El Bolshói niega cambios en el ballet 'Nureyev', que se estrena con su director bajo arresto domiciliario
- El director y escenógrafo, Serebrennikov, es conocido por sus críticas al Kremlin
- El estreno se aplazó en julio y muchos acusaron al Bolshói de ceder a presiones
- Fue la primera vez desde que cayó la URSS que suspendió un espectáculo
El director general del Teatro Bolshói, Vladímir Urin, ha negado que se hayan introducido cambios en el ballet sobre la vida del bailarín Rudolf Nureyev, cuyo estreno, aplazado ya en una ocasión, tiene lugar esta sábado, con su director y escenógrafo, Kirill Serebrennikov, bajo arresto domiciliario.
"Asistí a los ensayos ayer y anteayer, y no vi ningún cambio. Y estos, si es que los hubiera, estarían consensuados con el coreógrafo y el director, porque están en su derecho. La dirección del teatro no ha interferido", ha dicho Urin a los periodistas.
Al mismo tiempo, ha adelantado que el espectáculo con toda seguridad dará que hablar. "Sin duda, habrá polémica. Les gustará a algunos espectadores y en otros provocará rechazo", ha dicho, mientras ha insistido en que una de las funciones del arte es hablar de los asuntos que preocupan a la gente, "y yo no veo nada malo en eso".
El bailarín ruso Vladisláv Lantrátov, que interpreta a Nureyev, ha dicho que Serébrennikov, bajo arresto domiciliario acusado de malversación de fondos públicos, dirigió los ensayos a distancia. "Serébrennikov controló los ensayos y no abandonó el proceso".
Dos horas y media de espectáculo
El artista ha indicado que todos los participantes en el espectáculo estaban muy preocupados y soñaban con que el estreno del ballet finalmente se produjera. "El espectáculo cobrará vida y para nosotros es motivo para una gran felicidad", ha confesado.
El bailarín ha señalado que Nureyev es un espectáculo completamente nuevo y "grandioso" que en dos horas y media repasa toda la vida de uno de los mejores bailarines clásicos del siglo XX.
Tras el aplazamiento de Nureyev el pasado julio, muchas voces críticas acusaron al Bolshói de haber cedido a presiones para suspender la obra de Serebrennikov, conocido por sus críticas al Kremlin y a la Iglesia Ortodoxa Rusa.
Fue la primera vez desde que cayó la URSS que la catedral del ballet mundial suspendió un espectáculo -en todo el siglo XX solo lo hizo tres veces-, pero lo más inaudito es que fue la primera vez en sus dos siglos y medio de historia que lo hizo a tres días del estreno.