'El corredor del laberinto: La cura mortal', una carrera a ninguna parte
- Finaliza la trilogía basada en los libros de James Dashner y protagonizada por Dylan O'Brien
- Los protagonistas intentarán encontrar la cura para la plaga que amenaza con acabar con la humanidad
- La película se estren este viernes, 26 de enero
Las novelas y películas de Los juegos del hambre nacieron como una pobre copia de la estupenda película japonesa Battle Royale (Kinji Fukasaku, 2000). Lo peor es que su injustificado éxito dio lugar a otra serie de sagas juveniles literarias y cinematográficas tan previsibles como Divergente o El corredor del laberinto. Películas muy bien producidas pero con guiones poco trabajados que se limitan a encadenar escenas de acción dirigidas a un público juvenil poco exigente.
Basada en la novela que James Dashner escribió en 2009 (el año siguiente del éxito literario de Los juegos del hambre) la primera parte de El corredor del laberinto (2014) partía de una premisa interesante (ese misterioso laberinto lleno de trampas mortales al que se enfrentaba un grupo de jovencitos) pero una vez que los protagonistas salieron del laberinto el interés decayó bastante. Como comprobamos en la segunda parte El corredor del laberinto: Las pruebas (2015).
Dylan O'Brien y Thomas Brodie-Sangster
Desgraciadamente la cosa no remonta en esta traca final de 2 horas y 20 minutos que se limita a ser una sucesión de escenas de acción bien rodadas pero carentes de emoción. Y con un nimio argumento que podríamos resumir en una frase: Una carrera hacia ninguna parte en la que falta tensión, suspense y sorpresas (aunque hay tiros y explosiones a mansalva). Porque desde el principio de la película ya presentimos lo que va a pasar y que no todos los protagonistas superaran los desafíos a los que tendrán que enfrentarse.
Lo peor de todo es que nos da exactamente igual cuáles sobrevivan, ya que no conseguimos enamorarnos de ninguno de los personajes. Y es que todo está tan milimetrado, todo es tan políticamente correcto y previsible (ejemplo: el obligado cupo de intérpretes de todas las razas posibles) que al final nos da un poco igual quien muere o quien sobrevive.
Una película que disfrutarán los adolescentes fans de los atractivos protagonistas de la serie y los amantes de las películas de acción sin fundamento. Que tiene buenos actores juveniles y un estupendo acabado visual, porque no se han escatimado gastos en la producción. Pero que carece de emoción y es totalmente previsible. ¡En dos escenas de la película incluso resuelven la misma situación peligrosa con el mismo truco! Es una pena que, con lo que se gastan en todo lo demás, no sean capaces de cuidar un poco más los guiones.
Patricia Clarkson
En busca de una cura para la humanidad
Como en las dos ocasiones anteriores Wes Ball dirige correctamente la película y sabe exactamente cuál es su público y no quiere darle ni un respiro, encadenando una escena de acción tras otra. Por cierto que el estreno de la película se ha retrasado un par de años por un grave accidente durante el rodaje en el que se vio implicado el joven protagonista, Dylan O'Brien.
En cuanto al argumento... tras pasar las pruebas del laberinto y descubrir que son inmunes al virus que convierte a los seres humanos en una especie de zombis (y que ha llevado a la especie humana al borde del colapso), Thomas (Dylan O'Brien) y sus amigos tendrán que seguir luchando contra la malvada organización CRUEL, que quiere usarlos como cobayas de laboratorio para descubrir la cura de ese virus.
Kaya Scodelario y Aidan Quinn
Como decimos los actores juveniles están correctos en sus papeles, destacando el mencionado protagonista,Dylan O'Brien. También Rosa Salazar (a la que próximamente veremos en la esperada Alita, ángel de combate) y los británicos Will Poulter (al que dimos por muerto en la primera parte y que regresa con sorpresa), Kaya Scodelario (Piratas del Caribe: La venganza de Salazar) y Thomas Brodie-Sangster (conocido por su papel de Jojen Reed en Juego de tronos).
No es el único protagonista de la serie que ha destacado en esta trilogía. También vuelve a tener un cameo Nathalie Emmanuel (Missandrei) y recordemos que el gran villano de la saga es el irlandés Aidan Gillen (Meñique), que aquí no es tan inquietante como el fantástico manipulador de Juego de Tronos pero que cumple con creces.
A su lado (como líder de CRUEL dispuesta a todo para hallar la cura contra el virus) nos encontramos a la estupenda Patricia Clarkson a la que acabamos de ver en La librería, de Isabel Coixet. Dos actores que aportan experiencia y aplomo al joven reparto.
En fin, una auténtica carrera contrarreloj en la que lo mejor es dejar el cerebro antes de entrar y dejarse llevar por la adrenalina.
Los jóvenes protagonistas
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