Muere Reyes Abades, el maestro de los efectos especiales del cine español
- El histórico técnico extremeño se alzó con nueve premios Goya
- En esta edición de los galardones optaba a dos goya por Oro y Zona hostil
- Abades es uno de los profesionales más laureados del cine español
- Fue el responsable del encendido del pebetero olímpico en Barcelona 92
Reyes Abades, el histórico especialista en efectos especiales del cine español, ha fallecido este jueves a los 68 años. Abades es uno de los profesionales más laureados de nuestro cine y ha sumado nueve premios Goya en categorías técnicas en su dilatada trayectoria. En esta edición de los Goya 2018 estaba doblemente nominado por las películas Oro y Zona hostil.
Nacido en Castilblanco (Badajoz) en 1949, cuenta con una amplia carrera en el mundo de los efectos especiales, nominado más de 40 veces a los premios del cine español-su nombre era un clásico de todas las galas- y participó en más de 300 producciones cinematográficas dentro y fuera de España. Reyes Abades fue, además, el responsable de que todo saliera a la perfección en el encendido del pebetero olímpico en Barcelona 92.
El técnico, que ha sido memoria viva del cine español y uno de sus nombres indispensables y más queridos, recibió a lo largo de su carrera nueve premios Goya por su trabajo en Ay, Carmela!, Beltenebros, Días Contados, El día de la bestia, Tierra, Buñuel y la mesa del rey Salomón, Lobo, El laberinto del Fauno y Balada triste de trompeta.
El mundo del cine ha lamentado su pérdida y ha alabado la profesionalidad del extremeño al frente de los efectos especiales de numerosas cintas. Una labor que permanece oculta a los ojos de los espectadores.
Enamorado del cine desde pequeño, en los años 60 sus padres emigran a Madrid y Abades se propone trabajar en la industria. Su gran oportunidad le llega en 1968, cuando comienza colaborando en empresas españolas, italianas, francesas y estadounidenses, hasta que en 1979 consigue crear su propia empresa, Reyes Abades Efectos Especiales S.A, instalada en Torrejón de Ardoz de Madrid.
Con esta empresa ha participado en numerosos largometrajes, tanto dentro como fuera de España, y también ha colaborado en espectáculos audiovisuales, grandes eventos, series y películas.
Su aprendizaje fue permanente a lo largo de toda su carrera, ya que el oficio y los cambios tecnológicos así lo exigían, y consistía en aceptar un reto y superarlo, en una época en la que no existían estudios reglados en su campo.
Entre los mayores desafíos de su trayectoria, Reyes Abades solía mencionar el rodaje de El Dorado en Costa Rica, la más ambiciosa producción de Saura, que contaba las aventuras de un soldado español durante la expedición en busca de la ciudad de oro.
Para ello tuvieron que construir barcos que parecieran del siglo XVI, trabajar en el agua, simular hundimientos, y todo en medio de una gran tensión en un país sin experiencia en grandes rodajes, y con disputas entre Saura y su asistente de dirección.
"En el cine siempre debes tener un as en la manga"
Pero a nivel de efectos especiales individuales, el más complicado de su vida fue el encendido del pebetero olímpico en Barcelona 1992 mediante el lanzamiento de una flecha retransmitido en un único plano secuencia.
"En el cine siempre puedes tener un as en la manga, pero en un evento en directo, la mentira se descubre fácilmente", decía. Estuvo a punto de tirar la toalla, otros lo hicieron antes que él. De hecho, el encargo le llegó sólo tres meses antes de la inauguración de los juegos olímpicos. Finalmente, el truco funcionó y para él supuso un antes y un después en su carrera.
También se jactaba de que en toda su carrera, nunca tuvo un accidente. "Soy muy pesado con la seguridad", decía. Y eso que ha filmado explosiones, derrumbamientos de edificios, saltos al vacío o escenas míticas como la de Santiago Segura y compañía colgando del letrero de Schweppes de la Gran Vía en El día de la bestia. "Alex de la Iglesia siempre te lleva a los límites", aseguraba.
El especialista fue reconocido con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes y con la Medalla de Extremadura. El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha calificado a Reyes Abades como "uno de los extremeños más grandes de la historia" y "uno de los más buenos".
Reyes Abades será enterrado este sábado a las 12.30 en el cementerio de Torrejón de Ardoz, localidad madrileña en la que residía. Familiares, amigos y compañeros de profesión han acudido al tanatorio de Torrejón para dar su último adiós al querido especialista extremeño,