Mueren 41 personas en un atentado suicida contra chiíes en Kabul
- Hay además 84 heridos
- El edificio atacado albergaba una agencia de noticias y un centro cultural
- El Estado Islámico reivindica el ataque
Un atentado suicida en la capital de Afganistán, Kabul, ha causado 41 muertos, dos de ellos niños, y 84 heridos, según cifras del Gobierno afgano.
El objetivo ha sido un centro cultural chií en el que tenía lugar una conferencia. En el mismo edificio se encuentran las oficinas de una agencia de noticias también vinculada a la comunidad chií.
El ataque ha tenido lugar en el centro cultural Tebyan, situado en el área de Qala-e-Nazer, en el oeste de Kabul, mientras tenía lugar una conferencia. "La mayoría de las víctimas eran jóvenes estudiantes y graduados universitarios", ha apuntado el portavoz del Ministerio de Interior, Najib Danish.
El portavoz de la Policía de Kabul, Basir Mujahid, ha explicado que tras la explosión causada por el suicida han estallado pequeñas bombas caseras colocadas en la entrada.
"Estábamos en el pasillo, en la segunda fila, cuando se ha producido la explosión detrás de nosotros. (...) Después de eso, ha habido fuego y humo", ha relatado a Afp Mohammad Hasan Rezayee, un estudiante herido en el ataque.
Por su parte Sayed Abbas Hussaini, periodista de la agencia de noticias atacada, Voz Afgana, ha confirmado a Reuters que sus oficinas, situadas en un piso superior, se han visto afectadas. Un periodista de la agencia ha muerto y otro ha resultado herido, según Hussaini.
El Estado Islámico revindica el ataque
El grupo yihadista Estado Islámico (EI), con presencia en Afganistán, ha reivindicado el atentado a través de su agencia de comunicación, Amaq.
Los ataques contra chiíes se han cobrado la vida de decenas de personas en los últimos años. Su autoría suele ser reclamada por el EI, que considera a los chiíes (miembros de una de las dos principales corrientes del Islam) como herejes.
La ONG Amnistía Internacional ha destacado en un comunicado que 2017 ha sido "uno de los años más letales" en Afganistán, y que las víctimas principales de los grupos armados siguen siendo civiles.