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Madrid Fashion Week

Devota&Lomba o la moda espiritual

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La casa Devota&Lomba se inspira en los caprichos de la naturaleza.
La casa Devota&Lomba se inspira en los caprichos de la naturaleza.

El trabajo de la casa Devota&Lomba es siempre un ejemplo de perfección, es impecable. Pocos diseñadores tienen ese poder para dominar el patrón y esa habilidad para construir volúmenes y formas tridimensionales que decoran las prendas y hacen de ellas piezas de fuerte carga artística.

En esta ocasión, Modesto Lomba, enamorado siempre de las tradiciones y la estética orientales, toma como referencia y punto de partida el ginkgo, conocido como el árbol de los cuarenta escudos, que tiene su origen en china, cultura que le presta formas y colores milenarios que desde siempre se han utilizado para los quimonos.

Un nuevo minimalismo se instala en Devota&Lomba. EFE noticias

El diseñdor se inspira en sus hojas de este árbol, planas y con forma de abanico, para desarrollar volúmenes y redondear cortes en prendas que en lugar de costuras parecen tener venas porque desprenden vida. La bandera de tejidos es noble, como siempre, y en ella destacan la alpaca, el crêpe de seda y el paño de lana.

Lomba se maneja como pocos con los patrones escultóricos y arquitectónicos, y también con las prendas tridimensionales, aunque en esta ocasión tiende a la prenda plana, resaltando solo los caprichos del patrón. Vemos mangas muy trabajadas, a veces con formas acampanadas de gran belleza, y otras que están sobredimensionadas, aunque las mantiene a raya con una elegante contención. Destaca el exquisito juego visual que provocan los bolsillos, uno de los elemtentos más desarrollados en la colección, que el diseñador potencia con el uso intencionado del color.

La masculinidad de los tejidos se rebaja con elegancia. EFE noticias

El color es el gran protagonista de la propuesta y en la paleta escogida destacan los rojos pero también los ocres naturales que se extraen de las hojas muertas, verdes ecológicos, atractivos limas, masculinos azules marino y, por supuesto, blancos y negros, siempre por separado para potenciar su rotundidad. Solo se utiliza un estampado, de príncipe de Gales, que a veces se mezcla con bandas de tonos amables.

El modista lo utiliza en abrigos de hombros marcados y en un delicioso vestido que llevó Marina Pérez que rompe la dictadura de las formas rectas con un cuello redondeado que tiene un cierto aire sesentero. No es el único guiño a esta década tan importante de la moda porque Lomba añade círculos blancos a algunas mangas que nos remiten a las prendas 'agujereadas' de Cardin y Courrèges.

Negro y rojo que viajan con Devota&Lomba desde Japón. EFE noticias

En toda la colección se advierte un singular estilo experimental que le permite a Lomba jugar con las proporciones y las siluetas, logrando piezas que cubren el cuerpo, transformándolo a su capricho. Un cuerpo que se viste de patrones generosos que se alejan del cansino oversized de aire urbano que sigue presente en algunas pasarelas.

La suma de una paleta de color rotunda y un patrón recio que va muy estructurado logran una elegantísima colección. De nuevo, Lomba nos desarma con un trabajo impactante con una fuerte carga visual.