El papa Francisco recuerda en Trujillo las terribles consecuencias del cambio climático
- Ha recorrido un barrio de la ciudad afectado por las inundaciones de 2017
- Las inundaciones del año pasado en Trujillo causaron 162 muertos
- Ha celebrado su primera misa en Perú, a la que han asistido 200.000 personas
El papa Francisco ha oficiado una misa multitudinaria frente al mar en Huanchaco, en la turística localidad peruana de Trujillo, y en la que ha recordado las consecuencias dolorosas de fenómenos como El Niño Costero, atribuidos al cambio climático, una de las grandes preocupaciones del pontífice.
Se trata de la primera que ha celebrado el papa en su visita a Perú, que comenzó el 18 de enero, y han asistido unas 200.000 personas, según la organización, que han recibido con cantos entusiastas al sumo pontífice.
El papa ha recordado cómo en 2017 los habitantes de esta zona tuvieron que "enfrentarse el duro golpe del Niño costero, cuyas consecuencias dolorosas todavía están presentes en tantas familias, especialmente aquellas que todavía no pudieron reconstruir sus hogares".
"También por esto quise estar y rezar aquí con ustedes", ha dicho Francisco, quien quiso así llevar su solidaridad después de las graves inundaciones que destrozaron Trujillo entre diciembre de 2016 y abril de 2017 y causaron 162 muertos y más de 300.000 damnificados y 66.000 viviendas destruidas. Francisco ha advertido siempre de los efectos del cambio climático y continúa sus llamamientos para que se tome consciencia de ello.
El pontífice ha reconocido que en estos momentos tan difíciles "se cuestiona y pone muchas veces en duda" la fe y que, sin embargo, "en el momento de oscuridad, cuando sintieron el golpe del Niño, estas tierras supieron ponerse en movimiento y ayudarse como verdaderos hermanos".
Así, ha destacado la "solidaridad, la generosidad" con la que se ayudaron y "en medio de la oscuridad junto a tantos otros fueron cirios vivos que iluminaron el camino con manos abiertas y disponibles para paliar el dolor y compartir lo que tenían desde su pobreza".
El papa visita uno de los barrios más pobres de Trujillo
Ha advertido de que hay otras tormentas que amenazan la sociedad en esta zona y que tienen efectos "devastadores" y ha citado la "violencia organizada, como el sicariato, y la inseguridad que esto genera".
El papa también se ha referido a "la falta de oportunidades educativas y laborales, especialmente en los más jóvenes, que les impide construir un futuro con dignidad; la falta de techo seguro para tantas familias forzadas a vivir en zonas de alta inestabilidad y sin accesos seguros".
Para el papa, la solución para salir de estas "tormentas", de sacar a los hijos adelante ante estas situaciones, "se llama Jesucristo".
Después. el papa Francisco ha trasladado su solidaridad y cercanía directa a los afectados por El Niño, las fuertes lluvias que causaron inundaciones y derrumbes en Trujillo y en uno de los barrios más pobres, el de Buenos Aires.
Francisco se ha subido al papamóvil tras saludar a una niñas del barrio que le han entregado flores blancas y ha recorrido cerca 20 minutos la única carretera asfaltada del barrio totalmente acordonada y repleta de gente para concluir en el arzobispado de Trujillo, donde ha almorzado.
Hay que luchar contra la plaga del feminicidio en Latinoamérica
El siguiente acto del papa ha tenido lugar en la Plaza de Armas Trujillo, donde durante una celebración dedicada a la Virgen ha invitado a "luchar contra una plaga que afecta a nuestro continente americano: los numerosos casos de feminicidio".
El discurso dedicado a la Virgen ante las miles de personas congregadas se ha convertido en un homenaje a la mujer cuando ha alabado a todas las madres y abuelas que, ha dicho, "son verdadera fuerza motora de la vida y de las familias del Perú".
Ha pedido "reconocimiento y gratitud" ante las mujeres que son un bastión en las vidas de nuestras ciudades y que casi siempre silenciosas llevan la vida adelante. Y entonces ha hecho el llamamiento: "Mirando a las madres y a las abuelas luchad contra una plaga que afecta a nuestro continente americano: los numerosos casos de feminicidio".
"Y son muchas las situaciones de violencia que quedan silenciadas detrás de tantas paredes. Los invito a luchar contra esta fuente de sufrimiento pidiendo que se promueva una legislación y una cultura de repudio a toda forma de violencia", ha dicho.