La Posidonia podría adaptarse al calentamiento del Mediterráneo
- Lo destaca un estudio de un equipo internacional de investigadores
- Esta planta acuática responde al aumento de la temperatura floreciendo
- Un efecto que podría contribuir a la supervivencia de esta especie amenazada
Un estudio de un equipo internacional de investigadores ha revelado que la Posidonia oceanica del mediterráneo podría adaptarse al calentamiento del agua.
Este estudio ha sido publicado por miembros de un grupo de investigadores del Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CSIC), la Universidad de Barcelona (Departamento de Biología Evolutiva, Ecología y Ciencias Ambientales e Instituto de Recerca de la Biodiversidad), el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (Imedea, UIB-CSIC), la Oregon State University (USA), la Deakin University (Australia), la Nature Conservation Foundation (India) y la Bangor University (Gales, Reino Unido) dentro del marco del proyecto Reccam.
El objetivo del trabajo publicado en la revista Marine Pollution Bulletin era el de analizar los factores que pueden influir potencialmente en las interacciones planta-herbívoro, experimentando con tres de las más importantes especies vegetales del Mediterráneo (las plantas Posidonia oceanica y Cymodocea nodosa y el alga Cystoseira mediterranea) y su consumidor común, el erizo de mar (Paracentrotus lividus).
El estudio, según ha informado el Imedea en una nota de prensa, demostró que la Posidonia responde al aumento de la temperatura del agua floreciendo. Es decir, pasa a reproducirse de forma sexual en lugar de hacerlo de forma asexual, el método de reproducción más habitual de esta especie.
Mayor adaptabilidad genética
Este otro mecanismo da lugar a una mayor adaptabilidad genética y, potencialmente, mayor capacidad de dispersión, lo que podría contribuir a la supervivencia de la especie.
Según los investigadores, es posible que a medida que el planeta se vaya calentando, algunas especies consigan aclimatarse, o bien que se adapten genéticamente. En todo caso, parece que los consumidores (animales herbívoros) tienden a ser más sensibles que las plantas, lo cual es positivo para éstas, aunque menos para las algas.
Según el Imedea, actualmente el aumento de temperatura ya está causando que especies tropicales de herbívoros migren a zonas templadas y alteren el ecosistema local, lo que se conoce como tropicalización.
"A medida que las especies lleguen a sus límites de tolerancia, se esperan consecuencias críticas para el funcionamiento del ecosistema. Por eso nos urge conocer con detalle cómo interactúan las especies y qué factores les afectan para así comprender cómo responderán al cambio", ha explicado la investigadora del CEAB-CSIC Teresa Alcoverro, responsable del proyecto Reccam.
Riesgo para algunas algas mediterráneas
En cambio, los investigadores han alertado del riesgo que corren algunas comunidades de algas mediterráneas de sufrir el impacto del herbivorismo, cosa que podría mermar aún más sus poblaciones.
Los resultados de los experimentos realizados muestran que la presión del herbivorismo sobre las dos especies de plantas mencionadas se mantendría similar con el calentamiento global. Incluso podría llegar a reducirse esta presión, ya que dichas plantas marinas producen más compuestos tóxicos o desagradables para los herbívoros cuando crecen en aguas cálidas.
Los escenarios no son tan optimistas para el alga C. mediterranea, que con las altas temperaturas reduce su tasa de crecimiento mientras el consumo por parte de los erizos de mar se mantiene alto.
Sobrepastoreo de los erizos
Se trata de una situación "preocupante" para los investigadores porque "en la actualidad el sobrepastoreo de los erizos tiene ya un impacto importante sobre los bosques de algas, lo que puede llegar a producir la aparición de desiertos submarinos" -zonas de roca pelada sin algas-.
Esto "se debe principalmente a una superpoblación de erizos de mar que afecta ciertas zonas del Mediterráneo occidental, por la falta de depredadores naturales que provoca la sobrepesca".
"La interacción entre un productor primario, como las algas o las plantas marinas, y su consumidor común, el erizo, se puede utilizar como modelo básico para explorar la complejidad de los efectos del calentamiento global", ha explicado el investigador de la Universidad de Bangor Jordi Pagès, primer autor del trabajo.
Por su parte, Alcoverro ha señalado que "en un mar semicerrado como el Mediterráneo, que está experimentando un rápido aumento de la temperatura del agua, es imprescindible conocer los efectos que tendrá en las especies, en sus interacciones y, en consecuencia, en el ecosistema en general".
"Algunas especies, como la Posidonia, aunque no inmune a los efectos directos de la temperatura, sí al menos parece que podrán resistir bien el impacto de los herbívoros", ha concluido.