Los países del sur de Europa reclaman a Bruselas compartir la carga de la inmigración
- Los líderes de Chipre, España, Francia, Grecia, Italia, Malta y Portugal se ven en Roma
- La declaración final pide más ayuda para controlar el flujo migratorio en el Mediterráneo
- También se pide profundizar en la unión económica para aprovechar la bonanza actual
Los siete países de la Unión Europea que conforman la frontera sur de Europa han reclamado este miércoles a Bruselas que todos los Estados miembros compartan la carga que supone la inmigración irregular, reclamando más colaboración y ayudas para aliviar la llegada de migrantes a través del Mediterráneo.
Así se recoge en la declaración final de la IV Cumbre de países del sur de Europa celebrada en Roma, en la que han participado los líderes de Chipre, España, Francia, Grecia, Italia, Malta y Portugal.
"La gestión de los flujos migratorios será un desafío fundamental para la UE en los años por venir. Los países del sur de la UE están particularmente preocupados", reza la declaración, que subraya que "el papel fundamental y la carga de la protección" de las fronteras de esos Estados, que son la frontera sur europea, debe ser "reconocidas y compartidas por la UE".
"La UE tendrá que redoblar su lucha contra la trata de personas y las nuevas formas de esclavitud, garantizar los derechos humanos de todas las personas y proteger a quienes necesitan protección internacional, particularmente los grupos más vulnerables", añade.
Una política migratoria común
“La UE debe ayudar más al control de las fronteras y debe hacer un esfuerzo para dotar de más recursos a su política exterior“
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, lo ha resumido en la rueda de prensa que ha ofrecido junto a sus homólogos antes de la cena de trabajo: "La UE debe ayudar más al control de las fronteras y debe hacer un esfuerzo para dotar de más recursos a su política exterior, para luchar contra la pobreza en Africa y contra las mafias".
En la declaración, los siete países aseguran estar "firmemente comprometidos con una política migratoria común" para evitar flujos irregulares y masivos y apostaron por abordar las causas de este fenómeno cooperando con los países de origen y tránsito.
"Estamos decididos a fortalecer nuestras asociaciones con esos países, particularmente en África", señalan, para después subrayar los frutos de la implementación del acuerdo entre la Unión Europea y Turquía para reducir la inmigración por el mar Egeo. En este sentido, los líderes instan a "continuar con la financiación adecuada" de los instrumentos comunitarios a tal fin, como el Fondo Fiduciario de la UE para África.
Asimismo, apuestan por un "nuevo y común sistema de asilo europeo" basado en "un verdadero respeto de los principios de responsabilidad y solidaridad, en particular hacia los Estados en la primera línea" de este fenómeno.
Aprovechar la bonanza económica
En cualquier caso, los líderes - además de Rajoy, asisten los presidentes de Francia, Emmanuel Macron, y de Chipre, Nicos Anastasiades, así como los primeros ministros de Italia, Paolo Gentiloni; de Malta, Joseph Muscat; de Grecia, Alexis Tsipras, y de Portugal, Antonio Costa-, han valorado la reducción de los flujos migratorios a través del Mediterráneo logrados desde los máximos marcados en 2015.
La cumbre también ha abordado asuntos como la necesidad de profundizar en la unión económica y monetaria, aprovechando la bonanza actual, en la que la mayoría de países se recuperan poco a poco de la crisis desatada en 2008.
Así, los líderes han reclamado, entre otros aspectos, completar la unión energética y avanzar hacia el mercado único digital europeo.
La de este miércoles es la IV Cumbre de los Jefes de Estado o de Gobierno de los Países del Sur de la UE, continuación de las ya celebradas en Atenas, en septiembre de 2016, en Lisboa, en enero de 2017 y en Madrid, en abril del año pasado.