Los idiomas del cine español
- Las nominadas a mejor película hablan español, catalán, euskera e inglés
- Ayudas autonómicas e internacionalización del cine, causas de la variedad
No es la primera vez que una película en catalán, euskera o inglés están nominadas a mejor película en los Goya. Pero sí es novedad la acumulación. Estiu 1993, Handia y The bookshop (respetando la versión original) dibujan un rico panorama idiomático entre las cinco finalistas.
Una coincidencia que, sin embargo, esconde algo de una tendencia. En las últimas décadas, por un lado, se han potenciado las producciones en los idiomas oficiales del Estado y, por otro, el cine español ha buscado internacionalizarse en inglés.
La Academia nunca ha tenido reparos lingüísticos. El sueño del mono loco (1989), del pionero en tantas cosas Fernando Trueba; Los otros (2002), de Alejandro Amenábar, y La vida secreta de las palabras (2004), de Isabel Coixet, ganaron Goyas hablando inglés. Y, Pa negre, cosechó en 2011 un triunfo histórico para el cine catalán. Además, la institución ha elegido a cintas en catalán (Pa negre, Estiu 1993) y euskera (Loreak) como representante española para los Oscar.
Cine en catalán: un esfuerzo que busca su público
El cine en catalán, desde luego, está lejos del músculo del que pueden presumir el teatro o los libros en catalán. Según datos de la Acadèmia del Cinema Català, en 2016 hubo 20 producciones en catalán, pero la institución aclara que el “esfuerzo que supone rodar largometrajes”. Con esfuerzo se refieren a la poca visibilidad, ya que en 2016 el cine en catalán suponía el 0,7% de cuota de pantalla.
A comienzo de la presente década se produjo un pequeño boom de cine en catalán (Pa negre, Eva) propiciado especialmente por la inversión de la televisión autonómica que, sin embargo, ha menguado (en 2010 llegaba a los 25 millones y actualmente es de 5).
Más allá del idioma de la película, existe una guerra entre Generalitat y PP por la exhibición de película que se doblan al catalán. El grupo popular presentó en 2010 un recurso contra la Ley catalana del Cine con el objetivo de eliminar las cuotas mínimas de doblaje el catalán. Y, el año pasado, el Tribunal Constitucional resolvía que no había inconstitucionalidad en las cuotas, aunque especificó que obligar a subtitular o doblar en catalán el 50% de las películas extranjeras en Cataluña era "desproporcionado" y debía reducirse al 25%.
Cine en euskera: identitario y universal
Loreak (2014), de Aitor Arregi y Jon Garaño, fue un hito en muchos aspectos. Además de su multinominación a los Goya y su selección para los Oscar, supuso, dada las dimensiones de la producción, un éxito de taquilla en toda España. Tras su estela, Amama, de Asier Altuna, cosechó también una meritoria recaudación en 2015.
En 2017, el Gobierno Vasco aumento en un 35% la línea de línea de subvenciones cinematográficas 2.660.000. Además de puntuar especialmente los proyectos con poco presupuesto, de nuevos cineastas y de mujeres, también concede más valoración a las producciones rodadas en euskera.
Durante el estreno de Loreak, Arregi y Garaño, señalaban que ese fue un factor para rodar la película íntegramente en euskera, aunque su realidad del día a día es un bilingüismo natural. En Handia que, entre otras cosas trata la visión (incomprendida) de lo vasco desde fuera de España, se habla mayoritariamente euskera, pero también español y francés.
Inglés: la piedra filosofal de la internacionalización
Los datos indican cada año que la mayor parte de lo que recauda el cine español en el mundo viene de fuera de España. Una de las principales causas (además de Almodóvar, cuyo cine se ve en medio mundo) son las producciones españolas rodadas en inglés.
Las dos películas con más recaudación de la historia del cine español (teniendo en cuenta la taquilla mundial) hablan inglés: Los otros, de Alejandro Amenábar y, Lo imposible, de J.A. Bayona.
Este año, cintas como El secreto de Marrowbone, Musa, Lo que de verdad importa, El secreto de MarrowboneColossal o Proyecto Lázaro han apostado por lanzarse a un mercado que, aunque sea potencialmente apetecible, es tremendamente competitivo. Apostar por un gran presupuesto implica una gran dosis de riesgo para los productores.
En España, la de mayor éxito ha sido precisamente La librería. Para Isabel Coixet rodar en inglés es también una elección natural en su carrera: Things I Never Told You (Cosas que nunca te dije); My Life Without Me (Mi vida sin mí); The Secret Life of Words (La vida secreta de las palabras); Elegy; y Map of the Sounds of Tokio (Mapa de los sonidos de Tokio).
Por último, una vía poco buscada es para el cine español es el francés, lo que demuestra que a España y Francia le separa culturalmente le separa algo más que los Pirineos. Pese a que la taquilla francesa es la más boyante (y la de mayor cuota lingüística propia) de Europa, El artista y la modelo (2012), de un afrancesado confeso como Fernando Trueba, es una rara avis de la industria española.