Varios testigos aseguran que el guardia civil que mató a un hombre en la A-3 lo hizo "como una ejecución"
- Los conductores que lo vieron afirman que la víctima no opuso resistencia
- El acusado se enfrenta a 21 años de prisión por un delito de asesinato
Varios conductores que fueron testigos del momento en el que un guardia civil mató a un ciudadano marroquí en la A-3 en 2016 han descrito que el acusado le disparó "como una ejecución" y que la víctima no opuso resistencia.
Lo han hecho en la tercera sesión del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Madrid contra Ángel Luis V., que se enfrenta a 21 años de prisión por un delito de asesinato.
Varios conductores que circulaban por la A-3 el 25 de abril de 2016 cuando el guardia civil mató a tiros a su víctima pudieron observar "nítidamente" el desarrollo de los hechos al quedarse parados por la retención que había provocado el suceso.
El agente corrió detrás de la víctima
Uno de los testigos ha relatado que vio al agente corriendo detrás de la víctima mientras disparaba y cómo le acertó en una pierna, por lo que este cayó al suelo de rodillas.
Ya en esa posición la víctima levantó las manos "como pidiendo perdón o por favor" pero Ángel Luis no dejó de disparar ni siquiera entonces y, aunque el testigo apartó la vista y no pudo ver el tiro final, sí que ha afirmado que oyó "muchísimos disparos".
Otro de los conductores ha descrito a la víctima sentada y al agente dando vueltas a su alrededor mientras "le increpaba" ya que observó que "hacía gestos intimidatorios y le gritaba", tras lo cual le propinó dos golpes en la cabeza.
Un policía fuera de servicio vio como le disparaba "como una ejecución"
Mientras, un policía fuera de servicio que presenció la escena ha asegurado que vio al acusado con el arma, por lo que pensó que "era compañero", y al ir a bajarse para ayudarle contempló cómo se inclinaba sobre la víctima y le disparaba en la cabeza "como una ejecución".
Otro testigo ha especificado que observó al guardia civil "coger por el pelo a la víctima" para sentarle o ponerle de rodillas, tras lo cual "echó un pie hacia atrás como para posicionarse" antes de dar el tiro ejecutorio.
Tras acabar con su vida, los testigos han destacado que el acusado se sentó "tranquilo y pensativo" en la mediana, desde donde se puso a hacer gestos para que los coches circularan.
Por su parte, el jefe del equipo de la Policía Judicial que acudió al lugar de los hechos ha dicho que encontró al acusado "abstraído" y que no quiso avisar a su padre, que estaba de vacaciones, diciendo que "no era necesario molestarle con esas cosas".
El juicio se reanudará este viernes con la declaración de más testigos.