Enlaces accesibilidad

Descubren en el Sáhara un nuevo dinosaurio que revela vínculos entre África y Europa

  • Bautizado como Mansourasaurus shahinae, ha sido hallado en Egipto
  • Pertenece al grupo de los saurópodos, grandes herbívoros de cuellos largos
  • Su longitud es la de un autobús mediano y, su peso, el de un elefante adulto

Por
El Mansourasaurus shahinae es uno de los pocos dinosaurios del Cretácico hallados en África.
El 'Mansourasaurus shahinae' es uno de los pocos dinosaurios del Cretácico hallados en África.

Científicos en Egipto han descubierto en el desierto del Sáhara oriental el Mansourasaurus shahinae, una nueva especie de dinosaurio del Cretácico que tiene más vínculos con los titanosaurios de Europa y Asia que con los de Sudamérica o el sur del continente africano, según un estudio publicado en Nature.

Este nuevo tipo de titanosaurio pertenece al grupo de los saurópodos, entre los que se encuentran otros grandes herbívoros de cuellos largos como el Argentinosaurio o el Patagotitan mayorum, encontrado ambos en el Cono Sur.

El Mansourasaurus hallado en el Sáhara egipcio tiene un tamaño menor que esos dos gigantes, con una longitud similar a la de un autobús mediano y el peso de un elefante adulto, y vivió durante el Cretácico Tardío hace entre 100 y 66 millones de años, en un periodo próximo a su extinción, explican los responsables de la investigación, liderada por la Universidad de Mansoura (Egipto).

Los restos fósiles de dinosaurios de esa época, recuerdan, son escasos, por lo que su historia evolutiva en el continente africano ha sido, hasta ahora, un misterio para los científicos. "El Mansourasaurus nos ayudará a abordar cuestiones pendientes sobre el registro fósil de África y su paleobiología, qué animales vivían allí y con qué otras especies estaban (los dinosaurios) más estrechamente emparentados", destaca Eric Gorscak, uno de los coautores del estudio.

La frondosa vegetación de algunas partes de África, señalan, ha dificultado el trabajo de búsqueda de restos fósiles, frente a la visibilidad de otras zonas como la del desierto del Gobi (Asia), la Montañas Rocosas (Norteamérica) o la Patagonia (Sudamérica). En este sentido, la escasez de fósiles del Cretácico Tardío en esta zona del planeta han dificultado los estudios sobre esa época clave en la extinción de los dinosaurios, que coincidió, además, con un periodo de profundos cambios geológicos y geográficos.

Representación del esqueleto del Mansourasaurus shahinae.

Representación del esqueleto del 'Mansourasaurus shahinae'. REUTERS

Fractura del supercontinente Pangea

Durante la mayor parte del Triásico y Jurásico, todos los continentes actuales formaban Pangea, el supercontinente que comenzó a romperse en masas de tierra separadas por los océanos en el Cretácico. La información disponible hasta la fecha no explicaba adecuadamente qué tipo de vínculos tenía la fauna africana durante esa época con otras masas terrestres del hemisferio sur y de Europa, ni cómo habían evolucionado respecto a sus vecinos tras la separación de los continentes.

Tras analizar las características de la estructura ósea del Mansourasaurus shahinae, uno de los pocos dinosaurios del Cretácico hallados en África, los expertos determinaron que este titanosaurio tiene más vínculos con los de Europa y Asia que con los de Sudamérica o el sur del continente africano.

Esto demuestra, asimismo, que hacia el final de su existencia como especie, los "últimos dinosaurios de África no estuvieron completamente aislados, como se había propuesto en el pasado", sino que algunos "todavía mantuvieron conexiones con Europa", afirma Gorscak.