llegan a la calidad del original, pero sí que se pueden considerar de lo mejor que hay en el mercado actualmente para los dispositivos de realidad virtual. Al igual que en Skyrim VR, Bethesda ha apostado por hacer una experiencia muy controlable para ajustar la acción a las necesidades del jugador.
Tres maneras de controlar 'Doom VFR'
Doom VFR se puede disfrutar con el 'dualshock' de la PS4, los PS 'Move' o el 'Aim Controller'. Dentro del juego hay tres maneras de moverse, con el teletransporte, el movimiento directo y en segmentos de 30 grados. Hay tres niveles de dificultad para afrontar la batalla.
A la primera opción cuesta acostumbrase algo de tiempo, aunque habrá que usarla con frecuencia en los combates, combinándola con los esprints. Además, también podemos evitar que nos pillen los demonios por la espalda, con un giro de 180 grados, que será muy útil.
Otra de las cosas que suman en este Doom VFR es que nuestro 'cibercientífico' portará un arma en cada mano, muy necesario para destripar y desparramar las vísceras de toda clase de demonios que nos encontraremos en las instalaciones de la UAC.
A pesar de que pueda quedarse algo corto en la duración, habrá jugadores que lo agradezcan, ya que las experiencias prolongadas con las gafas de realidad virtual no suelen ser muy cómodas.
Doom VFR está doblado al español y la banda sonora sigue siendo tan cañera como su versión FPS. Algo imprescindible en un juego tan frenético y de tanta acción. Los espacios tranquilos y de exploración son más bien pocos.
Conclusión:
Bethesda continúa con su apuesta de trasladar juegos clásicos y muy famosos al universo de la realidad virtual y lo ha vuelto a hacer con mucho criterio. Muestra otra manera de afrontar la experiencia del universo demomiaco de Doom, si eres un buen chico, será la mejor manera de experimentar el infierno desde dentro.
Se tarda algo de tiempo en adaptarte a los diferentes tipos de controles, aunque la multitud de opciones que hay de configuración ofrece una experiencia al gusto del consumidor. Su poca duración, algo más de cuatro horas, no evitará que disfrutemos de un juego muy cuidado en su aspecto gráfico. El precio también es inferior al de un título tradicional.
[Análisis realizado con copia facilitada por Bethesda para las VR de PS4]