Sexo, dinero y espías: así se forjó la conexión entre Donald Trump y Rusia
- RTVE.es entrevista a Luke Harding, autor de Conspiración, sobre la inejerencia rusa
- El espionaje de la Guerra Fría, negocios millonarios, mujeres...Todo vale para "desestabilizar Occidente"
- El periodista ve "muy probable" que el presidente destituya al fiscal especial para la trama rusa
- Harding: "Estamos ante una situación extraordinaria y necesitamos revelar este tipo de historias"
"Sigan el sexo. Sigan el dinero". Con esta contundente instrucción, el antiguo espía del MI6 británico Christopher Steele orientaba, en diciembre de 2016, al periodista de The Guardian, Luke Harding y su compañero acerca de dónde podrían encontrar pistas sobre la conexión entre la campaña de Donald Trump y Donald TrumpRusia Un día después, Steele enviaría un informe al FBI, "alarmado" por sus hallazgos: Moscú había estado cultivando la relación con Trump desde hacía cinco años, podría tener información para chantajearle, y poseía además un dossier con información comprometedora de la entonces candidata a la presidencia de Estados Unidos, Hillary Clinton.
Fruto de más de un año de trabajo de investigación, el que fuera corresponsal del periódico británico en Moscú (2007-2011) hasta su deportación-la primera desde la Guerra Fría-, describe con todo tipo de detalles en su libro, Conspiración: Cómo Rusia ayudó a Trump a ganar las elecciones, los datos revelados hasta ahora sobre la relación entre el Kremlin y el presidente más polémico de Estados Unidos. Casi un año desde su llegada a la Casa Blanca y con su ex jefe de campaña en arresto domiciliario por contactos rusos, varios exasesores y consejeros del círculo íntimo del presidente bajo la lupa de las pesquisas y un director del FBI destituido, el periodista vaticina que todavía "falta mucho por contar en esta historia".
"Donald Trump no es un presidente normal, estos no son tiempos normales, el mundo no se encuentra en un estado normal, estamos ante una situación extraordinaria y necesitamos desvelar este tipo de historias", afirma Harding durante la entrevista con RTVE.es.
Vladímir Putin, el "mejor amigo" de Trump en la comunidad internacional
Harding tiene claro el objetivo detrás de la injerencia rusa : "Un Occidente debilitado es bueno para Rusia y, en este momento, se le está dando bastante bien", asegura. "Todo lo que sea perjudicial para la Unión Europea es bueno para Rusia. Detesta la Unión Europea porque es un bloque fuerte que le ha impuesto sanciones desde 2014", responde preguntado por una intervención rusa en Cataluña. Para el periodista, Moscú busca debilitar la soberanía de los Estados para beneficiarse de acuerdos energéticos y ser así el "rey de la colina".
Para entender el enrevesado interés de Rusia por Trump hay que remontarse a los tiempos de la Guerra Fría, a los espionajes, la seducción de oligarcas y empresarios soviéticos y una obsesión del KGB: reclutar activos y colaboradores en Occidente.
PREGUNTA: ¿Cómo se entiende el supuesto chantaje de Putin a Trump?
RESPUESTA: Lo que hay que entender sobre Trump y Rusia es que, aunque el presidente ha tuiteado que no tiene ningún acuerdo con Rusia, incluso en mayúsculas, eso, simplemente, no es cierto. Hay una larga historia de compromiso y relación entre Trump y Rusia que se remonta a hace tres décadas. Para entender los extraordinarios eventos del año pasado [las elecciones presidenciales de 2016], hay que remontarse a la Guerra Fría, al KGB y buscar lo que se podría denominar una ‘intencionalidad rusa’. Trump seguro que se cruzó en el radar de Moscú incluso en la década de 1970, cuando se casó con una mujer comunista de Checoslovaquia (Ivana, en 1977), lo cual fue muy inusual. Sabemos, a partir de archivos desclasificados en Praga, que los espías checos mantenían conversaciones con el padre de Ivana, que vivía en el país. Mientras, vigilaban a los Trump en Manhattan. Si nos adelantamos al año 1987, se produce esta extremadamente extraña visita de Trump al Moscú soviético por invitación del Gobierno, en la que lo más llamativo es que Trump fue vitoreado, incluso seducido por el recién nombrado embajador soviético, que voló de Moscú a Nueva York con su hija, se presentó en la Torre Trump y le dijo: "Señor Trump, es usted el señor más maravilloso, el mejor millonario de América", y otra suerte de elogios. Después de esto, Trump recibió una invitación formal para viajar a Rusia y así lo hizo. Otras dos curiosidades tras el viaje fueron la publicación de Trump de anuncios en tres periódicos estadounidenses criticando a Ronald Reagan y su política exterior y expresando su interés en presentarse a presidente. La segunda se entiende a partir del contexto: por aquel entonces, el KGB buscaba desesperadamente reclutar a activos estadounidenses, y Trump y su perfil de personalidad encajaban a la perfección, por quién era, un hombre narcisista, impulsivo, al que le gustaba el dinero y las mujeres, las mujeres mucho, con lo cual era material de agente. Esto no significa necesariamente que fuera un espía ruso entonces, pero sí que los rusos descubrieron su 'talento'.
P: ¿Qué pretende conseguir Putin con la alianza de Trump?
R: Su principal objetivo es que se levanten las sanciones, pero además de eso, busca conservar a Trump en su jugada, porque representa la administración más dividida de la política americana moderna, el país está rabiando con un grupo de americanos chillando al otro grupo todo el rato, no hay más que mirar las redes sociales. Mientras, Estados Unidos está en una especie de retiro de su rol global, a pesar de lo que diga el presidente de su departamento de Estado, que no está funcionando. No se involucran en problemas internacionales complejos, ya sea Yemen, Siria o Ucrania… Siempre hay un aislamiento disfuncional y esto significa que Rusia puede alzarse con el soberanismo sin preocuparse mucho por lo que pueda decir o hacer Washington. Entretanto, hay divisiones entre Estados Unidos y sus aliados tradicionales, incluyendo España o Reino Unido. Desconozco si Trump ha sido maleducado o ha arremetido contra Rajoy, pero sí lo ha hecho con Theresa May e incluso Angela Merkel. Estos son aliados de hace más de 70 años que están siendo insultados por Trump, es como el viejo sueño del KGB.
P: Trump ha negado reiteradamente todo lo relacionado con la supuesta injerencia rusa y tiene buena relación con Putin. Incluso intercambió información de los servicios de inteligencia con él la pasada semana.
R: Creo que la nota de prensa de sus conversaciones telefónicas fue asombrosa, claramente Trump se alabó a sí mismo diciendo que Putin le había agradecido su ayuda, etc. Pero Putin es un antiguo agente del KGB, las agencias de Inteligencia estadounidenses creen que Rusia 'hackeó' las elecciones y el tono de las comunicaciones entre los dos líderes es amigable, cálido, como si fuera algo normal, hasta el punto en que Putin se ha convertido en el mejor amigo de Trump en la comunidad internacional, ¿cómo puede ser? Es muy curioso y hay una extraña lealtad de Trump hacia su homólogo ruso, que es irracional, y creo que lo que mejor lo explica es que Putin tenga algo comprometedor sobre Trump. Parece que le está tratando como un activo, que le alaba, habla bien de él, se mete en su cabeza… Cuando Putin dijo que los ataques contra la trama rusa y Trump son un intento de deslegitimarlo por sus adversarios políticos…Eso es lo mismo que dice Trump, lo mismo que piensa… Esto es lo que sale de la cabeza de Putin, es un poco grotesco, pero parece que funciona.
"Es muy probable que Trump despida a Mueller"
Las pesquisas sobre la supuesta injerencia rusa crecen a un ritmo insospechado desde que el fiscal especial para la trama del FBI, Robert Mueller, se pusiera al frente de una investigación que podría suponer el mayor escándalo de la política estadounidense desde el Watergate. El nombramiento de Mueller llegó cuatro meses después de la toma de posesión del presidente, y apenas unos días desde que Trump anunciase el cese del director del FBI, James Comey. Para Harding, resulta llamativo el hecho de que la agencia se centrase, en plena campaña, en el servidor de correo electrónico de Hillary Clinton, y no así en la relación de Trump. "¿Está el FBI inclinado a favor del Partido Republicano? Sí, eso creo. ¿Había gente en el cuartel de Nueva York que odiaba a Clinton y apoyaba a Trump? Sí, pero la historia completa acerca de lo que hizo o no el FBI está todavía por contar", explica el periodista.
El hecho de que Comey asegurase que fue cesado por investigar la trama rusa y acusase a Trump de mentir hacen que sea inevitable preguntarse sobre el futuro del responsable de despejar la trama: Robert Mueller. Según el periodista británico, "es muy probable que Trump lo despida en algún momento". ¿Cuál sería el detonante? Harding lo tiene claro: en el momento en que "alguien de la 'familia imperial' sea perseguido: Jared Kushner o Donald Trump Jr. Kushner está en el punto de mira por sus acuerdos comerciales y sus conversaciones con espías rusos, sabemos que se reunió con ellos en diciembre de 2016", apunta Harding, que además describe lo que considera los "premovimientos" de Trump para hacerlo: racionalizar la trama rusa a través de la cadena Fox y con el equipo legal de la Casa Blanca. "Visto con perspectiva, tenemos un presidente que prácticamente está en guerra con sus agencias de Inteligencia y Seguridad. Incluso James Clapper , [exjefe de la Agencia de Inteligencia americana], ha sugerido estos días que Putin trata a Trump como a un activo", señala.
De hecho, los rumores sobre la posible destitución de Mueller cobran cada vez más fuerzas en Washington. Este jueves, la congresista demócrata Maxine Waters advertía: "No vamos a quedarnos parados y permitir a Fox News y al ala conservadora republicana desafiar a la ley y crear sus propias reglas para interferir con la legítima investigación bajo la Constitución".
Wikileaks, el rencor hacia Clinton y el respeto a Rusia
El portal de Julian Assange siempre ha negado estar detrás de la filtración de los correos de Hillary Clinton que tanto dañaron su imagen en campaña. Sin embargo, Harding, que ha estudiado a Assange, no se lo cree. "Las agencias de inteligencia estadounidense coinciden en que Wikileaks es una especie de fuente para la Inteligencia rusa y según Washington el material fue robado por hackers del estado y posteriormente publicado en Wikileaks", explica. "El problema es que Assange nunca ha publicado nada que avergüence al Kremlin, no hay ninguna filtración que venga de Moscú y haya sido publicada por Wikileaks, es muy raro", afirma.
Para el periodista, Assange guarda "algún tipo de rencor" contra Clinton, porque le culpa de su situación: "Era secretaria de Estado cuando Wikileaks publicó material de su departamento en 2010", explica. El activista siempre ha negado que Rusia tuviera relación con este hackeo, algo que, según Harding, "no se lo cree nadie".
Técnicas clásicas de espionaje del KGB amplificadas por las redes sociales
La supuesta influencia rusa en las elecciones estadounidenses se centra también en los ciberataques. Aunque Harding cree que es muy difícil cuantificar hasta qué punto los denominados trolls o bots pueden influir en los votantes, sí encuentra una variante psicológica "bastante importante". "Lo que se hace [en las redes sociales] es tratar de persuadir a la gente, es como si los mensajes [de los bots o cuentas falsas] les dirigieran hacia una dirección a la que ellos mismos ya se acercan", explica.
El papel de Facebook y Twitter, empresas estadounidenses, también está en el punto de mira en la investigación de Mueller. En septiembre, las dos entregaron al Congreso un informe con 470 perfiles que difundían información falsa. "No creo que se dieran cuenta de que eran cuentas falsas de Rusia, estuvieron lentos a la hora de detectar los asaltos", opina el periodista, para quien el problema reside en el "soberanismo de las fake news por entidades estatales que manipulan y crean perfiles falsos y se hacen pasar por americanistas cuando en realidad son trolls rusos. Hacerse pasar por mujeres americanas que tuitean agresivamente y apoyan las ideas migratorias de Trump, ese es el problema", afirma.
A los posibles ciberataques en estados americanos, el Partido Demócrata y el Republicano, se une el papel de la empresa rusa de antivirus, Kaspersky Lab. Kaspersky, que asegura dar atención a 400 millones de usuarios en más de 200 países, fue prohibido por la Casa Blanca en las agencias de inteligencia. Esta semana, la empresa denunció a la Administración Trump. Preguntado sobre el papel de la compañía en la injerencia, Harding asegura desconocer la respuesta. Sin embargo, sí intuye que "es imposible ser una empresa rusa en Moscú y actuar de forma independiente de ciertas estructuras-ya sea el Kremlin, el FSB..." Aunque el proceso de hackeo es un secreto de Estado, "algunas de las personas detenidas [incluido el fundador de Kaspersky] han sido acusadas de traición, de colaborar con la CIA. El problema de Moscú es que es una ciudad de rumor, de susurro. Aparecen destellos de luz entre la oscuridad pero, básicamente, Moscú es la oscuridad", dice.
En cualquier caso, el uso de las técnicas de ciberespionaje apoyadas en las redes sociales supone para el periodista "una operación excepcional clásica del KGB de las empleadas por espías soviéticos en 1970 y 1980, pero actualizadas y con un alcanza masivo".
Jared Kushner será el siguiente, pero saldrán a la luz "nuevos personajes"
P: ¿Qué es lo siguiente? Después de Flynn, Papadoupolos, Manafort... ¿Está más cerca el impeachment?
R: El 'impeachment' es una cuestión política, estamos muy lejos de eso. Mi mejor estimación es que, en algún momento, Kushner [el yerno de Trump] saldrá afectado, pero creo que también habrá personajes secundarios o terciarios que desconocemos que saldrán a la luz. Probablemente Kushner será pillado a la larga, pero habrá más personas a corto plazo. Se está avanzando mucho en la investigación y creo que seguro va a haber nuevas imputaciones.
Harding no cree que se acerque el impeachment, (la destitución de Trump), pero sí está convencido de que, en los próximos meses, aparecerán personajes "secundarios o terciarios" interesantes y habrá nuevas imputaciones.