El republicano Roy Moore, derrotado en la carrera al Senado tras ser acusado de abusos sexuales
- Supone un duro golpe para Trump, que ve estrecharse su ventaja en la Cámara Alta
- El demócrata Doug Jones gana por poco en Alabama, un estado muy conservador
El exfiscal demócrata Doug Jones ha ganado por un estrecho margen el escaño del Senado que se jugaba con el juez ultraconservador Roy Moore en el Estado de Alabama, después de una campaña electoral marcada por las acusaciones de abusos sexuales contra Moore. La derrota del candidato republicano supone un duro golpe para el presidente Donald Trump, que había respaldado a Moore, ya que reduce aún más la estrecha mayoría de su partido en la Cámara Alta.
La elección de este senador se produce para ocupar el escaño dejado por Jeff Sessions al ser nombrado fiscal general por Trump.
El reparto del Senado queda ahora con 51 senadores republicanos frente a 49 demócratas, lo que dificultará la aprobación de iniciativas republicanas y abre la puerta a que el Partido Demócrata recupere el control de la Cámara en las elecciones legislativas del año que viene.
Este estrecho margen ya impidió a Trump derogar Obamacare (la ley sanitaria de su predecesor, Barack Obama) y obligó a que el vicepresidente, Mike Pence, tuviese que acudir a la Cámara Alta para deshacer empates a 50 en seis ocasiones.
El vencedor, Doug Jones, fue fiscal durante la Administración de Bill Clinton y procesó a varios miembros del Ku Klux Klan por un atentado en una iglesia de Birmingham en el que murieron cuatro niñas pequeñas en 1963.
El triunfo demócrata -con un 49,9% de los votos frente al 48,4% logrado por Moore- ha sido una sorpresa, ya que Alabama es uno de los estados más conservadores de EE.UU. y no había elegido singún senador de ese partido en más de 25 años, desde que salió Howell Heflin en 1990.
Un juez bajo la sombra de los abusos sexuales
En ese resultado han pesado mucho las acusaciones de abusos sexuales lanzadas contra Moore por ocho mujeres, que aseguran que el juez las acosó cuando él tenía 30 años y ellas eran menores. Roy Moore, de 70 años, ha negado las acusaciones y asegura que no conoce a ninguna de esas mujeres.
Además, el juez -cristiano y muy conservador- ganó por sorpresa las primarias republicanas después de haber sido retirado en dos ocasiones de su puesto en el Tribunal Supremo del estado por ignorar la ley federal en sus decisiones.
Aupado por el exestratega jefe de la Casa Blanca Steve Bannon, Moore decidió seguir en la contienda pese a las acusaciones de abusos, mientras otras acusaciones de abuso sexual sacudían Hollywood y el Congreso, y terminaban con la carrera de casi medio centenar de productores, congresistas, actores y periodistas.
Aunque en un principio fue rechazado por los republicanos de tendencia moderada de Washington, que incluso amenazaron con expulsarle del Senado si llegaba a ganar las elecciones, Trump decidió apoyarle ante la frágil mayoría (52 a 48) que su partido mantenía en la Cámara Alta.
Aunque no ha acudido a Alabama, Trump ha pedido activamente el voto para Moore a través de Twitter, con llamadas telefónicas (igual que hizo Obama para Jones) y en un mitin, el pasado viernes, en una ciudad de Florida fronteriza con ese estado sureño.
Moore, por su lado, creyó que sus postulados ultraconservadores -como que "la conducta homosexual debería ser ilegal" o una interpretación bíblica de la Constitución- bastarían para ganar en la misma Alabama rural y evangélica en la que Trump le sacó 28 puntos a la demócrata Hillary Clinton hace un año.
Los demócratas constataron rápidamente la debilidad de Moore y pusieron toda la maquinaria del partido a trabajar en unas elecciones que en condiciones normales hubiesen dado por perdidas antes de empezar.
Buscaron el voto en las ciudades -más progresistas que el campo-, en los suburbios urbanos con votantes republicanos moderados y también en el llamado "cinturón negro" de Alabama, una región agrícola de plantaciones de algodón poblada por afroamericanos y en la que hizo campaña la exestrella de la NBA Charles Barkley.
Trump reconoce la derrota
Al conocerse el resultado, Trump ha felicitado a Jones por su "dura victoria". "La gente en Alabama es fantástica, y los republicanos tendrán otra oportunidad para este puesto en muy poco tiempo", ha afirmado el presidente, al mismo tiempo que ha lamentado los casi de 23.000 votos (1,7%) que los electores depositaron para candidatos que no participaron en la contienda a través del método write-in.
Muchos de esos write-in se atribuyen a Luther Strange, el republicano que cayó ante Moore en las primarias y al que apoyaba el aparato del partido.
A diferencia de Trump, Moore no ha reconocido su derrota ante sus decepcionados seguidores en Alabama. Ha señalado que la elección "no ha terminado", ha instado a realizar un recuento y ha asegurado que "Dios tiene siempre el control".
Sin embargo, el secretario de Estado de Alabama, el republicano John Merrill, ha reiterado que la gente ya "se ha expresado alto y claro" y que es "muy improbable" que el resultado cambie. Una vez conocida la derrota de Moore, el senador republicano por Arizona Jeff Flake ha tuiteado: "Gana la decencia".