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Unilever amenaza con retirar su publicidad de plataformas como Facebook y Twitter si no combaten las noticias falsas

  • Anuncia que priorizará plataformar responsables, "que creen un impacto positivo"
  • La multinacional anglo-holandesa gastó 7.700 millones en publicidad en 2017
  • Uno de cada cuatro de sus anuncios llegan al consumidor por esos medios

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Logo de Unilever en su filial de México
La multinacional anglo-holandesa es el segundo mayor anunciante del mundo.

Uno de los mayores fabricantes mundiales de productos de consumo, Unilever, amenaza con retirar su publicidad de plataformas tecnológicas como YouTube, Facebook o Twitter si no se esfuerzan más en combatir la propagación de noticias falsas, discursos de odio y radicalismo y contenidos que causen división y enfrentamiento.

Así lo va a anunciar el responsable de marketing de la compañía anglo-holandesa, Keith Weed, durante un encuentro anual de liderazgo en publicidad que se celebra este lunes en la localidad californiana de Palm Desert. En su discurso, según ha explicado la empresa, señalará que “Unilever no invertirá en plataformas o entornos que no protegen a nuestros hijos o que crean división en la sociedad, y promueven indignación u odio”.

Unilever es el segundo mayor anunciante mundial, según los datos de Financial Times, y uno de cada cuatro de sus anuncios publicitarios se distribuyen a través de las plataformas digitales. Según el informe anual del grupo, el año pasado gastó 7.700 millones de euros en la promoción de sus marcas, que en España incluyen, entre otras, Frigo, Lipton, Knorr, Maizena, Rexona, Dove, Skip, Tresemmé, Mimosín o Flora.

Prioridad a plataformas que busquen crear un "impacto positivo"

Según el discurso preparado, Weed destacará que “van a priorizar invertir sólo en plataformas responsables, que están comprometidas con crear un impacto positivo en la sociedad”.

De este modo, Unilever aprovecha su potencia publicitaria para presionar a las plataformas digitales para que controlen sus contenidos y eliminen aquellos que puedan relacionarse con terrorismo y abusos a niños o mujeres, así como los que divulgan noticias falsas o apoyan opiniones racistas o sexistas.

“Como uno de los mayores anunciadores del mundo, no podemos tener un entorno en el que nuestros consumidores no confían en lo que ven online", advertirá el responsable de marketing de la multinacional, según informa el diario británico The Independent.

Según los extractos del discurso reproducidos por este rotativo, Weed señala: “No podemos continuar manteniendo una cadena de abastecimiento digital -que ofrece un cuarto de nuestros anuncios a los consumidores- que, en ocasiones, es poco mejor que una ciénaga en cuanto a su transparencia".

“Al sector de los medios de comunicación digitales interesa escuchar y actuar en este tema. Antes de que los espectadores dejen de ver, los anunciantes dejen de anunciar y los editores dejen de publicar", concluye Keith Weed.

"No podemos seguir al margen"

Plataformas como Facebook, Twitter y Google se consideran como los principales canales de difusión de materiales radicales y extremistas. Ante esas acusaciones, las empresas han asegurado que han aumentado sus esfuerzos para suprimir los "contenidos inadecuados", pero los críticos advierten que se puede hacer mucho más.

El año pasado, docenas de empresas cancelaron sus anuncios en YouTube después de su publicidad apareciera junto a vídeos colgados en la plataforma por miembros del Ku Klux Klan o Estado Islámico.

Según Unilever, este tipo de situaciones está provocando que la confianza en los medios de comunicación esté en mínimos históricos. "Este es un tema profundo y sistemático, un asunto de confianza que, fundamentalmente, amenaza con minar la relación entre los consumidores y las marcas", destaca su director de marketing.

"No podemos seguir al margen o mantener las condiciones de mercado sólo porque los temas de la cadena de oferta [de publicidad] no nos afectan directamente... Si queremos seguir siendo relevantes, y conservar la confianza de los consumidores, las marcas tenemos que ponernos en cabeza", concluye Weed.