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Metallica juega en casa en Madrid

  • Más de 16.000 fans se han entregado al espectáculo del cuarteto de San Francisco
  • Este lunes tocarán de nuevo en el Wizink Center y el día 7 de febrero en Barcelona

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El guitarrista y cantante del grupo Metallica, el norteamericano James Hetfield, durante el concierto que la banda ha ofrecido este sábado, 3 de febrero de 2018, en el Wizink Center de Madrid.
El guitarrista y cantante del grupo Metallica, el norteamericano James Hetfield, durante el concierto que la banda ha ofrecido este sábado, 3 de febrero de 2018, en el Wizink Center de Madrid.

Metallica ha ofrecido el primero de sus dos conciertos en Madrid, tres en España si añadimos el del próximo día 7 en Barcelona.

Más de 16.000 entusiastas se han entregado al espectáculo del cuarteto de San Francisco, que giran por todo el globo para presentar su último disco: Hardwired to Self-destruct.

El disco, calificado como el mejor de Metallica en los últimos 25 años por el diario The Guardian, ha sido el leitmotiv del concierto durante sus más de dos horas. Empezando por el principio, un enlazado de "Hardwired y Atlas, rise!" que rompe con el tradicional comienzo con "Creeping Death" de otros directos. Se echó de menos.

El cuarteto de San Francisco ha presentado su último disco: 'Hardwired to Self-destruct'. Víctor Lerena

Y es que hay un concierto de Metallica distinto, con y sin gira promocional de por medio. También hay dos tipos de fans, los de siempre y los que se van incorporando. Los de siempre suelen ser los más críticos, pero se les convence rápido en cuanto James Hetfield les dice aquello de: “The Metallica family of Madrid is finally here!” y el ya tradicional: “Are you alive?”. La capital de España es jugar en casa para los californianos, incluso les perdonan unos minutillos de retraso.

No es descabellado decir que Hardwired es su mejor disco de los últimos 25 años, aunque queda lejos de los anteriores a ese cuarto de siglo. No obstante, tiene pegada, riffs acelerados como las de las dos canciones mencionadas, "Moth into the Flame" y la rapidísima "Spit out the Bone", combinados con medios tiempos cargados de dureza como "Halo on Fire" y "Now that We're Dead" (extra de batucada de los cuatro sobre el escenario).

Homenaje a Obús

Pero la sorpresa aguardaba en el intermedio, pasada la hora de concierto, cuando Robert Trujillo (bajo) y Kirk Hammett (guitarra solista) se marcaron un homenaje a Obús y a su "Vamos muy bien". Lo de su nivel de castellano, ya para otro año.

No fue la única versión, puesto que los cuatro, ya de vuelta sobre el escenario Hetfield (guitarra) y Lars Ulrich (batería) tocaron "Die, die my Darling" de Misfits.

Fan es una abreviatura de fanático, y a un fanático no se le convence; se le complace. Por eso, los más fanáticos no han extrañado los himnos de siempre. No han faltado "Seek & Destroy", "Sad but True", "One", "Master of Puppets", la balada "Nothing else Matters" (comienzo fallido de Hammett y repetición) o la archiconocida "Enter Sandman", con la que han cerrado sin olvidar los fuegos artificiales.

El guitarrista Kirk Hammett. Víctor Leren

Han tardado seis años en volver a España, a Madrid. Ocho si lo concretamos en el Palacio de los Deportes (cuya reforma se suponía que iba a mejorar la acústica). A un fanático se le complace, y a sus ‘cincuenta y la mitad’ años de edad deberían plantearse tardar menos la próxima vez. Tras la gira Worldwired, le deben a sus fans de siempre un concierto basado en los himnos de antaño.

Para entonces se habrá hecho algo más mayor Atila, un chaval de siete años que vio cumplido su sueño de estar en el escenario junto a sus ídolos. La familia de Metallica crece en Madrid. Están en casa.