El transporte aéreo y la devaluación de la libra, temores del sector turístico español ante el 'Brexit'
- Pide un acuerdo Madrid-Londres antes de octubre que regule el transporte aéreo
- La caída de la libra reduciría el poder adquisitivo de los turistas británicos
- Surgirían problemas con los viajes entre ambos países del personal turístico
Reino Unido es el país de donde procede casi la cuarta parte de los turistas internacionales que llegan a España, por eso, la salida de la UE de este país preocupa al sector turístico español, más incluso que la crisis política en Cataluña o que la eventual recuperación de los destinos competidores del Mediterráneo. El efecto negativo del Brexit puede llegar, entre otras cosas, por la complicación del tráfico aéreo con las islas británicas y la devaluación de la libra esterlina, según han explicado varios miembros del sector vinculados al turismo británico en Fitur.
En un foro específico sobre el tema organizado este viernes por Turespaña, responsables de la aerolínea británica de bajo coste Easyjet y de la Asociación de Agencias de Viajes de Reino Unido (ABTA) han señalado que la salida de la UE de Reino Unido -prevista para marzo de 2019- todavía no se ha notado, pero que no tardará en hacerlo, sobre todo, por la previsible devaluación de la libra.
En 2016, último año con datos de todo el ejercicio completo, España recibió casi 18 millones de visitantes procedentes de Reino Unido
El director ejecutivo de la ABTA, Mark Tanzer, ha expresado su preocupación por la pérdida de competitividad de la libra, que restaría poder adquisitivo a los turistas británicos, pero también por los problemas que el Brexit puede ocasionar al libre desplazamiento de los trabajadores de sus agencias de viaje.
El director de la Oficina Española de Turismo en Londres, Javier Piñanes, ha explicado que el posible impacto de la salida británica de la UE sobre la libre circulación de viajeros a través del transporte aéreo preocupa especialmente al Gobierno español, más que otros temas, como la cobertura sanitaria o la situación de los residentes británicos en España.
Madrid y Londres deberían acordar este año una regulación del transporte aéreo
El sector turístico considera que los Gobiernos español y británico tendrían que llegar a un acuerdo para regular el transporte aéreo antes de octubre, puesto que está previsto que el Brexit entre en vigor en marzo del próximo año.
Javier Gándara, director general de EasyJet en España, Portugal y Países Bajos, ha incidido en la importancia de llegar a un acuerdo bilateral sobre el transporte aéreo para evitar que se caiga en un "limbo regulatorio".
Gándara se ha mostrado convencido de que, de una u otra forma, se llegará a un entendimiento, ya que ninguno de los dos países puede permitirse cortar una relación "tan beneficiosa" para sus ciudadanos.
Easyjet ha conseguido una tercera licencia operativa, en Austria, que se suma a las que ya poseía en Reino Unido y Suiza, para asegurarse de poder operar en rutas que no pasen por las islas británicas.
La aerolínea ha transportado a 105 millones de personas entre España y Reino Unido en los últimos 20 años.
Preocupación en los hoteles de Canarias
En un tono más optimista, el nuevo secretario general de la Organización Mundial del Turismo (OMT), Zurab Pololikashvili, se ha mostrado confiado en que el Reino Unido y la UE llegarán a un acuerdo y ha descartado que el Brexit vaya a tener un impacto en los desplazamientos turísticos.
El director general de Hoteles Elba, Fernando de las Heras, ha explicado que 2019 se presenta como "una incógnita" por la nueva situación de Reino Unido, una circunstancia que le preocupa más que la recuperación de los destinos competidores del Mediterráneo.
La directora de Nautilius Lanzarote, Leda Giordano, ha expuesto la preocupación de los hoteles de Canarias por la salida del Reino Unido de la UE, aunque también por el auge de destinos como Egipto, Turquía o Túnez.
El sector turístico coincide, como el resto de sectores económicos en Europa, en que lo más beneficioso sería un "Brexit blando" que no introdujera cambios bruscos en el mercado, de forma que la relación entre España y Reino Unido continúe en términos lo más parecidos posibles a los actuales.