Ulises Mérida, el poder de las alianzas
- La colección mezcla texturas y desprende un renovado aire ochentero
- Tejidos metalizados compiten con otros mate, transparencias y punto
- Mérida se alía con Capas Seseña y calzados Franjul para reforzar la colección
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“Todas mis colecciones empiezan por el color y con esta colección quería huir de los colores sólidos de la anterior, de esos naranjas y turquesas tan fuertes, y me he decantado por tonos difuminados, de estilo sfumatto, un tanto imprecisos, como el verde veronés que parece un azul o el rosa metalizado o el granate del punto que es un tanto impreciso”, cuenta Ulises Mérida sobre su colección.
Una paleta de color que te transporta a la década de los 80, algo que no ha sido intencionado. “No, al contrario, pero ha salido así”. Ese tono impreciso de los colores casa muy buen con el aire casi improvisado de la colección, “como si estuviera hecha a la me cago en diez”, dice.
Por eso vemos mezclas arriesgadas, osadas, hechas con un punto de picardía. Como los abrigos de plumas que abrazan de manera informal ligeros vestidos de noche o incluso el orden de las salidas del desfile que rompe con lo tradicional para conformar un orden desordenado, un caos controlado. “Es otro intento por salir de la zona de confort”, apunta.
En esta colección se han implicado Capas Seseña y Franjul, una casa de zapatería artesanal. Los tres han configurado una colección muy cuidada, con complementos que encajan perfectamente con las prendas, una propuesta muy rica en matices. La unión hace la fuerza y alianzas como esta pueden ser una buena estrategia para la moda.
Las cinco capas que salen a la pasarela son distintas y se van a comercializar. “Yo he hecho el diseño y el patrón y ellos han escogido los materiales y se han encargado de la confección”, cuenta Mérida entusiasmado.
Hay un modelo tipo poncho en rojo y negro y otro que envuelve el cuerpo en rosa y negro que también tienen ecos ochenteros, como las prendas en punto grueso hechas con lana merina de ovejas trashumantes que han tejido a mano mujeres de la cuenca minera de Léon que esan en riesgo de exclusión social y que acceden a este tipo de trabajo a través de asociaciones como Made in Slow. Mérida utiliza el punto y el moahair de Ezcaray para lograr complejos looks de superposiciones, jugando con el color.
Un único estampado, de carácter geométrico, destaca en la propuesta que mezcla tonos mate y opacos con otros de caricia metalizada. Mérida, de nuevo, juega a mezclar bandas de tejido para que parezca un estampado de rayas cuando en realidad es un patchwork de tres tejidos en dos colores. El pantalón se aferra al armario y lo vemos con más ancho que en anteriores colecciones, sin llegar al pitillo, y siempre con el bajo rozando el tobillo.
Mérida ha apostado por modelos españolas. “Llevaba mucho tiempo queriendo hacerlo y es que tenemos muy buenas modelos”. Entre ellas veremos caras muy conocidas como Mayka Merino y Marina Pérez pero también otras como Paula Ortiz, hermana de Marta Ortiz, y Lourdes Mohedano, integrante del equipo de rítmica español que se llevó una plata en Río 2016.
Albert Rivera y su pareja, Beatriz Tajuelo, que es clienta de Mérida, han visto el desfile en la primera fila junto a actrices como Ana Álvarez y Esmeralda Moya.