Madrid prohibirá la circulación a los vehículos sin distintivo ambiental en picos de contaminación

• Cambiará la alternancia entre matrículas pares e impares por el nivel de contaminación
• De entrada, el 17,7% de los vehículos sin distintivo de la DGT no podrían circular

Puesta de sol con contaminación en Madrid.

El Gobierno municipal de Madrid ha propuesto este martes un cambio de su protocolo contra la contaminación para prohibir la circulación en toda la ciudad a los vehículos más antiguos sin distintivo ambiental durante los episodios de alta polución.

En la Comunidad de Madrid, 1.792.208 vehículos no tiene etiqueta ambiental, ni la tendrán nunca, porque contaminan, en concreto los turismos y furgonetas matriculados antes de 2000 y los diésel adquiridos antes de 2006, según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT) correspondientes a finales del año pasado.

La delegada de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Inés Sabanés, ha defendido la idea de cambiar el protocolo para penalizar a los coches más contaminantes porque así lo aconsejaban tanto el Gobierno central como el regional.

"En el escenario dos, que hasta ahora significaba restricción al aparcamiento (en el centro), se impedirá entrar al centro a los vehículos sin etiqueta ambiental", ha explicado Sabanés, quien ha precisado que cuando se pase al escenario tres -el máximo que se ha aplicado hasta ahora- esa prohibición se extenderá a toda la ciudad.

Distintivo obligatorio y ampliación de la zona

Esto supondrá una reducción del 17,7% de la circulación en toda la ciudad y del 33,2% de las emisiones del tráfico. El equipo de Gobierno municipal planea tener listo el nuevo texto del protocolo antes de verano, momento en el que se llevará a la Junta de Gobierno.

Si el planteamiento de Inés Sabanés se lleva a término, "en la práctica será obligatorio" llevar el distintivo de la DGT en los días en que esté activado el protocolo, ya que el Ayuntamiento sí puede determinar que para circular por una zona prohibida se deba llevar.

En la actualidad, hay cuatro etiquetas o pegatinas: la 0 emisiones, de color azul, para los vehículos eléctricos; la ECO (azul y verde) para los vehículos híbridos o vehículos "ECO"; la C (verde) para los turismos y furgonetas de gasolina matriculadas a partir de 2006 y diésel a partir de 2014 y la B (amarilla) para los vehículos de gasolina matriculados a partir de 2000 y de diésel a partir de 2006.

El nuevo protocolo tendrá más en cuenta a los distritos del exterior de la M-30 e incluirá un mayor número de medidas para reducir antes los niveles de contaminación con el fin garantizar la salud pública.

Sube la frecuencia de activación y los tipos de vehículos

Para activar el protocolo ya no sólo será necesario que dos estaciones de la misma zona superen los 180 microgramos de dióxido de nitrógeno por metro cúbico (preaviso) o los 200 (aviso) durante dos horas consecutivas, como recoge el texto inicial, aprobado en enero de 2016.

Con los cambios sugeridos, el protocolo también se pondrá en marcha cuando tres estaciones de cualquier zona superen los 180 microgramos (preaviso) o los 200 (aviso) durante tres horas consecutivas, lo que implicará que se active antes.

El escenario de alerta cuatro, que nunca se ha alcanzado en Madrid hasta la fecha, sumará la prohibición de circular a los vehículos sin etiqueta ambiental y a aquellos con etiqueta B y C.Los grupos de la oposición en el Consistorio madrileño, PP, PSOE y Ciudadanos, han instado al Gobierno municipal a adoptar medidas contra la polución que eviten la aplicación del protocolo.

La propuesta de revisión del protocolo contra la contaminación del Ayuntamiento de Madrid se ha hecho pública el mismo día en el que la Comisión Europea ha mantenido sus advertencias contra España y otros ocho Estados miembros de la Unión por exceder los niveles máximos de contaminación del aire y les ha transmitido que los llevará ante la justicia europea si no toman acciones inmediatas.

La ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, ha achacado a los ayuntamientos de Madrid y Barcelona los "problemas puntuales" de contaminación atmosférica que tiene España y por los que podría recibir sanciones de la Unión Europea.