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La era Trump

El Congreso de EE.UU. aprueba la reforma fiscal de Donald Trump, a falta de un último trámite técnico

  • Se trata del primer éxito legislativo del presidente
  • Este miércoles debe ser aprobado de nuevo por la Cámara de Representantes
  • La nueva normativa fiscal sale adelante sólo con el apoyo de los republicanos

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El Congreso de EE.UU. aprueba la reforma fiscal de Donald Trump, a falta de un último trámite

El Congreso estadounidense ha aprobado la reforma fiscal, la bajada masiva de impuestos para grandes fortunas y empresas promovida por el presidente, Donald Trump, que recibe así su primer éxito legislativo desde que llegó a la Casa Blanca hace casi un año. Tanto el Senado como la Cámara de Representantes han votado a favor, aunque ahora queda pendiente otra votación este miércoles en la Cámara baja para aprobar el mismo texto que el Senado, donde se han introducido pequeños retoques técnicos en tres artículos.

Si el proyecto queda finalmente aprobado por el Congreso, Trump podrá firmarlo este mismo miércoles.

Durante la madrugada, el Senado ha dado luz verde a la reforma con 51 votos a favor (todos los republicanos) y 48 en contra, todos los demócratas.

La votación se vio interrumpida en varias ocasiones por gritos de opositores a la reforma impositiva que estaban en la galería de la Cámara alta.

Aunque el plan de los republicanos era que el Congreso aprobase este martes el proyecto, el voto que emitió la Cámara de Representantes quedó invalidado por varios fallos técnicos y deberá repetirse en la mañana del miércoles.

El resultado del voto invalidado en la Cámara de Representantes terminó con 227 votos a favor -todos ellos de republicanos- y 203 en contra, donde a los demócratas se han sumado una docena de disidentes republicanos.

Primera reforma fiscal de calado en 30 años

En este sentido, la nueva ley, que según los republicanos, supone la primera reforma fiscal de enjundia desde 1986, ha sido incapaz de suscitar el consenso que se suele buscar para las leyes de mayor relevancia, en las que se intenta alcanzar un acuerdo entre los dos principales partidos.

De hecho, los republicanos han tenido que echar mano de una técnica legislativa poco ortodoxa en una reforma legal de este calado, impidiendo cualquier tipo de obstrucción de los demócratas en el Senado, donde los conservadores tienen una mayoría muy ajustada: 51 senadores por 49 demócratas.

En cualquier caso, tras varias semanas de intensas negociaciones, los republicanos han logrado mantener la unidad y evitar que, como ocurrió con los sucesivos intentos de desmontar el plan sanitario de Barack Obama, se produjera una desafección de sus propios congresistas, lo que hubiera supuesto un nuevo fracaso para la Casa Blanca y para el partido.

Los republicanos de EE.UU. acuerdan la bajada de impuestos impulsada por Trump para las empresas

Menos impuestos para intentar acelerar la economía

Trump, que ha calificado la reforma de "regalo de Navidad" para los estadounidenses, podrá firmar la reforma antes de que acabe el año. "Es el ejemplo perfecto de una promesa hecha y cumplida", remarcaba con júbilo antes de las votaciones el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, que ha sido el principal muñidor del acuerdo legislativo.

La reforma reducirá, a partir de 2018, los impuestos federales que gravan los beneficios empresariales y los ingresos personales, lo que significará que el erario público dejará de ingresar un billón y medio de dólares durante la próxima década.

Sin embargo, Trump confía en que la renta disponible liberada acelere la economía estadounidense hasta superar el umbral de crecimiento del 3%, para generar retornos fiscales equivalentes.

El nueva ley no deroga el impuesto al patrimonio o el impuesto mínimo alternativo para las personas físicas, que eran dos de los objetivos a largo plazo de los republicanos, pero sí aumenta las cantidades exentas de tributación.

Esas exenciones serán permanentes para las empresas, pero, ante la falta de acuerdo parlamentario, solo estarán en vigor hasta 2025 para los hogares, lo que, según el Tax Policy Center, erosionará la renta en 2027 si la ley no se reforma antes.

Además de la reforma de impuestos en sí misma, la norma también incluye otros aspectos polémicos, como la derogación de la obligación a partir de 2019 de suscribir un seguro individual -como imponía la reforma sanitaria del Obama- y el permiso de perforación petrolera en una parte de la reserva del Ártico.

Trump habla de un "gran impacto"

"La Bolsa y la economía van a seguir creciendo después de que la Ley de Recorte de Impuestos se comprenda y se aprecie en toda su amplitud y talla. El gasto inmediato tendrá un gran impacto. Se aprueba la mayor rebaja de de impuestos y reforma de siempre. ¡Disfrutad, y cread muchos preciosos empleos!", tuiteaba a primera hora de la jornada el presidente de Estados Unidos.

¡Disfrutad, y cread muchos preciosos empleos!

Sin embargo, los sondeos muestran el escepticismo de la mayoría de los estadounidenses: según una encuesta publicada por CNN, el 55 % se oponen a la reforma y dos tercios opinan que beneficiará más a los ricos que a la clase media. "Los resultados la harán popular", ha comentado Ryan, restando importancia a la falta de apoyo entre los ciudadanos.

Los demócratas, sin embargo, denuncian que la reforma fiscal es una concesión a los más adinerados y a las empresas: "Todo lo que los republicanos tienen que decirle a la clase media es la teoría de la filtración", ha comentado el líder demócrata, Chuck Summer, en alusión al argumento de que las ganancias de los ricos acaban recayendo en las clases medias y bajas cuando gastan, y ha apostillado: "Nadie se cree ya la filtración salvo un puñado de ricos y avaros que parecen controlar todo lo que se dice y se hace con esta reforma".

En cualquier caso, si todo sale como está previsto y el Senado da su visto bueno definitivo al final de la jornada del martes, Trump podrá firmar este mismo miércoles la nueva ley fiscal y presumir de su primera gran victoria en el Congreso de Estados Unidos desde que llegó a la Casa Blanca.

La reforma fiscal de Trump incluye una bajada de 20 puntos en el Impuesto de Sociedades

Las cifras clave de la reforma fiscal de Trump

La reforma fiscal impulsada por Donald Trump es la más ambiciosa desde 1986 y se centra en la reducción de impuestos para tratar de incentivar la actividad económica; estas son las cifras clave del texto aprobado por los republicanos:

21%: el impuesto federal sobre las sociedades reduce su tipo impositivo del 35 % al 21 %, menos de lo que Trump había propuesto inicialmente, que era el 15 %, aunque sigue siendo un recorte significativo. Con todo, la mayor parte de las empresas ya pagaban un tipo inferior, al beneficiarse de diferentes deducciones.

1,5 billones de dólares: es el coste neto de la reducción de impuestos para el erario público, según la Comisión para un Presupuesto Responsable del Congreso. Algunos analistas advierten de que el déficit federal seguirá creciendo, dado que el aumento de la actividad no compensará la reducción de los ingresos, y el comité estima que la deuda pública alcanzará entre el 95 % y el 98 % del PIB en 2027, frente al 77 % actual con una senda de crecimiento prevista, si no se aprobase la reforma, que le llevaría al 91 %.

37%: es el nuevo tipo máximo del impuesto sobre la renta, frente al 39,6 % actual, mientras que el tipo mínimo se mantiene en el 10 %. La casa Blanca asegura que la rebaja empezará a notarse ya en febrero, con las primeras nóminas del año.

2.059 dólares: la renta disponible que liberará la reforma fiscal al año para una familia media, según ha indicado Paul Ryan, aunque los analistas advierten que, pese a que la reducción impositiva se apreciará en 2018, a partir de entonces se irá erosionando.

2026: la fecha límite para la reducción impositiva, al menos para las personas físicas, ya que no se ha alcanzado un acuerdo en el Congreso que la convirtiera en permanente, por lo que las rebajas para los particulares tienen fecha de caducidad. A no ser que, entretanto, haya nuevas reformas.