La ONU no ha podido distribuir ayuda en las zonas sitiadas de Siria desde noviembre
- Es algo que no había sucedido nunca, denuncia la organización
- La ONU critica además que se haya dejado a los civiles volver a sus casas en Raqa
La ONU no ha podido distribuir ningún tipo de asistencia humanitaria a las áreas sitiadas en Siria en los dos últimos meses, algo que hasta la fecha no había sucedido nunca, ha denunciado este jueves el responsable de acceso humanitario de la ONU en Siria, Jan Egeland.
"Es el peor resultado nunca registrado. Siempre pedí más acceso, pero al mismo tiempo podía informar de alguna distribución, en los últimos dos meses, nada, ningún acceso", afirmó Egeland en rueda de prensa.
El coordinador humanitario ha explicado que la última vez que la ONU pudo distribuir asistencia en alguna localidad cercada fue en noviembre pasado, y desde entonces, ninguna de las partes ha permitido la entrada de ayuda, y señaló a los "patrocinadores" de las partes en conflicto como los responsables.
Necesidad urgente de una pausa humanitaria
"En el momento que más necesitamos la ayuda de aquellos que tienen influencia sobre las partes, la acción diplomática parece totalmente impotente", afirma, y ha agregado: "El sufrimiento se expande y los patrocinadores no son capaces de pararlo".
Señaló especialmente a Rusia, Irán y Turquía, "que el año pasado lograron efectivamente una reducción de la violencia en algunas zonas del país. Necesitamos que hagan lo mismo ahora".
Destacó que en los últimos dos meses no ha habido convoyes con asistencia no sólo a zonas sitiadas, tampoco a zonas difíciles de acceder, ni se han podido entregar medicamentos y material sanitario, ni se han realizado evacuaciones médicas.
Por esa razón, urgió a los países con influencia sobre las partes a que impongan una "pausa humanitaria" que permita aliviar un poco el sufrimiento de cientos de miles de personas.
Regreso de civiles precipitado
Asimismo, el coordinador humanitario criticó que se haya dejado a los civiles volver a sus casas en Raqa "demasiado pronto", tras la reconquista de la ciudad de manos del Estado Islámico, el pasado 17 de octubre, por el peligro que implica la gran cantidad de artefactos explosivos dejados en la ciudad.
Egeland ha explicado que desde esa fecha 534 personas resultaron heridas por explosiones, de las que murieron 112. "Esas cifras recogen las víctimas contabilizadas, pero sabemos que hay muchas más, porque ni tan siquiera recogen las que murieron en el hospital", ha dicho.
El regreso precipitado a Raqa podría convertirse a su vez en otro drama, explica: "De media 50 personas han resultado heridas o muertas desde que se retomó la ciudad. No se debía haber dejado volver a tanta gente en tan poco tiempo a un lugar tan peligroso".
Refugiados, vuelta a la intemperie
Indicó que actualmente se estima que hay unos 60.000 civiles en la ciudad, que fue el feudo del Estado Islámico en el país. Por otra parte, se refirió a los desplazados internos y denunció que en 2017 un cuarto de millón de personas por mes debieron huir de donde estaban refugiadas.
"Eso representa la población entera de Ginebra huyendo cada mes, un total de tres millones de personas en todo el año. Es horroroso. No hemos visto nada así en una generación", subrayó.
Con respecto a la ofensiva turca contra los milicianos kurdos en la provincia de Afrín, en el noroeste de Siria, Egeland dijo que 50.000 personas han debido desplazarse, y denunció que muchas de ellas no tienen "libertad de movimiento".