La propuesta de la UE deja sin voz ni voto a Reino Unido durante el período de transición del 'Brexit'
- Los Veintisiete han ratificado sus directrices para la negociación de la transición
- El plazo transitorio se fija en 21 meses, hasta el 31 de diciembre de 2020
- En ese período, Reino Unido se seguiría rigiendo por las normas comunitarias
- Sin embargo, no tendría representación ni capacidad decisoria en las instituciones
La propuesta consensuada por los Veintisiete países que permanecerán en la Unión Europea tras la salida de Reino Unido para negociar el período de transición tras el Brexit establece que Londres no tendrá voz ni voto durante ese plazo, que se fija en 21 meses, pese a que seguirá sujeto a las normas e instituciones comunitarias.
Así consta en la postura común aprobada este lunes por los ministros de Exteriores en el Consejo de Asuntos Generales de la Unión Europea, que ratifica el acuerdo alcanzado en la cumbre de líderes de diciembre y da luz verde al negociador jefe de la Unión Europea, Michel Barnier, para que inicie las conversaciones con su homólogo británico, David Davis, sobre el periodo transitorio.
"Los ministros de la Unión Europea hemos dado un mandato claro a la Comisión sobre qué tipo de periodo de transición prevemos: el acervo de la UE se aplicará totalmente al Reino Unido y sin participación [de este país] en las instituciones y procesos decisorios de la UE", señala en un comunicado el Consejo de Asuntos Generales.
“Las decisiones se aplicarán y el Reino Unido debe reconocer y aceptar estas reglas del juego desde fuera“
El propio Barnier lo ha dejado claro en la rueda de prensa posterior: "Durante este periodo las decisiones se aplicarán y el Reino Unido debe reconocer y aceptar estas reglas del juego desde fuera", ha recalcado, al tiempo que recordaba que fue el Reino Unido el que pidió un tiempo de transición.
Fuera del proceso de decisión
La respuesta de Bruselas a esa petición es fijar la transición entre el 29 de marzo de 2019, fecha prevista para la salida británica, hasta el 31 de diciembre de 2020, y especificar que en ese plazo se le aplicará todo el acervo comunitario y el "statu quo económico".
De este modo, la posición común aprobada este lunes implica, si finalmente se aplica, que en Reino Unido seguirán todas las leyes comunitarias ya en vigor como si el país fuese aún un Estado miembro, así como aquellos cambios en este acervo comunitario que sean aprobados por la Unión Europea a lo largo del período transitorio.
Pese a seguir atado por los acuerdos, leyes e instituciones comunitarios, Reino Unido no tendrá derecho a voto a la hora de elaborar nuevas normas y tampoco podrá participar, salvo excepciones, en las reuniones de los órganos europeos. "Cuando abandone la Unión Europea, no tendrá nada que decir en la mesa [de negociaciones]", ha recalcado la ministra irlandesa de Exteriores, Helen McEntee.
"El Reino Unido ha decidido salir de la UE", ha reiterado Barnier, que ha avisado: "Es su elección y tiene consecuencias en el hecho de que a partir de entonces, tras abandonar las instituciones, no participará en el proceso de decisión". Pese a todo, ha señalado que, "excepcionalmente y caso por caso", el país será consultado sobre propuestas que le afecten.
Los acuerdos comerciales tendrán que esperar
Londres, además, seguiría bajo la jurisdicción del Tribunal de Justicia de la Unión Europea y de cualquier otra autoridad judicial, reguladora, presupuestaria o supervisora comunitaria. En cuanto a los acuerdos comerciales o internacionales firmados por la UE, el Reino Unido estaría sujeto a todas las obligaciones que estos implican durante el periodo transitorio.
Esto significa que el país seguiría participando de la unión aduanera y el mercado único con las cuatro libertades -de circulación de personas, capitales, bienes y servicios- que ello conlleva y tendría que seguir recaudando aranceles y efectuando los controles aduaneros pertinentes.
En el ámbito comercial, Reino Unido podrá empezar a negociar nuevos acuerdos con terceros países, pero no podrá firmarlos ni podrán entrar en vigor hasta que finalice el periodo transitorio, salvo que los Veintisiete lo autoricen de forma expresa.
Barnier ha explicado que, durante el periodo de transición, Reino Unido seguirá estando vinculado por los acuerdos internacionales y comerciales de la Unión Europea, si bien "no puede garantizarse que vaya a mantener los beneficios" de los mismos. "Nuestros socios en el mundo pueden tener su propia opinión sobre esto, como los que tienen acuerdos comerciales", ha argumentado.
Sin derecho a voto
La posición comunitaria puede suscitar reticencias en Reino Unido, en especial entre los defensores de un Brexit duro que corte de raíz los vínculos con la Unión Europea, que ya han señalado su temor a que el país acabe convirtiéndose en un "Estado vasallo" de Bruselas mientras abandona el bloque.
De hecho, Londres pretende alargar el período transitorio hasta el 31 de marzo de 2021, es decir, dos años justos tras la formalización de la salida. Pero los Veintisiete quieren tener completa libertad para negociar el siguiente marco financiero plurianual, ya que el actual abarca justo los presupuestos hasta 2020, y, de hecho, ya hay acuerdo en que Londres dejará de contribuir al presupuesto en ese momento.
Por el momento, el Gobierno británico ha optado por la prudencia diplomática al valorar el paso dado por los socios comunitarios: "Estamos complacidos por que la Unión Europea haya acordado su posición, que está claramente bien alineada con la propuesta que hizo la primera ministra [Theresa May] en su discurso del Florencia [en septiembre de 2017]", ha señalado un portavoz de Downing Street citado por EFE.
Con todo, la misma fuente ha advertido de que habrá "alguna distancia" en los "detalles" de las "posturas iniciales" de Londres y Bruselas respecto al periodo de implementación del Brexit, lo que hace suponer que los británicos no dan por cerrado el calendario. Barnier, por su parte, ha instado a pactar "cuanto antes" la transición para poder pasar a la negociación sobre la futura relación entre los Veintisiete y Londres tras el Brexit.