Los factores que desembocan en problemas cardiacos también influyen en la aparición del alzhéimer
- Obesidad, hipertensión, tabaco y mala alimentación hacen mella en el cerebro
- Los científicos destacan la conexión entre la salud cardiovascular y la neurológica
- En España, sólo el 2% de los mayores de 50 años no tiene riesgo cardiovascular
El director general del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III de Madrid (CNIC), el doctor Valentín Fuster, ha señalado que los factores de riesgo cardiovascular también influyen en la aparición de la enfermedad de Alzheimer, según el estudio que se desarrolla en la actualidad con la Fundación Pasqual Maragall en Barcelona.
El doctor Fuster hizo estas declaraciones durante su conferencia en el encuentro informativo organizado por Nueva Economía Fórum en Madrid. Durante su intervención ha asegurado que los mismos factores de riesgo que desembocan en una enfermedad cardiovascular "también afectan a las pequeñas arterias del cerebro. Esto no se sabía hace cinco años y lo seguimos estudiando".
Siete factores de riesgo
En estos momentos se desarrolla un estudio con 3.000 familias "para seguir comprobando si la progresión del alzhéimer tiene que ver con estos factores de riesgo, que son obesidad; presión arterial alta; colesterol; diabetes; tabaco; nutrición inadecuada con exceso de sal, azúcar y grasas, y la falta de ejercicio físico”.
Las últimas investigaciones han demostrado que los factores de riesgo cardiovascular incrementan de forma acumulativa el riesgo de depositar la proteína amiloide en el cerebro y que está involucrada en la enfermedad de Alzheimer.
De hecho, tanto el alzhéimer como la aterosclerosis se caracterizan por presentar una progresión larga y lenta que comienza muchos años antes de la aparición de los primeros síntomas. En el caso de la primera, las alteraciones en el cerebro comienzan a producirse hasta 20 años antes de que aparezcan los conocidos problemas de memoria. Y lo mismo ocurre con la ateroesclerosis, ya que la formación de placas en las arterias se inicia también diez años antes de que se pueda ocasionar un ataque cardíaco o un ictus cerebral.
Casi todos los mayores de 50 años tienen factores de riesgo
Por todo ello, Fuster subraya la importancia del cambio de conductas poco saludables desde la infancia, ya que "si a un niño de entre 3 y 6 años le enseñas que fumar o no hacer ejercicio físico es malo, cuando sea adulto sabrá decir que no a ciertos hábitos".
Este cambio de conductas es clave sobre todo si se tiene en cuenta, como ha señalado el director del CNIC, que sólo el 2% de los españoles mayores de 50 años de edad no tiene factores de riesgo cardiovascular en España. "Tengo que decirles que no estamos tan sanos y hay que cambiar nuestra conducta”, ha apuntado.
"Conocemos mucho mejor la enfermedad que la salud y la cuestión es que hay que entender la enfermedad antes de que aparezca clínicamente", ha señalado.
"La enfermedad que lleva al infarto comienza entre los 15 y 20 años de edad para ir evolucionando con el tiempo y terminar en explosión a partir de los 40", ha explicado el investigador. En las últimas tres décadas la esperanza de vida se ha prolongado en seis años, gracias a los avances médicos y tecnológicos, pero si bien "la tecnología prolonga la vida, la prevención no existe si no eliminamos estos factores de riesgo”.
Por ello, ha cuestionado "de que sirve prolongar la vida si su calidad no es buena y comienza la demencia senil o los problemas de memoria porque estos siete factores de riesgo también afectan a las pequeñas arterias del cerebro".