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Multa a ING de 450.000 euros por una infracción muy grave

  • El Banco de España publica en el BOE la sanción que es firme
  • La entidad explica que fue un "error técnico de difícil detección"

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Anuncio de ING en una agencia de valores de Bruselas
Anuncio de ING en una agencia de valores de Bruselas.

El Banco de España ha impuesto una multa por importe de 450.000 euros a la sucursal en España de ING Bank por la comisión de una infracción muy grave tipificada en la Ley sobre disciplina e intervención de las entidades de crédito.

Así lo revela este martes el Boletín Oficial del Estado (BOE) a través de una resolución publicada por el Banco de España. La publicación en el BOE (en pdf) de este tipo de sanciones se produce cuando ya son firmes en vía administrativa.

La entidad holandesa ha cometido una infracción muy grave tipificada en el artículo 4.j) de la Ley 26/1988 de 29 de julio, sobre disciplina e intervención de las entidades de crédito. Al incumplir "el deber de confidencialidad sobre los datos recibidos de la Central de Información de Riesgos, su uso para fines diferentes de los previstos en la ley, o la solicitud de informes sobre personas fuera de los casos expresamente autorizados".

La sanción se produce "siempre que, por el número de afectados o por la importancia de la información, tales incumplimientos puedan estimarse como especialmente relevantes".

El importe final que tiene que abonar ING se beneficia de las reducciones previstas en el artículo 85 de la Ley 39/2015, de 1 de octubre, del procedimiento administrativo común. Por el tipo de infracción, la multa podía haberse elevado a un millón de euros o el 1% de sus recursos propios. ING se beneficia del descuento y renuncia a cualquier acción o recurso en vía administrativa contra la sanción.

ING explica que fue por "un error técnico"

Fuentes oficiales de ING han explicado a Europa Press que, como el resto de entidades financieras, el banco solicita regularmente informes a la Central de Información de Riesgos del Banco de España (CIRBE) para la contratación de determinados productos de crédito, con la autorización del cliente.

Como consecuencia de un error técnico de "difícil detección", este proceso de solicitud de informes lanzó peticiones de información automáticas de clientes que habían solicitado alguno de estos productos con anterioridad. ING asegura no haber obtenido "beneficio alguno" con estas peticiones y niega que sus clientes hayan resultado perjudicados por el error.

En cualquier caso, la entidad informa de que estos procesos automáticos quedaron corregidos inmediatamente y subraya que tanto la transparencia como la colaboración con el Banco de España han sido "absolutas" en todo momento.

No es la primera vez que ING tiene problemas técnicos, en abril de 2016, más de tres millones de clientes se quedaron sin servicio por una incidencia técnica.