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El juez propone juzgar al expresidente de Pescanova y al resto de la excúpula por maquillar las cuentas

  • De la Mata acaba la instrucción después de cinco años de investigación
  • Les acusa de ocho delitos, entre ellos, falseamiento de cuentas y estafa

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Sede de Pescanova en Chapela en el ayuntamiento de Redondela (Pontevedra)
Sede de Pescanova en Chapela en el ayuntamiento de Redondela (Pontevedra).

El juez de la Audiencia Nacional José de la Mata ha propuesto juzgar al expresidente de Pescanova Manuel Fernández de Sousa y al resto de la excúpula directiva por maquillar las cuentas al menos entre 2009 y 2012 para ocultar deudas millonarias y estafar así a inversores y clientes. El magistrado cierra así cinco años de investigación judicial, iniciada cuando la compañía entró en concurso de acreedores en 2013.

De la Mata ha hallado indicios de ocho delitos: falseamiento de cuentas anuales e información económica financiera, estafa, alzamiento de bienes, blanqueo, insolvencia punible, falsedad en documento mercantil, uso de información relevante e impedimento de la actuación del organismo superior.

En el auto, en el que acuerda el paso a procedimiento abreviado, el juez propone juzgar por estos hechos a 19 personas y 12 sociedades -entre ellas la propia Pescanova-, mientras que se archiva la causa para el que fuera por aquel entonces el secretario del consejo de administración, César Mata.

De la Mata también ha optado por abrir una pieza separada para investigar a la mujer de Fernández de Sousa, María Rosario Andrade, así como a dos de sus hijos por unas cuentas abiertas en una entidad bancaria de Andorra cuyos fondos -en torno a 3,4 millones de euros- no habían sido declarados ante la Hacienda española.

La insolvencia de Pescanova "tiene su origen en prácticas irregulares"

En la pieza central, la investigación judicial "ha permitido determinar que la insolvencia de Pescanova tiene su origen en prácticas irregulares ligadas directamente al área financiera del grupo", reza el documento.

Concretamente, su "modus operandi" pasaba por obtener financiación de los bancos a través de créditos "documentarios" en base a operaciones "inexistentes o simuladas" sin que estas entidades financieras supieran que eran falsas.

También conseguían fondos de estos bancos a través de "un entramado de sociedades instrumentales que actuaron como supuestos clientes y proveedores con el fin de generar facturación ficticia susceptible de descuento bancario y contabilizar resultados inexistentes".

Un "agujero" de cerca de 2.000 millones en 2012

Según los datos recabados por la audiencia, solo en las cuentas del grupo Pescanova del año 2012 se ocultó un "agujero" de al menos 1.939 millones de euros de deuda bancaria.

De las 31 personas físicas y jurídicas señaladas por el juez, el único que deberá responder por todos los delitos es Manuel Fernández de Sousa, a quien acompañarán en el banquillo por diferentes cargos su mujer, María Rosario Andrade, su hermano Fernando y su hijo Pablo Javier.

El juez también recuerda el elevado número de accionistas -tanto particulares como empresas- que adquirieron acciones de Pescanova en el mercado de valores o participando a la operación de aumento de capital de 2012, tras confiar en una "información de signo positivo proporcionada por los responsables de la sociedad en la que se ocultaba su situación de insolvencia".

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