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La policía de Israel pide procesar a Benjamin Netanyahu por corrupción y fraude

  • Afirma que hay "suficientes pruebas" para inculparle en dos casos distintos
  • El primer ministo israelí afirma que las acusaciones no tienen "fundamento"

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La policía de Israel pide procesar a Benjamin Netanyahu por corrupción y fraude

La policía de Israel ha pedido oficialmente a la Fiscalía que Benjamin Netanyahu sea imputado por corrupción, fraude y abuso de confianza en el marco de la investigación de dos casos distintos, unas acusaciones que el primer ministro israelí ha rechazado en un discurso televisado, en el que ha asegurado que no tienen "fundamento" y que el objetivo es "sacarme del poder".

El primer de los casos investiga si Netanyahu y su familia incurrieron en algún delito al aceptar lujosos regalos, como puros y champán francés, de dos acaudalados empresarios por valor de miles de euros, presuntamente a cambio de favores.

"Al terminar la investigación del Caso 1000, la Policía ha concluido que hay evidencias suficientes contra el primer ministro por sospechas de los delitos de aceptar sobornos, fraude y abuso de confianza en relación con su conexión con [el productor de Hollywood] Arnon Mijal y fraude y abuso de confianza en su conexión con el empresario australiano James Packer", explica la policía en un comunicado.

Regalos de millonarios y sobornos de un editor de prensa

Los dos empresarios, así como sus asistentes y empleados, han sido interrogados por los investigadores israelíes, que, según los medios locales, han deducido que muchos obsequios se hacían a petición de la familia Netanyahu. El jefe del Gobierno y su esposa, Sara, han reconocido haber recibido los regalos, pero lo enmarcan en un mero "intercambio entre amigos" y niegan haber dado nada a cambio.

En el segundo caso, denominado 2000, se investiga un presunto intento de pacto entre Netanyahu y Arnon Mozes, editor de uno de los diarios de mayor difusión de Israel, el Yediot Aharonot, que proponía una cobertura más positiva del primer ministro a cambio de dañar la distribución de un periódico rival, el gratuito Israel Hayom.

"La Policía israelí ha concluido que hay pruebas suficientes contra el primer ministro en este caso por delitos de soborno, fraude y abuso de confianza", afirma el mismo comunicado policial. La policía también ha recomendado imputar a Mozes, "porque hay evidencias suficientes de que se cometió soborno".

Netanyahu y su Gobierno se enrocan

Esas peticiones no tienen ningún valor jurídico en un país democrático

Horas antes de que se conociera la petición de los investigadores a la Fiscalía, Netanyahu se ha reunido con sus abogados y principales asesores para abordar la cuestión. Después, ha emitido un discurso televisado en el que califica de "difamación" contra él y su familia las acusaciones de la Policía: "Esas peticiones no tienen ningún valor jurídico en un país democrático".

El primer ministro ha defendido su inocencia, ha asegurado que las acusaciones carecen de "fundamento" y ha denunciado un intento de apartarle del cargo, ya que el objetivo último, ha recalcado, es "sacarme del poder".

Al mismo tiempo, varios miembros de la coalición que sustenta el Gobierno de Netanyahu han salido a defender al primer ministro, como el titular de Turismo, Yariv Levin, quien ha calificado la decisión policial de "despreciable" y de "intento de golpe de Estado". Éste, aseguró "es un esfuerzo de llevar a cabo un golpe contra la voluntad de los votantes".

El jefe de la coalición de Gobierno, David Amsalem, del partido Likud que encabeza Netanyahu, ha opinado que "no hay nada nuevo aquí. El objetivo se marcó hace dos años. La Policía hizo todo lo posible para golpearlo", según la prensa local. "A mi entender, éste es un proceso ilegítimo que pondría en peligro cualquier democracia en el mundo", ha denunciado.

La oposición reclama su dimisión

Sin embargo, varios diputados de la oposición israelí ya han reclamado su dimisión, como Shelly Yajimovich, de Unión Sionista, quien ha criticado su enroque: "Un tirano corrupto sin límites al que la Policía ha pedido que se le acuse de los más serios crímenes de corrupción anuncia que no se va", ha declarado indignada, antes de clamar: "Vete, vete, hombre corrupto".

La exlíder del partido laborista ha llamado a los partidos de la coalición de Gobierno a dejar de apoyar a Netenyahu y no permitirle "seguir sirviendo [en su cargo] en esta pesadilla", ya que si no lo hacen, "la mancha de la corrupción" les acompañará para siempre también a ellos.

El Estado de Israel necesita un líder con las manos limpias

El diputado de ese mismo partido Eyal Ben-Reuven ha pedido también su "dimisión inmediata" y ha señalado que "el Estado de Israel necesita un líder con las manos limpias y que solo esté dedicado a los asuntos del país".

Por su parte, el parlamentario árabe Ayman Odeh, de la Lista Unida, ha recalcado que Netanyahu "es peligroso" y "está dispuesto a hacer todo para mantenerse en el poder". Y desde el partido pacifista Meretz, la legisladora Tamar Zandberg ha subrayado que Netanyahu "ha perdido la autoridad moral sobre su Gobierno".