Palomo Spain: "Me gustaría llegar a hacer las colecciones de Chanel"
- Palomo trae a Madrid la excelente colección mostrada en París
- La caza es el hilo conductor y se hacen guiños a Velázquez
- No quiere que su moda se etiquete como andrógina o unisex
- Todos los desfiles de Madrid Fashion Week en RTVE.ES
Había muchas ganas y mucha expectación, a partes iguales. Ganas porque solo unos pocos privilegiados pudieron ver el desfile de Palomo Spain en París, abriendo la Semana de la Moda Masculina. La mayoría se conformaron con verlo en streaming, a través de redes sociales o leyendo las crónicas en los medios de comunicación. Y expectación porque el desfile anterior había sido un éxito y nadie quería perderse el nuevo que se celebraba en el Teatro Real, y porque además el propio Palomo, Alejandro Gómez Palomo, se había encargado de avivarla.
“Al final va a haber una sorpresa”, decía antes del desfile, durante las pruebas de vestuario. “No os lo puedo contar, es secreto”. Desde entonces los rumores comenzaron a circular, ¿desfilará Pedro Almodóvar?, ¿Enrique Bunbury?... Ninguno iba encaminado. Pero empecemos por el principio.
La quinta jornada de Madrid Fashion Week, en la que se premió la colección de Juanjo Oliva, tenía como broche el desfile de Palomo Spain. La colección, para el otoño de 2018, venía de París pero el lugar y la escenografía eran diferentes. “He introducido algunos cambios y hay modelos distintos y distintos estilismos, lo que haré será contarla de una forma diferente. Venimos muy felices de París y lo que queremos es involucrar a la gente”.
El desfile de París marca un punto de inflexión en su carrera. “Las críticas fueron muy buenas y sobre todo eran críticas constructivas que dejan de lado adjetivos como ambiguo y andrógino, porque quiero que se dejen de lado esas etiquetas”. El diseñador entona el mea culpa y es consciente del vendaval de comentarios que levantaron tanto su primer desfile en París como el que mostró la colección Hotel Palomo. “Cada temporada te mueves en un sitio, Hotel Palomo era una celebración en la que había cabida para todos los personajes de un hotel , había muchas referencias estéticas y muchas personalidades. Pero lo que quiero es centrar a la gente, aquel fue algo aislado, yo quiero hacer ropa de hombre para hombres”, comenta.
Y eso es lo que hace con La Caza. “Cada colección es una reacción opuesta a la anterior. En La Caza quería plasmar recuerdos de mi infancia, de mi padre y mi tío con escopetas y sombreros; pero también me gusta ese toque rancio, tan tradicional y tan conservador, un poco anticuado en el que yo he querido poner un poco de ironía entre tanta masculinidad y seriedad”.
La colección revisa la estética de un día de caza y las texturas de los trajes que lleva la gente a una montería. También los colores, especialmente los verdes, “como los de Sierra Morena que yo veo desde la ventana de mi taller y que me llevan a Velázquez y a Felipe VI, pero también a la reina de Inglaterra y a Balmoral", cuenta. En realidad son códigos internacionales y de todos los tiempos.
En la colección se hace énfasis en la piel y el diseñador ha desarrollado una potente línea de bolsos y accesorios hechos en Ubrique. “Tenemos una artesanía muy buena y muy perfecta”, dice y comenta la espectacularidad de los sombreros y tocados que le ha hecho la casa sevillana Tolentino, que ahora está preparando seis piezas para Lady Gaga.
En la pasarela conviven capelinas de ante con piezas en tafetán de seda, prendas en tweed con otras tornasoladas… “Antes usaba lentejuelas y brillos pero ahora he querido que el estilo sea más pesado, y pensado; es más austero”. Los tejidos son nobles y exquisitos y están al servicio de prendas historicistas que recrean la estética española del siglo XVII y hace referencias a la campiña inglesa con texturas como el tartán Hay prendas chaquetas estructuradas en tejidos aristocráticos, pantalones descarados con cortes o corchetes en la parte trasera que permiten enseñar la piel, piezas invernales en celeste y blanco que te hacen viajar a la infancia y vestidos en pesadas lentejuelas metálicas de aire medieval o en ligeras texturas que parecen flotar.
Su deseo es que la colección guste a los compradores y que su firma se extienda para llegar a todos los rincones del mundo. Las prendas, sin los tocados y la labor de estilismo, no son tan complicadas como parece, “el 90% de la colección es vendible, hay que observar cada pieza en detalle y ver que te puedes poner una de las chaquetas con un pantalón sencillo, aunque también hay una capa, que cierra el desfile, que no es para ir por la calle”. Confiesa que es su mejor colección porque hay un salto de calidad y el mensaje es más conciso. "Antes he sido demasiado creativo, y aquí he aprendido a ser muy directo y tajante, y la colección es más madura".
El desfile era a las nueve y media de la noche y una hora antes la cola para entrar al Teatro Real era infinita. “Es un sueño desfilar aquí, me siento mimado, sí, y apoyado, respaldado, siento que lo que hago gusta. Me encanta desfilar en París y no me gustaría dejar de lado Madrid”.
En París tiene a parte de su equipo desde la tercera colección. Para vender fuera es necesario estar junto al Sena. “Aquí no estamos sincronizados con el resto del mundo porque no hay una pasarela masculina y los compradores de hombre no vienen.
Parece cansado. Es normal. Estos meses han sido una locura haciendo la colección, preparando dos desfiles y grabando Maestros de la costura, el talent show de TVE en el que hace de jurado junto a María Escoté y Lorenzo Caprile. Tiene un poco de miedo con la exposición mediática y teme no poder estar en su pueblo, Posadas, como ha hecho toda la vida, alejado del ruido, la fama y las cámaras de los teléfonos móviles.
Ha vestido a Beyoncé y a Rita Ora aunque confiesa que le hubiese gustado vestir a Michael Jackson. Almodóvar es uno de sus acérrimos defensores y aunque algunos sueños se han cumplido otros, por ahora, tendrán que esperar. “Me encantaría hacer las colecciones de Chanel pero cuando se muera Karl Lagerfeld”, bromea. “También me encantaría hacer Jean Paul Gaultier, creo que yo encajaría perfectamente”.
Pero ahora disfruta del presente, de los aplausos, de la expectación que despierta, de los focos y de La Caza, una colección que le está dando muchas alegrías. También él nos las da a nosotros. Alegrías y sorpresas. El desfile del Teatro Real dejó a todos con la boca abierta. En vez de terminar con todos los modelos formando el carrusel y el diseñador detrás de ellos saludando Palomo hizo que sus invitados se levantaran para entrar en otra sala en la que todos sus chicos posaban con la colección. Después entró él y se unió al grupo pero solo besó a uno de ellos.