La casa Angel Schlesser se inspira en la obra de Rothko
- Los colores y las geometrías del pintor se trasladan a las prendas
- La novedad es el abrigo estampado y destaca el uso de la lana merina
- Todos los desfiles de Madrid Fashion Week en RTVE.ES
La casa Ángel Schlesser mantiene vivo el interés que el señor Schlesser profesa por el arte. La nueva colección, para el otoño y el invierno de 2018 y 2019, parte de la obra de Mark Rothko, marcada por las geometrías abstractas y los imponentes bloques de colores encontrados.
Tomando como referencia los cuadros del pintor, la firma dibuja una colección de líneas puras y simples, y apuesta por la yuxtaposición de tejidos, imitando las superposiciones de formas cuadradas de Rothko.
“Hemos trasladado esos bloques de color a las prendas utilizando diferentes texturas, con distintos tipos de lanas y sedas que se ponen unas sobre otras”, cuenta Carolina Menéndez, que estuvo trabajando codo con codo con Ángel Schlesser.
Cuenta que han hecho hincapié en las prendas de lana, utilizando lana merina española que se teje a mano en distintos tamaños que a veces se juntan en contraste. Además, han utilizado lana en pelo, que aporta otra textura.
Los estampados también están relacionados con la obra del pintor. “Hemos utilizado sus cuadros pero los hemos acuarelados y como novedad presentamos abrigos que van decorados con esos estampados”, dice Menéndez.
En la obra de Rothko tiene una gran importancia el color y lo mismo ocurre en la colección, aunque la paleta cromática sigue un camino inverso a la carrera del artista. “En su última etapa utilizó tonos mucho más oscuros y nosotros lo hacemos al revés. Primero usamos negros y rojos, luego azules ultramar y grises, después tonos botella y teja, más tarde tonos maquillaje y terminamos con tonos pastel y otros más claros”.
Llaman la atencion una capa con capucha en mostaza claro, una biker en blanco radiante con pantalón negro y el extenso desarrollo de las prendas más festivas y nocturnas, como el esmoquin negro con sofisticadas aplicaciones de plumas y paillettes en la solapa o los vestidos largos, algunos con vertiginosos escote en uve que llevan un ribete en tul.
La diseñadora destaca lo trabajados que van los complementos para que encajen perfectamente con la colección, todos con un trazo geométrico. Los zapatos van en ante y charol, dos texturas muy distintas que juegan al contraste de mate y brillo. Los pendientes son piezas móviles de figuras geométricas y lo mismo ocurre con los bolsos.
Menéndez dice sentirse orgullosa de la colección y cuenta, con alegría, que la firma por fin parece remontar el vuelo y que en breve abrirá nuevas tiendas en Palma de Mallorca y Málaga. “Parece que vamos manteniéndonos y que las colecciones están gustando”, dice escuetamente a la hora de hacer balance de los casi dos años que han pasado desde la triste salida del señor Ángel Schlesser. “Tuve la suerte de trabajar con él y me encantó”, añade con educación y revela que el objetivo de la firma es invertir y repuntar todavía más.