Republicanos y demócratas aplazan la cuestión migratoria para alcanzar un acuerdo presupuestario
- Los líderes de ambos partidos en el Senado anuncian un acuerdo para 2018 y 2019
- Crece el gasto tanto en defensa como en educación, sanidad y asuntos sociales
- No se ha abordado la reforma migratoria, que llegó a provocar un cierre federal
- Para evitar otro este mismo jueves, se dotan fondos hasta el 23 de marzo
Republicanos y demócratas han alcanzado este miércoles un acuerdo presupuestario para los próximos dos años, que incrementa el gasto tanto en defensa como en educación y sanidad, aunque sigue pendiente la controvertida cuestión de la reforma migratoria y la situación de los dreamers (soñadores), que por el momento queda aparcada con el objetivo de abordarla más adelante, por lo que se dotan fondos para evitar un cierre federal hasta el próximo 23 de marzo.
El principio de acuerdo alcanzado permite así esquivar un nuevo cierre de la Administración federal, como el que a mediados de enero dejó en casa a unos 800.000 funcionarios considerados no esenciales, que solo se resolvió mediante una prórroga temporal de los fondos.
Ese dinero se agotaba este próximo jueves, pero ambos partidos han preferido ganar tiempo para evitar el coste político que implica bloquear el funcionamiento del Gobierno de Washington. Con todo, el principio de acuerdo aún debe ser ratificado en las dos cámaras del Congreso, donde hay congresistas tanto republicanos como demócratas que no comulgan con el pacto.
“Nadie dirá que es un acuerdo perfecto, pero hemos dado todo para encontrar un terreno de consenso“
"Nadie dirá que es un acuerdo perfecto, pero hemos dado todo por encontrar un terreno de consenso", ha declarado el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConell. "Tras meses de bloqueo presupuestario, este acuerdo sobre el presupuesto es un verdadero logro", ha abundado el portavoz de la oposición demócrata, Chuck Schumer.
Incremento de los gastos
El líder de la minoría demócrata se apunta una importante victoria porque ha logrado compensar el aumento de los gastos en defensa que exigían los republicanos con significativos incrementos en educación, sanidad y otros aspectos sociales, tras años de austeridad y de prorrogas sucesivas de las cuentas federales. Así, Schumer ha recalcado que las cuentas pactadas "pondrán fin a un largo ciclo de crisis de financiación que ha lastrado al Congreso y perjudicado a la clase media".
El acuerdo, en concreto, eleva el techo de gasto en 300.000 millones. El gasto en defensa crecerá en 80.000 millones de dólares en este año fiscal y en 85.000 millones en el año fiscal 2019, mientras que el gasto no relacionado con la defensa se incrementaría en 63.000 millones este año y en 68.000 millones el próximo.
En este capítulo, los demócratas han logrado fondos por 6.000 millones de dólares para atajar la crisis de opioides y drogadicción, una de sus principales demandas, y el paquete incluye 20.000 millones para la inversión en infraestructura. Asimismo, se contemplan partidas de ayuda para los desastres por huracanes e incendios forestales.
"Por primera vez en años, nuestro ejército tendrá los recursos necesarios para mantenernos a salvo. Esta financiación ayudará a servir a los veteranos que han servido valientemente, y garantizará esfuerzos tales como el alivio de desastres, la infraestructura y la construcción de nuestra lucha contra el abuso de opiáceos y la drogadicción", ha destacado McConnell en el pleno del Senado.
Pendiente de la cuestión migratoria
Con todo, el principio de acuerdo aún está pendiente de su ratificación en el Congreso: "Hay que acabar el trabajo", ha deslizado Summer durante su intervención. No será fácil, ni siquiera aprobar la provisión de fondos hasta el 23 de marzo, que proporcionaría seis semanas más para cerrar las negociaciones.
Por el momento, varios congresistas conservadores han protestado por el aumento de los gastos públicos. Y la líder de los demócratas en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, ha advertido de que votará en contra del acuerdo alcanzado en el Senado si no se introduce un debate sobre la cuestión migratoria.
Presupuesto y reforma migratoria están vinculados desde que Donald Trump decidiera poner fin al programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, en inglés), que da cobertura a unos 800.000 migrantes irregulares que llegaron al país siendo menores de edad, los llamados dreamers. El presidente se ha comprometido a buscar una regulación alternativa que les libre de la deportación, aunque exige a cambio financiación para reforzar los controles fronterizos, incluido el muro con México.
Con el principio de acuerdo alcanzado, sin embargo, ambos capítulos quedan desvinculados a la espera de la ratificación de esas cuentas y, por ahora, el asunto migratorio solo se abordará en el Senado, donde McConell ha prometido que permitirá votar las propuestas de ambos partidos la próxima semana.
Pelosi bate el récord con un discurso de más de ocho horas en el Congreso
La líder de la minoría demócrata de la Cámara Baja, Nancy Pelosi, ha batido este miércoles el récord de discurso más largo en ese hemiciclo tras superar más de ocho horas de parlamento.
Pelosi, de 77 años, ha hablado ante el pleno para oponerse al acuerdo presupuestario alcanzado en el Senado y tratar la situación de los jóvenes inmigrantes indocumentados no amparados por él.
El objetivo de la congresista es lograr que el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, se comprometa a someter a votación el proyecto de ley migratoria que salga del Senado para hallar una solución para los dreamers.
La legisladora, que comenzó el discurso a las 16:04 hora española y culminó a las 00:19 horas, ya ha batido así el récord de más horas hablando en la Cámara de Representantes, que databa de 1909 cuando el entonces congresista demócrata Champ Clark pronunció un discurso de 5 horas y 15 minutos en contra de una reforma tarifaria debatida en ese momento, según medios estadounidenses.