Hallan la tumba de una alta funcionaria del Imperio Antiguo faraónico junto a las pirámides de Guiza
- Se han encontrado en la cámara pinturas "en muy buen estado de conservación"
- La mujer sirvió en el palacio real al final de la V Dinastía del Imperio Antiguo
Un equipo de arqueólogos de Egipto ha descubierto una tumba de una alta funcionaria, llamada Hetpet, de la época del Imperio Antiguo faraónico (2.650-2.100 a. C.) junto a las pirámides de Guiza.
En una ceremonia en la explanada de las tres pirámides, en el suroeste de El Cairo, se ha anunciado que una misión dirigida por Mustafá Wazir, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades egipcio, ha encontrado la tumba de una mujer que sirvió en el palacio real al final de la V Dinastía del Imperio Antiguo.
Aunque este no es el primer hallazgo de este tipo que se lleva a cabo en Egipto, el equipo arqueológico ha subrayado la importancia del mismo, dado que en el tiempo de los faraones las mujeres eran enterradas en la misma tumba que su esposo, salvo las pertenecientes a la familia real, que gozaban del privilegio de recibir sepultura de manera individualizada.
El enterrramiento ha sido hallado por la misión egipcia durante un trabajo de excavación llevado a cabo en el cementerio occidental de Guiza, en el que se han ido encontrando desde 1842 numerosas tumbas de importantes oficiales del Imperio Antiguo.
La tumba está decorada con pinturas que muestran aspectos de la vida del Egipto faraónico de hace unos 4.000 años y se encuentra en el llamado Cementerio Occidental, que contiene cientos de sepulcros de los altos funcionarios del antiguo Egipto, en la zona de las Pirámides.
Hasta el momento los investigadores no han logrado determinar quién fue realmente Hetpet y entre las hipótesis planteadas se indica que pudo haber sido una sacerdotisa importante o, tal vez, alguna mujer vinculada al trabajo agrario, pero más que una mera campesina y que de algún modo servía a la corte.
En la tumba, construida de ladrillo y mortero, que estaba enterrada en la arena hasta el pasado mes de octubre, cuando empezó la misión egipcia sus excavaciones, se han descubierto pinturas de vivos colores con escenas de caza y baile, así como dibujos en los que aparece la mujer sentada frente a una mesa para recibir ofrendas de quienes podrían ser sus hijos.
Entre las pinturas encontradas en el sepulcro figuran dos monos -animales domésticos en aquella época- en dos posiciones diferentes. La primera escena muestra a un mono cogiendo frutas mientras que en la segunda se ve a otro bailando mientras unos músicos hacen sonar sus instrumentos.
Pinturas similares fueron encontradas en otras tumbas, como en las paredes de la cámara funeraria de Jnoum Hetep II, de la XII dinastía en Beni Hasan, en la provincia de Minia y la del Imperio Ka en Saqara, al sur de El Cairo, aunque dichos dibujos mostraban, por ejemplo, a un mono bailando frente a un arpista, no delante de un grupo de músicos, como la de Hetpet.