La Audiencia Nacional impone 80 millones de fianza a la excúpula de Caixanova por un préstamo fraudulento
- Están acusados de delitos de administración desleal y blanqueo de capitales
- Concedieron un crédito a una sociedad vinculada a antiguos gestores del banco
- El dinero no se usó para reflotar la empresa, sino que acabó en cuentas de los accionistas
El juez de la Audiencia Nacional José de la Mata ha impuesto una fianza de 80 millones de euros a los exdirectivos de Caixanova acusados de los delitos de administración desleal y blanqueo de capitales en la concesión de un préstamo a una sociedad vinculada a antiguos gestores de la entidad gallega.
La fianza marcada por el titular del juzgado de instrucción núm. 5 coincide con el supuesto deterioro ocasionado a la caja gallega por la operación decidida por el expresidente Julio Fernández Gayoso, los exdirectores generales Gregorio Gorriarán y José Luis Pego, el subdirector general de la caja entre 2009 y 2010, Domingo Gonzalez, y el exdirector de la oficina principal José Benito Parente.
Fernández Gayoso, Gorriarán y Pego ya fueron condenados en 2015 a dos años de prisión por el cobro indebido de prejubilaciones cuando dirigían Novacaixagalicia.
La Fiscalía sostiene que, en otoño de 2005, Caixanova concedió un crédito a la sociedad Promalar, en la que tenían intereses el expresidente de la entidad Guillermo Alonso y el exconsejero Fernando García del Valle, con el objetivo de "ayudar a reflotarla" dadas sus "serias dificultades económicas".
El préstamo acabó en cuentas bancarias de los accionistas
En opinión del fiscal, los máximos gestores gallegos "querían beneficiar económicamente a los accionistas por su estrecha relación" con la caja, "facilitando su salida de la sociedad en condiciones favorables", a pesar de contravenir los intereses de la propia Caixanova.
Para ello "se simularon contratos que ocultaban la verdadera naturaleza y la finalidad de las operaciones de financiación concedidas a Promalar", fundada en 1999 por el también investigado Juan Lago -que era su administrador- para la compraventa de inmuebles y la promoción inmobiliaria.
Promalar recibió un primer préstamo de Caixanova de 60 millones de euros y, posteriormente, otros dos: uno de 9,25 millones y otro de 5 millones de euros.
Pero el destino de los fondos no fue reflotar la empresa, sino beneficiar a sus accionistas mediante transferencias a varias cuentas bancarias, según la Fiscalía Anticorrupción.
El daño ocasionado trascendería a los propios intereses de Caixanova, al tratarse de una entidad intervenida por el Banco de España y que ha pasado a ser administrada por el Fondo de Reestructuración Bancaria (FROB), por lo que se trata de un caso de "grave repercusión en la seguridad de la economía nacional".