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Rumanía despide con honores de Estado a su último rey

  • Miguel I falleció el 5 de diciembre a los 96 años de edad
  • Miguel Hohenzollern-Sigmaringen reinó entre 1927 y 1930 y entre 1940 y 1947
  • Los reyes eméritos de España, Juan Carlos y Sofía, han acudido a las exequias

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Rumanía ha rendido hoy su último homenaje al rey Miguel I

Rumanía, una república desde hace 70 años, ha enterrado con honores de Estado y enormes muestras de simpatía ciudadana a su último rey, Miguel I, fallecido el pasado día 5 a los 96 años de edad.

Decenas de miles de personas han participado los últimos cuatro días en los actos fúnebres por Miguel Hohenzollern-Sigmaringen, que reinó entre 1927 y 1930 y entre 1940 y 1947, hasta que fue forzado a abdicar por el régimen comunista.

Los reyes eméritos de España, Juan Carlos y Sofía; los reyes de Suecia, Carlos Gustavo y Silvia; el príncipe Carlos de Gales; Ana María de Grecia; el gran duque Enrique de Luxemburgo; y la princesa Muna de Jordania, se han contado entre los representantes de la realeza que acompañaron al antiguo rey en su despedida.

La reina Sofía, prima de Miguel, no ha podido evitar las lágrimas al dar su pésame a Margarita, primogénita del fallecido rey y nueva jefa de la Casa Real rumana.

Tras recibir la ovación de unas diez mil personas frente al Palacio Real, el cortejo fúnebre se puso en marcha hacia la Catedral del Patriarcado, donde el patriarca Daniel de la Iglesia ortodoxa rumana ofició el funeral de Estado en presencia de las autoridades del país y los invitados de la realeza.

A su término, el féretro con los restos mortales de Miguel fue trasladado a la estación de ferrocarril Baneasa, desde donde partió a la Nueva Catedral Ortodoxa de Curtea de Arges, para ser enterrado en el mausoleo real, donde ya reposa Ana de Borbón-Parma, esposa del ex monarca, fallecida en agosto de 2016, y su abuelo Fernando I de Rumanía.

Miguel I fue coronado rey en 1927

Miguel I nació el 25 de octubre de 1921, hijo del entonces príncipe heredero Carlos y de Elena de Grecia y nieto del rey Fernando I de Rumanía. Cuando su padre renunció al trono, Miguel fue nombrado príncipe heredero y coronado rey en 1927 al morir su abuelo.

Ocupó el trono hasta 1930, cuando Carlos regresó a Rumanía, depuso a su hijo y se proclamó rey. Diez años después, con la II Guerra Mundial empezada y Rumanía bajo la dictadura del mariscal Ion Antonescu, aliado de la Alemania nazi, Carlos volvió a huir y Miguel fue proclamado de nuevo rey.

Su condición de rey títere del régimen filonazi rumano terminó en 1944, cuando Miguel encabezó un golpe contra Antonescu, responsable de haber enviado al exterminio a unos 300.000 judíos rumanos, y se unió a los Aliados.

Tras la invasión soviética de Rumanía, Miguel I se vio primero obligado a nombrar un gobierno dominado por el Partido Comunista y en diciembre de 1947 fue forzado a abdicar y marchó al exilio en Suiza.

Tras la caída de la dictadura comunista, en 1989, Miguel I viajó a Rumanía, pero las autoridades lo obligaron a abandonar el país. La reconciliación y el permiso para volver a Rumanía no se produjo hasta 1997, cuando se le permitió regresar y recuperar parte de su patrimonio, entre ellos varios palacios. En 2011 el Senado le reconoció sus derechos como exjefe de Estado.