María Escoté regresa al futuro
- La diseñadora apuesta por un estilo retrofuturista con aires sesenteros
- Su ideal es una mujer sin miedos que sueña con llegar lejos
- A Escoté pronto la veremos como jurado en Maestros de la Costura, de TVE
Por pedir, pide la luna. María Escoté apunta alto e idea una colección para una mujer sin miedo a nada que consigue lo que quiere, incluso llegar a la luna, como ella. Está lanzada al estrellato gracias a su trabajo ya que en 2017 hizo dos fantásticas colecciones, sus diseños se ven en todas las alfombras rojas y ahora se estrena como jurado de Maestros de la costura, el talent show de TVE.
"Ser jurado no es fácil pero ha sido una experiencia muy gratificante", cuenta. "Yo pensaba ser más maja pero ha salido el yo más exigente, porque yo soy sociable y divertida pero en mi trabajo soy muy exigente. Yo no tenía la sensación de ir cada día a un programa yo iba con la idea de que iba a mi taller y he descubierto que hay mucho talento".
La colección revisa la estética retrofuturista y reinterpreta códigos de los atrevidísimos años sesenta, como los conjuntos de chaqueta corta y minifalda que llevan cortes circulares, igual que en aquellos años tan influidos por la carrera espacial en los que la moda tomaba como referencia las formas de los planetas y los colores metalizados de las naves y cohetes.
Se advierte, y sorprende, que María ha rebajado la intensidad estética, utilizando menos estampados y apostando por un estilo más neutro. “Sí, la veo más neutra y minimalista pero muy arty”, dice haciendo referencia a los abrigos en paño beige que se decoran con singulares piezas de vinilo recortado a mano”.
En los sesenta se vivió un furor por las texturas metalizadas y Escoté ahora hace brillar sus diseños bordando con lentejuelas y utilizando tejidos iridiscentes, como en las camisas que llevan divertidas flores tridimensionales en puños y cuellos que se funden con maestría en una capucha.
Pero la idea de futuro de los sesenta no es la que tenemos ahora y Escoté utiliza las últimas tecnologías para hacer la vida más cómoda a la mujer, como los bolsos para llevar ordenadores y tabletas que permiten usarlos sin tener que sacarlos. “Más que un complemento es una herramienta”, dice.
Llaman la atención un potente abrigo rojo al estilo de la reina Amidala que contrasta con la sobriedad de otro en negro absoluto. Hay conjuntos de bomber y minifalda en tejido acolchado tornasolado, con un efecto nebulosa y minivestidos, pieza que Escoté desarrolla jugando con los contrastes de textura y color.
El minivestido, como en aquella década gloriosa, es esencial. Destaca uno rosa con cuello y bajo de lentejuelas en plata que son pequeñso arco iris. Un estampado de cuadros en rojo y blanco decora conjuntos de dos piezas, minivestidos y trajes de pantalón.
Los sastres van muy trabajados y destaca un fabuloso vestido estampado con plumas que hipnotiza cuando se mueve sobre la pasarela.
Para la noche propone vestidos larguísimos de lentejuelas que lanzan destellos, los vemos en tono plateado y en negro profundo decorado con plumas, una de las piezas más sofisticadas. Plumas también vemos en un atrevido abrigo acolchado en negro, “es un guiño a los trajes espaciales”, remata María que seguramente ya está pensando en ponérselo para cumplir su sueño: llegar a la luna.