El papa Francisco califica de "calumnias" las acusaciones contra el obispo chileno por encubrir abusos sexuales
- El pontífice reitera que "no hay ni una sola prueba" contra él
- Varias víctimas critican esa defensa, que condideran "ofensiva y dolorosa"
El papa Francisco ha terminado con polémica su visita a Chile, donde ha defendido al obispo Juan Barros, acusado de encubrir abusos sexuales a niños de un sacerdote, al asegurar que esas denuncias "son calumnias".
"El día que me traigan una prueba contra el obispo Barros, voy a hablar", ha respondido el pontífice a las preguntas de periodistas sobre la presencia del obispo en todos los actos públicos de su visita al país. "No hay una sola prueba en contra, todo es calumnia", ha insistido Bergoglio a su llegada a la ciudad de Iquique, donde ha celebrado la tercera y última misa de su gira apostólica por Chile.
Las reacciones de las presuntas víctimas del cura Fernando Karadima no han tardado en llegar. Juan Carlos Cruz, una de las personas que se querellaron contra ese religioso, ha mostrado su disconformidad con el papa. "Seguimos igual y su perdón sigue siendo vacío", ha manifestado a través de su cuenta de Twitter.
"Como si uno hubiese podido sacarse un selfie o foto mientras Karadima me abusaba a mí u otros, con Juan Barros parado al lado viéndolo todo", ha reprochado, molesto.
Cuando el sumo pontífice volaba hacia su siguiente parada, Perú, el mismo Juan Carlos Cruz, junto a otras dos víctimas de Karadima- Juan Andrés Murillo y James Hamilton- han emitido una declaración pública en la que rechazan la defensa realizada por el papa Francisco del obispo Juan Barros.
"Ofensivo y doloroso" para las víctimas de abusos
En el texto aseguran que la defensa del papa es "ofensiva y dolorosa", y que además muestra una cara desconocida del pontífice.
"Lo que ha hecho el papa hoy es ofensivo y doloroso, y no sólo con nosotros, sino con todos los que luchan por crear contextos menos abusivos y más éticos en lugares como la Iglesia Católica. También confirma que aún hay mucho por hacer, y seguiremos en este camino", han añadido más tarde en una rueda de prensa.
Los tres han señalado que es necesario que las palabras de perdón, vergüenza y dolor que ha expresado el papa durante su visita a Chile se transformen en acciones concretas, para erradicar de las filas de la Iglesia a todos los que se han aprovechado de la asimetría de poder que les da su ministerio religioso y han abusado sexualmente de niños, niñas, jóvenes y personas vulnerables. "Y también a todos los que han encubierto activa y pasivamente estos abusos", han añadido.
"Es inaceptable lo que hoy ha dicho el Papa Francisco en referencia a nuestra causa y nuestra lucha", han recalcado, antes de advertir: "No aceptamos amedrentamientos de nadie, por poderoso que sea".
Muestra "un rostro desconocido" de Francisco
A su juicio, "todo esto es grave" y "revela un rostro desconocido del pontífice y de gran parte de la jerarquía de la Iglesia".
Juan Barros Madrid, nombrado obispo en marzo de 2015 por el papa Francisco, ha estado estos días en el ojo del huracán por su participación en los actos religiosos de la visita del pontífice, a pesar de haber sido denunciado como encubridor de los crímenes cometidos por Fernando Karadima cuando éste era párroco de la iglesia de El Bosque.
El pasado martes, Barros apareció por primera vez en público en la gira de Bergoglio durante la misa multitudinaria celebrada en el Parque O'Higgins de la capital chilena.
A raíz de este hecho, Juan Carlos Cruz aseguró que Barros estaba presente cuando el párroco del Bosque abusaba de él. Al igual que en ocasiones anteriores, Barros rechazó esta acusación.
El obispo confirma el "ánimo y apoyo" del pontífice
Poco antes de que el papa saliera a defenderle, el obispo de Osorno aseguró este jueves que Francisco le dio el jueves palabras de "ánimo apoyo y cariño".
Barros también estuvo este miércoles en la misa que el papa ofició en el Aeropuerto Maquehue de la ciudad de Temuco, y asistió este jueves a la del Campus Lobito, en la ciudad de Iquique, adonde se desplazó junto a otros obispos chilenos que acompañaron al séquito vaticano.
En declaraciones a los periodistas a su llegada a la capital de la región de Tarapacá, Barros Madrid aseguró que "el santo padre siempre ha sido muy cariñoso y apoyador" con él. "Eso a uno, como hijo de la Iglesia, como sacerdote y obispo, lo alegra, lo fortalece", añadió.
"El papa fue muy cariñoso al final de la misa, dándome palabras de ánimo. Las palabras específicas me las guardo en el corazón, pero fueron muy lindas", manifestó al ser abordado por la prensa en el aeropuerto de Iquique.
Preguntado por su presencia en la gira papal, después de que el pasado lunes Bergoglio dijera sentir "dolor y vergüenza" y pidiera perdón por los abusos cometidos por miembros del clero contra jóvenes y niños, Barros respondió que "participar en la misa es lo más grande, y eso es lo que prima para muchos".