Muere un palestino en un enfrentamiento con fuerzas israelíes en Cisjordania

• El Ejército ha irrumpido en la ciudad de Yenín en busca del asesino de un rabino
• El conflicto entre palestinos israelíes se ha avivado desde diciembre
• Según una organización, 95 palestinos y 16 israelíes murieron en 2017

Funeral de un palestino asesinado por tropas israelíes este martes en Jayyus, Palestina.

Un palestino ha muerto este miércoles por la noche en un enfrentamiento con las fuerzas del orden israelíes en el norte de Cisjordania, ha anunciado el Ministerio palestino de Sanidad. La víctima es Ahmed Jarrar, un joven de 22 años, hijo de Naser Jarrar, un oficial del movimiento islamista Hamás.

La Policía israelí ha explicado que además varias personas han resultado heridas en la redada de las tropas, entre ellas dos policías, que, según han detallado varios testigos a AFP, tuvieron lugar cuando los oficiales irrumpieron en la ciudad de Yenín.

La guardia israelí ha detenido como resultado a al menos dos palestinos, mientras que la disputa se ha prolongado por la noche y los vecinos del pueblo han contado a Reuters que por la mañana todavía escuchaban disparos. Según medios israelíes, la redada del Ejército está vinculada a la muerte la pasada semana de un rabino en Cisjordania, que murió a tiros el 9 de enero mientras circulaba con su coche en la colonia de Havat Gilad, cerca de Naplusa. Las tropas están buscando a los autores del crimen.

95 palestinos y 16 israelíes muertos en 2017 por el conflicto

Desde que Donald Trump reconociera a Jerusalén como capital de Israel, al menos 300 personas han resultado heridas y más de una decena de palestinos han muerto en los enfrentamientos con las oficiales israelíes, el último el pasado fin de semana en Jayyus. Según la organización If Americans Knew, en 2017 el conflicto palestino-israelí costó la vida a 95 palestinos -entre ellos 20 niños-, y 16 ciudadanos israelíes.

Si bien el presidente estadounidense argumentó que tomó la decisión con vistas a alcanzar la paz en la región, lo cierto es que no ha hecho sino desestabilizar el status quo en Oriente Medio y avivar más la disputa entre Israel y Hamás, que incluso llamó a una tercera Intifada en diciembre.

Tanto la comunidad internacional como la ONU ha instado a Trump a revertir su decisión evitar el estallido de la violencia, a lo que Estados Unidos se opone diametralmente.