Muere en Japón un conductor intoxicado por monóxido de carbono mientras estaba atrapado por la nieve

• Otros dos conductores han tenido que ser trasladados al hospital por mareos
• Unos 1.200 vehículos están atrapados desde el martes en una carretera nipona
• Se acumulan ya más de 130 centímetros de nieve, la mayor cantidad en 40 años

Un conductor ha muerto y otros dos han resultado intoxicados por monóxido de carbono al quedar atrapados en una carretera de Japón a causa de una gran nevada, según ha informado este miércoles el ministro portavoz del Gobierno nipón, Yoshihide Suga. Cerca de 1.200 coches y camiones siguen atascados este miércoles entre las ciudades japonesas de Sakai y Awara, después de que una tormenta dejara 136 centímetros de nieve en esa región del centro del país.

El paro de tráfico se extiende más de 20 kilómetros, 10 kilómetros más que el martes. La cifra de vehículos afectados llegó a alcanzar los 1.500 el martes, pero se redujo por la intervención de las fuerzas de Autodefensa japonesas, que acudieron a retirar la nieve de la peor nevada en casi 40 años y atender a los conductores atrapados.

Un conductor falleció en su coche por una intoxicación por monóxido de carbono, y otros dos tuvieron que ser trasladados al hospital al resultar intoxicados y sufrir mareos.

Una nevada seis veces mayor a las habituales

Japón está habituado a la nieve, de hecho, es conocido como "el país nevado". Sin embargo, según ha explicado el portavoz gubernamental, la cantidad de nieve acumulada en la zona afectada, la prefectura de Fukui, es seis veces mayor a la de un año normal.

También se han cancelado 94 trenes y unas 400 escuelas permanecen cerradas en esa región, ante la advertencia de la Agencia Meteorológica Nipona de que este miércoles seguirá nevando.

La noticia se produce cuatro años después de que un incidente parecido dejara 1.600 coches atrapados en esa misma zona durante cuatro días y provocara importantes problemas logísticos.

Otras tres personas han muerto en incidentes separados en la prefectura de Toyama -también en el centro del país-, después de resbalar en la nieve y golpearse la cabeza.